Felices sueños... olímpicos
Se agota el tiempo. La llama olímpica se acerca veloz al Estadio Olímpico londinense mientras la delegación española está ya muy perfilada, con el esqueleto perfectamente estructurado y a falta de alguna ligera variación.
Se agota el tiempo. La llama olímpica se acerca veloz al Estadio Olímpico londinense mientras la delegación española está ya, fechas presentes, muy perfilada, con el esqueleto perfectamente estructurado y a falta, únicamente, de alguna ligera variación en forma de sorpresa que en poco puede variar lo previsto.
Alrededor de 280 serán las camas que nuestros deportistas ensobrarán diariamente en la Villa Olímpica el próximo mes de agosto. Un poco menos que las que se hacían a diario en la milenaria Pekín hace ahora cuatro años, pero manteniendo tipo y nivel con una excelente delegación.
En equipos, lo que más suma en el balance total, las dolorosas bajas del hockey hierba y el baloncesto femenino, dos fijos en las últimas batallas olímpicas, han dado paso a las jovencísimas chicas del waterpolo y a las guerreras de un balonmano que, muy posiblemente, nos den, ambas, sonoras alegrías. Unas por otras, tan solo el voleibol se ha quedado huérfano de representación española en Londres, quizá diezmado en expectativas por ser el único deporte colectivo donde el contacto no tiene relevancia. No hay duda que nos gusta el roce... y se nos da bien.
Al margen de la cantidad, todos ellos, en mayor o menor medida, con sus opciones claras de magnificar, aún más, sus respectivos palmarés. Que así sea.
Él exito en la clasificación olímpica y en las expectativas de conseguir puestos de privilegio en los juegos londinenses se extiende mucho más allá. La vela, el tenis, el tiro, la sincronizada, el triatlón, el piragüismo y el taekwondo han conseguido, las que no el máximo posible, sí estar en ese límite que separa la notabilidad de la excelencia y se presentan, en la cita olímpica, con un buen puñado de opciones nada desdeñables: Marina Alabau (vela), el 470 femenino de Tara y Berta (vela), Pablo Carrera (tiro), el equipo de sincro, Javi Gómez Noya (triatlón), Joel González (taekwondo) o la mismísima Maialen Chourraut (piragüismo slalom), son claras opciones a subir a lo más alto del podium olímpico entre varias otras.
Foto: Hyungmok Cho
ATLETISMO, CICLISMO Y NATACIÓN, LAS INCÓGNITAS
La natación y el atletismo, monarcas autoritarios que dominan el vértice olímpico, son la gran incógnita en el seno de la delegación española. Dos gestiones que se hallan bajo la lupa de la observación crítica que debe opinar, cuando se diluyan los Juegos, sobre las exquisiteces de un método o de otro. Será el tiempo, sólo él, el que en breve dictará sentencia.
Natalia Rodríguez y la marcha atlética española de la mano de los experimentados Bragado, Vasco, Pascual y Povés, parecen las más importantes opciones de cara a subsanar el agravio que para algunos supuso el pasado Mundial de Daegu en el mundo atlético. Por otro lado, será la generación del 94 de las Judit, Clàudia, Marina y Bea la que blandeará los deseos de los amantes de la natación, una natación capitaneada por tres referentes del deporte español: Aschwin Wildeboer, Erika Villaécija y Mireia Belmonte. De esta última y sus seis mínimas dependerá, en buena parte, el éxito de la piscina española en Londres. ¡Ojo a Kiko! Ahí lo dejo.
Hablar de ciclismo me produce sensaciones contrapuestas. Dulce hablar sobre el pleno en ciclismo en ruta y de montaña masculino (siempre hay aspiraciones de medalla cuando Hermida está en la lista y Mantecón está como está) como también ver como la pista se resigna a ser mera comparsa en los Juegos y sigue llevando opciones claras de posiciones de privilegio (Leire, Eloy, la cuarteta de persecución...)
Agrio, el desaliento de un trabajo incompleto que provoca que no haya chica alguna ni en ciclismo de montaña ni en ciclismo en ruta (duro golpe al deporte de género)... por no hablar de un BMX que ha perdido cuatro años, que ha perdido la opción de subirse al carro del olimpismo y que no deja entrever cambios notables que le aseguren cierto programa a medio y largo plazo. No ha sido una buena gestión la del BMX, como no ha sido una buena opción, a mi entender, declinar la posibilidad que alguna de nuestras chicas, en el MTB femenino, acudiera a la cita olímpica ante la negativa de otros países. Todo es discutible. Ojalá se abra el debate.
