En estos Juegos Olímpicos se repartieron medallas de hojalata: tiene su explicación

En estos Juegos Olímpicos se repartieron medallas de hojalata: tiene su explicación

También la hay a por qué se regalaron calzoncillos. 

La atleta jamaicana Cynthia Thompson (1923-2019), la sudafricana Daphne Robb-Hasenjager, la americana Mabel Walker y la canadiense Millie Cheater, en la línea de meta de la prueba de los 100 metros lisos, en el estadio inglés Empire Stadium de Wembley, en los Juegos Olímpicos de Londres 1948.FPG/Archive Photos/Hulton Archive/Getty Images

Los Juegos Olímpicos han vivido en constante evolución desde sus orígenes. Sin embargo, es sorprendente echar la vista atrás y conocer algunas anécdotas que, a priori, en la actualidad nos parecerían descabelladas. Pero todo tiene siempre una explicación según su contexto histórico.

Precisamente, eso es lo que aborda el doctor Mario Antonio Ramírez en una publicación en Crónica en la que pone el foco en unas Olimpiadas en las que no solo hubo calzoncillos gratis, también se repartieron medallas de hojalata. Este miembro permanente del Comité Olímpico Español (COI) analiza las claves que acompañaron a los JJOO de Londres... de 1948

En dicha columna, Ramírez recuerda que ese evento pasó a la historia como una suerte de los "Juegos de la Austeridad" -oportunidad perdida para Los juegos del hambre-, en una edición en la que se quedaban fuera de la competición la URSS, Alemania y Japón, pero se estrenaban Israel y Corea del Sur.

Tras el desastre de la II Guerra Mundial

Lo que ocurrió en el estadio de Wembley tuvo una clara explicación y es que Reino Unido -y buena parte de otros países- había salido muy dañada del final de la II Guerra Mundial, solo unos años atrás, en 1945. En los mismos juegos que se estrenaron los bloques de atletismo fue necesario apretarse tanto el cinturón que las chapas eran de hojalata. También por eso se regaló ropa interior a los deportistas británicos.