Si Volkswagen fuese un partido político...

Si Volkswagen fuese un partido político...

Si VW fuese un partido político, ustedes ahora mismo estarían tomando el sol en las Bahamas luciendo tipo en bañador amarillo. ¿No me creen, amigos alemanes? Les pondré un ejemplo. González Pons prometió en 2011 que el PP crearía 3,5 millones de puestos de trabajo, y cuatro años y miles de parados después, no veo que sus votantes le hayan exigido daños y perjuicios.

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Foto: EFE

Señores de Volkswagen:

Han liado ustedes la marimorena al descubrirse que han trampeado sus controles de emisiones contaminantes. El viernes 18 de septiembre, el cielo se tiñó de rojo y el suelo se abrió bajo sus pies allá en su sede de Wolfsburgo, cuando la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) de Estados Unidos y el estado de California les acusó a ustedes y a su prima hermana Audi de falsear los informes sobre las emisiones de sus motores. ¡Decir la verdad, qué error, qué ingenuidad! Aunque su mayor error ha sido solamente uno: crear una empresa cuando deberían haber creado un partido político.

Si VW fuese un partido político, ustedes ahora mismo estarían tomando el sol en las Bahamas, despreocupados, posiblemente luciendo tipo en bañador amarillo. ¿No me creen, amigos alemanes? Les pondré un ejemplo. González Pons prometió en 2011 que el PP crearía 3,5 millones de puestos de trabajo, y cuatro años y miles de parados después, no veo que sus votantes le hayan exigido daños y perjuicios por haberles mentido. Según la EPA estadounidense, las emisiones de óxido de nitrógeno de los motores de ustedes son cuarenta veces superiores al límite permitido. Según la EPA española, en septiembre siguen en paro más de cuatro millones de españoles y el 91,5% de los nuevos contratos son de carácter temporal. El castigo de Pons ha sido ser elegido eurodiputado, nombrado vicepresidente del Grupo del PPE y portavoz adjunto de la delegación del PP en el Parlamento Europeo. ¿Ustedes creían que los mentirosos iban al infierno? No si eres político; en ese caso, vas al cielo.

Si hubieran creado un partido político, nadie les acusaría de haber engañado a sus clientes. Es bien sabido que la condición del político es la de engañar. La vaca muge, el perro ladra y el político engaña. No se le puede afear la conducta a la vaca por mugir ni al perro por ladrar, por tanto, tampoco al político por engañar. De hecho, cuando nos sale un político honrado, le pedimos explicaciones. Porque no es su naturaleza, no es lo que se espera de él, y nos resulta extraño. Así lo hemos entendido los españoles. Ustedes han puesto un teléfono de atención para que sus clientes con su nombre, su DNI y su número de chasis puedan saber si están afectados por el trucaje. Y el primer día les colapsamos la línea de tanto llamar. Porque los españoles, como clientes, somos muy exigentes, pero como votantes, no tanto. Nos dijeron que el IVA nos lo iban a bajar, que el copago farmacéutico no se iba a aplicar y que el despido no se iba a abaratar. Ha sucedido todo lo contrario y ya nos ve, tan campantes, tan conformes, sin un mal 902 al que llamar para pedir que nos devuelvan el pelo que nos han tomado. "¡Si es que son políticos, qué se puede esperar!" Pelillos a la mar. Como será la cosa, que si un político se dirige a mí y me dice: "Es Timada Votante...", yo ya ni me ofendo. ¿Ve usted, Frau Volkswagen, a lo que me refiero?

Si ustedes actuaran como un partido político español cualquiera, hubieran podido afirmar tranquilamente '¿600.000 vehículos dice? Pues no me consta'. Y a otra cosa, mariposa.

Necesitan también ustedes un asesor en comunicación. Pueden ustedes fichar a Arriola, que creo que ha quedado cesante. Pero hombre, ¿cómo se les ocurre declarar que en España hay 683.626 vehículos afectados por este fraude suyo? Así, a las claras, y sin una investigación judicial de por medio ni nada. ¡Angelicos, almas de cántaro! Si ustedes actuaran como un partido político español cualquiera, hubieran podido afirmar tranquilamente "¿600.000 vehículos dice? Pues no me consta". Y a otra cosa, mariposa. Ahora que FACUA les ha denunciado ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia por lo que consideran un caso de "falsedad y publicidad ilícita", si fueran ustedes un partido político podrían decir que "Volkswagen no está denunciada, sino citada en calidad de denunciada". Y aquí paz y después gloria. Tan panchos.

Si fueran ustedes un partido político, podrían valerse ustedes de dos argumentos imbatibles, irrefutables, inapelables, mejores que la formación en tortuga de los romanos. La primera es la favorita de nuestro presidente, fíjense lo que les digo. Atentos: cuando les lluevan las críticas, ustedes pregunten, "¿Y Europa?". Oigan, porque resulta que la UE ha admitido que saben desde 2007 que los tests de emisiones contaminantes de los fabricantes de coches no son fiables. Ah, ¿o sea que no sólo es Volkswagen, que el resto de fabricantes también ha hecho trampas? Ah, ¿así que incluso Samsung está acusada de manipulación de sus televisiones, que también las han trucado para que en las pruebas de laboratorio den un consumo eléctrico menor que en su uso cotidiano? Y es en ese preciso momento, cuando tengan contra las cuerdas a los que les señalan con el dedo, justo en ese instante, descarguen el segundo argumento y golpe maestro de todo estratega político: "¡Y tú más!". Ahí está, el mandoble definitivo. Fin de la crisis. Circulen, aquí ya no hay nada que ver.

Pero, ¡ay, señores de Volkswagen!, esos argumentos sólo valen si eres un partido político. Si eres una empresa y te pillan haciendo trampas, tienes que responder ante tus accionistas, indemnizar a tus clientes, despedir a tu CEO, pedir perdón públicamente y con todo y con eso, puede que la empresa termine desapareciendo. Dicen que esta crisis que están atravesando ustedes pone en jaque incluso a la industria del diésel. Surgen voces que piden que se tomen medidas enérgicas contra los vehículos diésel -e incluso su prohibición total-, ya que un organismo de investigación relaciona la contaminación que emiten los coches con miles de muertes prematuras. Si sus emisiones excesivas causan mortalidad prematura, querría yo que les preguntaran a los que siguen esperando turno para ser operados, a los que han sacrificado carreras profesionales y han supeditado sus vidas al cuidado de hijos con discapacidades porque el Gobierno les ha dejado sin ayudas, o a los enfermos de hepatitis que agotan -o han agotado- su vida esperando una medicina. Pregúntenles a ellos, a ver si los recortes en sanidad han causado o no mortalidad prematura y toneladas de angustia. Sin embargo, ¿han visto ustedes que alguien anuncie la muerte de la Política por culpa de los recortes de los ministerios de Sanidad o de Hacienda? ¿O el cierre del Congreso? No, ¿verdad?

Pues eso. Refúndense. Cámbiense el logo. Supriman alguna vocal de la marca. Échense un bailecito. Sonrían para el selfie. Háganse políticos, señores de la Volkswagen, y verán sus problemas solucionados por arte de birlibirloque. Es mejor que el comodín de la llamada, la capa de invisibilidad de Harry Potter y las "cocretas de la inmunidad" de Belén Esteban juntos. En este mundo, ser político es un chollo.