América Latina, feliz de que la política no cambie en EEUU y China

América Latina, feliz de que la política no cambie en EEUU y China

Son los principales socios comerciales de la región y las dos economías mayores del mundo. La reelección de Obama fue bienvenida en América Latina; la llegada de Xi Jinping al poder no implicaría grandes transformaciones con sus fieles proveedores de alimento y energía.

Son los principales socios comerciales de la región y las dos economías mayores del mundo. La reelección de Barack Obama fue bienvenida en América Latina pero EEUU deberá priorizar sus problemas internos. La llegada de Xi Jinping al poder no implicaría grandes transformaciones ya que visitó varias veces a sus fieles proveedores de alimento y energía.

Dilma Rousseff llamó personalmente a Barack Obama para felicitarlo por su triunfo. Acordaron verse "en breve" y mantener la relación bilaterial. Para su administración, la reelección del presidente demócrata fue una buena noticia. Según una editorial del diario Folha do Sao Paulo, la relación bilateral se va a beneficiar del "continuismo": "Presidentes, ministros, diplomáticos y asesores ya se conocen y saben los temas de interés mutuo".

Las políticas conflictivas están en manos del Congreso norteamericano y las diferencias -como las importaciones de jugo de naranja y etanol- ya fueron resueltas. EEUU es el segundo mercado de exportación de productos brasileños, detrás de China.

La situación de Brasil se puede replicar en toda la región, ya sea para aquellos países con relación fluida con la Casa Blanca como con los que tienen vínculos más inestable.

El país de la región que más gana con la reelección de Obama es, sin duda, México. El cuidado de la frontera, el combate al narcotráfico y la reforma migratoria son los grandes temas pendientes. "Es una nueva oportunidad para que se replanteen las relaciones con Estados Unidos. Debemos insistir en una relación de ida y vuelta", dijo a CNN México Miguel Alonso Raya, vice-coordinador del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara de Diputados.

"Debemos insistir en la agenda migratoria, insistir en la seguridad en ambos lados de la frontera e insistir en una relación que nos lleve a comprender cada quien las necesidades que tenemos", agregó.

EEUU también es una gran fuente de dólares para México. Según datos de la consultora abeceb.com, el superávit comercial del país latinoamericano con su vecino fue de US$68.000 millones en 2011.

Para otros con relación tirante como Argentina, con varios puntos conflictivos en la agenda bilateral -quejas por trabas al comercio, juicios de fondos buitre por el default de deuda externa, fallos de arbitraje a favor de empresas estadounidenses impagos, entre otros- hay, como mínimo, alivio luego de que se frustrara el intento de llegada a la Casa Blanca del conservador Mitt Romney. Hugo Chávez, otro presidente poco afín a EEUU, respaldó la reelección de Obama, a quien definió como "un tipo bueno".

Desde el punto de vista comercial, otro período de Obama en Washington es conveniente para la región. En 2011, EEUU importó de América Latina por US$443.000 millones y le exportó por US$365.000 millones.

China, el otro gran socio y uno de los responsables del crecimiento sostenido de Latinoamérica en la última década, también cambia el timón político. El Partido Comunista se reúne para reemplazar a Hu Jintao y su lugar será ocupado a partir de marzo por su subalterno, el vicepresidente Xi Jinping.

Tampoco deberían producirse grandes cambios. "Los lineamientos de la actual política exterior de China vis-à-vis nuestro subcontinente fueron trazados en noviembre de 2008, con la publicación del Libro Blanco de las relaciones de la República Popular China para América Latina y el Caribe. Xi Jinping es copartícipe y heredero de esos lineamientos", afirmó Jorge Malena, coordinador académico de la Escuela de Estudios Orientales de la Universidad de El Salvador, Argentina.

Xi Jinping, ingeniero químico, hijo de un ex viceprimer ministro reformista y, en consecuencia, parte de aristocracia socialista, es un dirigente muy conocido para la clase gobernante de América Latina.

En febrero de 2009 estuvo en Caracas para inaugurar un Foro Empresarial binacional donde se firmaron millonarios contratos en materia energética que lograron que en 2011 el intercambio comercial cerrara en 18 mil millones de dólares. Durante esa visita también se firmaron los documentos para un préstamo chino que elevó a ocho mil millones de dólares la deuda venezolana con uno de los fondos que se tiene con esa nación.

En junio de 2001 Xi hizo una visita oficial a Cuba, Uruguay y Chile. En esa ocasión, ofreció un discurso en la sede de la CEPAL en Santiago de Chile, donde presentó los llamados "Cuatro puntos para el desarrollo común de China y América Latina". Estos son: desarrollo de la relación política a partir de una visión estratégica, coordinación de políticas y confianza mutua; desarrollo de la relación económica de modo sostenible, integral y equilibrado; desarrollo de la relación cultural promoviendo los intercambios académicos, periodísticos y de la sociedad civil; y cooperación en la solución de los problemas internacionales. Los principios que sustentan estos puntos, según Xi, son: tolerancia, mutuo beneficio, coexistencia armoniosa y diálogo sincero.

Varios países latinoamericanos tienen preciadas razones para nada cambie con China. Brasil obtuvo el año pasado US$21.000 millones de superávit comercial en su intercambio con el gigante asiático. Chile USIntroduzca texto aquí0.000 millones, Venezuela, unos US$ 5.000 millones y Uruguay, US$600 millones también de saldo a favor, entre otros. El status quo, tanto con EEUU como con China, más que bienvenido sea.

Este post estará disponible en el blog del autor La revancha de Keynes