EL PREMIO A LA VIRTUD
La gimnasia... me enamora, como lo hacen especialidades como el bádminton, el tiro con arco, la doma, el voley-playa y el tenis de mesa. Ver a nuestras chicas de la rítmica batiendo el cobre en Mundiales y Europeos, a los nuestros dando todo y más en un complicado preolímpico de gimnasia artística, a Pablo y Carolina (bádminton) paseando calidad y garra por los pabellones asiáticos y a Juan Manuel Muñoz (doma) levantando con rabia y "Fuego" de los asientos a los americanos de Kentucky, sólo es comparable con ver al dobles de Galia Dvorak y Sara Ramírez (tenis de mesa) en la final de un ITTF, a Elías Cuesta e Iria Grandal (tiro con arco) copando primeras plazas en Copa del Mundo o a Liliana y Elsa (voley-playa) jugándose el pase a unas semis de Grand Slam. Felicidades a todos. Enorme trabajo y bienvenido premio. Sois grandes y aún estáis creciendo, ¡¡qué gustazo!! Ah, que no se me olvide, grandes también nuestros saltadores de trampolín. Que un deporte con apenas trescientas licencias meta a dos deportistas en los Juegos tiene un inconmensurable mérito.
El judo, un grande del deporte español, merece un espacio único y a parte en este análisis. Cierto es que se viaja a Londres con opciones de medalla, no en vano Ana, Sugoi, Oiana y Cecilia han probado las mieles de la victoria en numerosas competiciones internacionales pero, a pesar de ello, queda el regusto amargo de algo que no acaba de cuadrar. Se esperaba mayor presencia de españoles en Londres y aunque siguen intactas todas las opciones de metal en la capital británica, da la sensación como si el judo fuera perdiendo fuelle a medida que pasan los años... ojalá esté errado y los cuatro citados junta a Conchi y Kiyoshi nos regalen tardes magníficas en Londres.
SE ESPERABA MÁS
Boxeo, Lucha, Halterofilia, Pentatlón, Esgrima, Concurso completo, Hípica- Saltos, Gimnasia trampolín y Remo escenifican, junto al ya mencionado BMX, la "cara mala" de nuestro deporte, la cara triste. Cierto es que las tres primeras han obtenido representación y que incluso existen opciones de medalla en dos de ellas, pero no menos cierto es que esperábamos más.
El boxeo femenino, algún día alguien explicará qué ha pasado, no tendrá representación en Londres y del equipo que inició esta singladura hace ahora más de tres años tan solo Jennifer Miranda quedaba entre las cuerdas para el "Mundial-preolímpico" chino. ¿Qué pasó? Se admiten apuestas.
En la lucha, el hermoso virus en forma de diploma que nos inyectó la pastora de Olaeta, Maider Unda, no ha contagiado las estructuras de un deporte que, a lo largo de estos tres últimos años, ha ido sumando derrota tras derrota sin atisbo de mejora. Posiblemente Maider inocule nuevamente el débil estado de nuestro paciente, pero no hay Maider que cien años dure. No progresa adecuadamente. Por favor, despiértenlo.
Algo parecido pasa con la figura de Lidia Valentín y la halterofilia española aunque en la lejanía, aquí sí, nombres varios parecen dar un perfil diferente a un futuro más halagüeño: Mata, Brachi, Ramos... son apellidos que irán resonando estos próximos años. Suerte a Lidia y suerte al jovencísimo (19) Andrés Mata en Londres, se lo merecen todo.
El resto... pues no es hora de hacer leña de árboles caídos. Habrá que analizar qué ha pasado, reflexionar y agudizar el ingenio y la imaginación para que no vuelva a ocurrir, para que ninguna disciplina olímpica se quede sin representación española en Río. Enorme reto, sin duda, pero un gran objetivo por el que valdrá la pena luchar (cómo me duele el remo, cómo me duele la esgrima...)
A lo lejos, Madrid 2020 se nos presenta como una oportunidad única (también "única oportunidad") para salvar a un deporte español que, lejos de una realidad brillante, está más tocado de lo que parece. "Poderoso caballero don Dinero", que decía aquél, no lo olvidemos. Sed felices!
Nota: Se ha modificado el texto original para eliminar a Rafa Nadal de la lista de olímpicos porque finalmente el tenista no participará en los Juegos de Londres. El texto fue escrito antes de que Nadal anunciase su retirada por una lesión.