Casa Real: no me chilles que no te veo
La nueva web de la Casa Real es mucho más de lo que esperábamos. Pero ese el problema: que no esperábamos nada. Me apuesto todos los dedos de ambas manos a que alguien dijo "que se parezca a la de la Casa Blanca", y los diseñadores han cumplido esta sugerencia norma.
Cuando escuchas que la Casa Real va a lanzar una nueva web te sudan las yemas de los dedos mientras preparas el primer tuit premonitorio. Anunciaron el estreno con una semana de antelación y eso nos ha dado tiempo para acumular veneno. Yo diseñé la web de La Moncloa (entre otras webs del Estado), así que pedía clemencia aún sin ver el resultado.
Trabajar para la Administración desarrollando proyectos de comunicación web es de la cosas más extrañas a las que uno puede dedicarse. El reto (casi) nunca es el trabajo en sí, sino la labor didáctica que hay que hacer alrededor del proyecto, una labor que nunca termina. Y cuando por fin se lanza la web tratas de que no se sepa mucho: porque los obstáculos que has tenido que vencer para su lanzamiento te han dejado ciego, cojo y manco.
Ahora todo el mundo sabe que Internet es el presente, pero la "pereza" de algunos estratos del Estado para modernizarse es sólo comparable a la de cualquier español para aprender alemán: ¿vital pero superfluo? Por eso la comunicación web de la Administración es bipolar: está pero no está porque quiere pero le da igual.
Seamos justos: la nueva web de la Casa Real está muy bien. Tiene mucho más de lo que esperamos de la web del Rey.
Han colgado 12.000 fotos, gran parte inéditas, 3.000 discursos, van a actualizar los vídeos de forma continua (en YouTube, ¡viva!), agenda de actividades... etc. Desde hoy es el lugar donde más información encontrar de la familia real. Antes no lo era, así que en algo se ha avanzado.
Incluso en algunos aspectos es mejor que la de La Moncloa, donde aun utilizan un sistema de streaming de vídeos propio que no se ve ni en Mac, ni en smartphones, tablets... (si quieres ver vídeo, cómprate un televisor o ve a la web de la Casa Real).
Tiene un diseño claro y (casi) eficiente. Me apuesto todos los dedos de ambas manos a que alguien dijo "que se parezca a la de la Casa Blanca", y los diseñadores han cumplido esta sugerencia norma en la medida de sus posibilidades. Lamentablemente el Rey no es negro. Algo muy parecido ocurrió con la web de La Moncloa, Zapatero tampoco era negro pero aun así nos lo pidieron.
La nueva web de la Casa Real es mucho más de lo que esperábamos. Pero ese el problema: que no esperábamos nada, y poco más tenemos: cero transparencia económica (más allá de los datos básicos ya hechos públicos), y cero comunicación directa (¿un libro de visitas es comunicación directa?), donde ya nos avisan de que dado el gran volumen de emails que recibe esta web ni sueñes con una respuesta.
NO ME CHILLES QUE NO TE VEO
Javier Ayuso, jefe de Prensa de la Casa Real dice en una entrevista en Antena 3: "En la nueva web de la Casa Real cada miembro tiene su home". Lo que quiere decir, para quien no esté familiarizado con la terminología web: "Casi aprendo lo que es una web, pero todavía necesito un ordenador".
También el Rey apunta algo parecido cuando dice "El lanzamiento de la nueva página web de mi Casa me brinda la oportunidad de enviar un saludo a todos los que nos siguen a través de internet", lo que quiere decir: "Marte, ¿se me escucha?".