José Andrés Puerta: el chef español que cocina para Obama
(Por Julia Pérez) Se llama José Andrés. Tiene 14 restaurantes en Estados Unidos, donde se ha convertido en un showman televisivo (gracias a un exitoso programa de cocina) y en todo un icono de España junto con Almodóvar, Penélope Cruz, Gassol, Bardem o Banderas. El año pasado Obama le invitó a cenar en Navidades. Y ha conseguido colarse entre los fogones de la Casa Blanca, donde cocina para el presidente. La revista Time lo puso en el puesto 21 de su lista de los 100 personajes más influyentes de 2012. Hemos hablado con él sobre los gustos culinarios de Obama.
- ¿Cómo has conseguido colarte en la cocina de la Casa Blanca?
- Los Obama están muy preocupados por la alimentación, es evidente. Además, les encanta comer y salir a cenar fuera, no es extraño que un cocinero algo conocido en la ciudad, como es mi caso, se relacionara con ellos. Hace años que colaboro con las autoridades americanas, ojalá fuera igual con las españolas. También soy embajador de la Alianza Global por los Fogones Limpios, una iniciativa de Hillary Clinton para luchar contra la falta de salubridad en los locales públicos del tercer mundo.
- ¿Cómo es la cocina de la Casa Blanca?
- Mucho más pequeña de lo que cualquiera puede imaginar, más propia de una embajada. La controla con mano férrea una cocinera filipina. Yo entro de vez en cuando, por ejemplo para grabar un vídeo con mis hijas. Teníamos que preparar un menú semanal para una familia de 4 miembros con 50 euros. Fue un reto, pero lo conseguimos. Lo hicimos para un programa de acción social. También me hice cargo de los fogones para preparar la cocina de los cónyuges cuando se reunió el G-8. Los presidentes se fueron a Camp David y Michelle se quedo con las esposa y el Sr. Merkel, yo cociné para ellos. Lo mismo ocurrió cuando vinieron los Reyes en visita oficial.
- ¿Quién hace la compra?
La hace el personal de la Casa Blanca, cada día, en tiendas distintas. Cada mañana hay un recorrido diferente que es secreto. Nadie sabe donde se va a comprar, ni lo que va a comer el presidente y su familia. Es una medida de seguridad. También se utilizan los productos del huerto. A los Obama les encantan las verduras, en plato principal o como guarnición. El menú es muy sencillo, como el de cualquier casa: pescado, carne (al presidente le gustan las hamburguesas), pizza y muchas, muchas verduras.
- ¿Cuál es el plato favorito del presidente?
- Si te digo la verdad, no lo sé. Su postre favorito es el pie [pastel] de frutas, cuanto más crujiente mejor. Y sé que le gusta mucho el guacamole que hacemos en Oyamel, mi restaurante mexicano.
- ¿Cómo que mexicano? ¿Y la cocina española qué?
- Le encantan las tapas, las que preparamos en Jaleo y a Michelle el gazpacho, pero no es fácil introducir la cocina española en Estados Unidos. Para ellos nuestra cocina es desconocida, casi una anécdota. En mi empresa, Think Food Groop, no sólo hay restaurantes españoles, también hay mediterráneos (griego, libanés, turco) como Zaytinia, mexicanos... Mi obsesión es que la cocina española vaya ocupando un espacio cada vez mayor, que se conozca más. Desde la alta cocina, eso es imposible, hay que descender a la arena y dar de comer a miles de personas: ahí están las tapas, son nuestra gran baza. Ahora hemos iniciado un módulo de cocina española en el Culinary Institute de Nueva York, algo que debió haberse hecho hace mucho tiempo. Cuanta más cocina española se haga en el mundo más productos exportaremos, ese es el objetivo, espero que algún día algún Gobierno español lo entienda.
- ¿Tu historia es un ejemplo del sueño americano?
- Pues sí. Legué a este país hace 20 años, con poco más de 50 dólares en el bolsillo a trabajar en un restaurante que cerró. A pesar de ser amigo y alumno de Ferran Adrià [risas] tuve que buscarme la vida. He currado mucho, pero mucho, mucho, y he luchado por hacer lo que quería. Hoy lidero un equipo de 800 personas, sigo ideando proyectos y estoy orgulloso de ejercer de embajador de España. Claro que es un sueño. Y si además el presidente Obama te invita a cocinar, ¡pues genial!.
- ¿Y qué pasará con tu huerto estos cuatro años?
Bueno, no es mi huerto, es el huerto de la Casa Blanca, plantado por iniciativa de Michelle Obama, yo la ayudo en lo que puedo. Colaboro con el gobierno en muchos proyectos relacionados con la comida, la hostelería, el turismo, etc. El huerto es una llamada de atención, un mensaje a favor de la alimentación, contra la obesidad, contra el hambre. Un símbolo de la importancia que la comida tiene en la vida.