El Real Madrid, a cuartos de Champions tras un empate (1-1) muy sufrido ante el Leipzig
Los de Ancelotti sufrieron lo indecible para hacer bueno el marcador de la ida (0-1) en Alemania.
El Real Madrid estará en el bombo de cuartos de final después del empate a uno cosechado frente al Leipzig con gol de Vinicius y en el partido de vuelta de la eliminatoria en el Santiago Bernabéu. Los de Ancelotti han logrado una agónica victoria después de uno de los partidos más complicados para los blancos en lo que va de temporada.
Pese a alinear al mejor 11 posible sobre el verde del Bernabéu, el conjunto blanco no pudo desquitarse de la presión asfixiante de los alemanes desde el inicio del partido, con la que logró recuperar el balón en campo rival continuamente, sometiendo a los madridistas durante toda la primera mitad, acorralándolos y obligando a Lunin a realizar varias intervenciones de mérito.
El nerviosismo se adueñó tanto de los jugadores como de la afición congregada en el estadio, que comenzó a ver peligrar la clasificación a cuartos de final dadas las innumerables imprecisiones y la falta de intensidad de los suyos durante los primeros 45 minutos, en los que el Madrid sostuvo la eliminatoria haciendo bueno el 0-1 de la ida en Alemania.
Tras el paso por vestuarios y con la entrada de Rodrygo en el extremo izquierdo, el Madrid pareció dar un cambio de cara, aunque ese arreón inicial apenas duró unos minutos, ya que el Leipzig retomó el control del encuentro fácilmente, ocasionando grandes problemas a la zaga blanca, incapaz de salir de su propio área.
Y no sería hasta el minuto 65 cuando gracias a una contra muy bien llevada por Bellingham desde campo propio, sería culminada con un pase perfecto del inglés a Vinicius, que resolvería con un derechazo directo a la escuadra izquierda de la portería alemana.
Un larguero de Dani Olmo en el 92' estuvo a punto de mandar la eliminatoria a la prórroga
Pero la alegría duró poco, ya que tan solo tres minutos después, un 'hombrazo' de Willi Orbán en el minuto, puso las tablas en el marcador del Bernabéu. Este gol volvió a generar nerviosismo en los jugadores, que se veían superados constantemente ante un Leipzig liderado en todo momento por Dani Olmo y Xavi Simmons.
Fue precisamente el español quien, con una vaselina, estuvo a punto de poner delante a su equipo en el minuto 92, pero el larguero se entrometió en su objetivo y escupió el balón. Esa fue la última oportunidad de un encuentro muy deficiente de los de Ancelotti, que tendrán que mejorar mucho de cara a la próxima ronda de la competición.