De peloteo con Sara Sorribes: "Me hubiese gustado una despedida más a la altura de lo que fue Nadal"
La tenista de Castellón, bronce olímpica en París, ha contado cómo vivió una de las semanas más especiales de su vida.
Se puede decir sin miedo a equivocarse que el 2024 ha sido el año deportivo de la tenista Sara Sorribes. Si en el Mutua Open de Madrid ya se coronó campeona en la modalidad de dobles femenina junto a Cristina Bucsa, el mes de agosto tenía para esta pareja la conquista de sus carreras, ya que consiguieron sobre la arcilla de Roland Garros la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de París.
Para cerrar una temporada larga y con la vista ya puesta en 2025, Sorribes ha peloteado con varios periodistas en un evento organizado por Nara Seguros. Entre derechas, reveses, dejadas, algún globo y muchas pelotas a la red del que escribe la pieza (o a la pared del fondo de la pista del Club de Tenis Chamberí), la deportista también ha contado alguna curiosidad de la pasada cita olímpica o no ha tenido problemas de hablar de la despedida de Rafa Nadal.
"Rafa es muy especial, ha hecho auténticas barbaridades y tenemos que estarle agradecido porque nos ha levantado del sofá más de una vez. Me hubiese gustado una despedida más a la altura de lo que fue y creo que les pilló por sorpresa esa derrota de España, pero estaba hecho con todo el cariño del mundo", ha afirmado la castellonense de 28 años.
Preguntada por si ella también habría puesto a Nadal en el partido de individuales, lo ha tenido más que claro: "Para mí David Ferrer hizo lo que hubiésemos hecho todos. Quizá no jugó el mejor partido, pero tiene el nivel, por supuesto, y yo también lo hubiese puesto".
Además, ha revelado que el manacorí le escribió tras ganar la medalla en París, donde pudo compartir muchos momentos con él, sobre todo, en los ratos de camilla porque ambos estaban lesionados.
Ahí es cuando Sorribes ha revelado que jugó toda la semana lesionada y con anestesia, algo que le ocultó a su compañera Bucsa: "Fue una semana complicada en el inicio. Tuve una lesión repentina en el brazo y estuve jugando con anestesia toda la semana y tenían que acertar al milímetro porque si no se me iba a la mano y se me dormía".
"Todo eso tuve que llevarlo por dentro, no comentarle nada a Cristina y hasta calentar por otro lado para que no me viese. No fue fácil", ha añadido.
Sorribes ha vuelto a aprovechar la ocasión para reivindicar la fortaleza mental de Bucsa y la confianza que tenía en ganar la medalla. De hecho, en los Juegos y tras conquistar la presea, ya afirmó que eran "tan diferentes porque Cristina salió de la pista tras perder la semifinal pensando ya en que íbamos a ganar el bronce", mientras que ella quería "esperar un rato antes de cambiar el chip".
Ahora, la valenciana ha confesado que Bucsa desde que ganaron en Madrid "tenía clarísimo que íbamos a ganar medalla sin directamente estar clasificadas". "Yo vivía muy en el momento. De hecho hay una anécdota graciosa, cuando tenemos bola de partido, sacaba ella y le digo 'estamos lejísimos de ganar' y ella me dijo 'eres tonta, nos queda un punto'", ha comentado, bromeando con que sigue con los pies en la tierra porque "la medalla pesa bastante".
Reivindicación del deporte femenino
Si hay un deporte en España cuya representación femenina ha estado ligada al éxito en las últimas décadas ese es el tenis. Lili Álvarez sembró la semilla con sus éxitos logrados en los años 20 del siglo pasado llegando a tres finales de Grand Slam y aunque tuvieron que pasar más de 50 años hasta la llegada de Arantxa Sánchez Vicario, desde entonces tanto ella como Conchita Martínez y Garbiñe Muguruza han llevado el tenis femenino español a los más alto.
Ahora Paula Badosa, Jessica Bouzas o las propias Sara Sorribes y Cristina Bucsa son las principales representantes españolas.
"Me siento muy afortunada de ser tenista, hay muchos deportes que trabajan mucho y se esfuerzan mucho y no tienen la capacidad de poder ganarse la vida, de poder solucionarse muchas cosas porque acaban y tienen que ponerse a trabajar. El tenis en esa faceta es una suerte muy grande", ha declarado.
Sorribes ha apuntado que le gustaría "desde dentro ayudar para que esa igualdad vaya llegando a otras deportistas porque es necesaria, ya que se lo merecen todos que hacen el esfuerzo y están entre los mejores".
Además y tras debutar en 2015, ha vivido en primera persona la evolución del deporte femenino, que vivió un antes y un después en la conquista del primer mundial de fútbol en 2022: "Creo que sí, cada vez vamos un poco mejor, van pasando cosas y en unos años estará todo más igualado y tendremos una visibilidad que en el fútbol por ejemplo no se tenía y ahora sí".
"Me alegro mucho por ellas, lo disfruté mucho y hay muchos deportes donde se hace muy, muy bien y se puede llegar a tener esa igualdad para estar en un sitio mejor", ha finalizado, poniendo de ejemplo la selección femenina de waterpolo, que ganó la medalla de oro en París.