Pedro Sánchez: "No descarto entenderme con nadie, ni con Ciudadanos, Podemos o el PP"
El presidente, que ha acusado al independentismo de "tener miedo a dialogar" no ha descartado ningún pacto tras el 28-A.
Pedro Sánchez sigue cincelando su aura de hombre de Estado de cara al 28-A. El presidente del Gobierno, en la primera entrevista que concedía tras anunciar la convocatoria adelantada de elecciones, no ha descartado ningún pacto tras los comicios. Ha señalado también que "el independentismo tiene miedo a dialogar" y ha asegurado que "los españoles tienen que unirse, porque afrontamos importantes desafíos".
El presidente Sánchez, sentado ante Carlos Franganillo frente a una mesa con mucha historia de su despacho, ha dedicado los primeros minutos de la entrevista a ensalzar el trabajo de su Ejecutivo durante los últimos ocho meses. "Con 84 diputados, hemos sacado adelante 13 leyes y 25 decretos que han hecho mucho bien a la sociedad española", ha explicado.
Ha asegurado que el trabajo parlamentario ha sido dificultoso porque algunos partidos se han empeñado en entorpecer su tarea, a lo que el entrevistador ha replicado con una pregunta: "Si no podía Gobernar, ¿por qué no ha convocado elecciones antes?".
"No lo he hecho", ha respondido, "porque a pesar de las dificultades, hemos gobernado. Teníamos 84 diputados y eso nos obligaba a tejer muchas alianzas. En lo que hemos sacado adelante se ve que ha salido con muchos apoyos. Hemos gobernado para la mayoría", ha dicho Sánchez.
El presidente ha explicado que no considera la convocatoria adelantada de elecciones "un fracaso". "Cuando uno está en la presidencia del Gobierno, tiene que hacer su trabajo y cumplir con su deber. Cuando no se puede gobernar más, lo sensato es convocar elecciones", ha justificado tras explicar que "los Presupuestos lo son todo para un Gobierno" y que el rechazo a los suyos le impedía continuar su tarea.
El panorama postelectoral
Al repaso de los logros de su etapa al frente del Gobierno, muy similar a la que hizo el pasado viernes en la comparecencia en la que anunció la convocatoria de elecciones anticipadas, le han seguido algunas consideraciones sobre el panorama ¿endiablado? que puede abrirse tras la llamada a las urnas del 28-A.
El presidente no ha descartado ningún pacto postelectoral. Absolutamente ninguno. Ni tras la ruptura de la mesa de negociaciones con los independentistas tras el lío del relator ni después de que Ciudadanos haya decidido este lunes, sin necesidad de esperar a ver qué dicen las urnas, que no pactará con el PSOE así sea el último partido sobre la Tierra.
Sánchez ha rechazado vetar a ninguna formación de cara a los pactos postelectorales. Ni a los independentistas ni a esa oposición que tan difícil se lo ha puesto durante estos meses. "No descarto entenderme con Ciudadanos, con Podemos o con el PP", ha anunciado.
Sabe que para llevar adelante su proyecto transformador necesita "muchos más" diputados de los 84 con los que cuenta actualmente su partido.
"El independentismo tiene miedo al diálogo"
"¿Hubiese sido posible la Transición sin diálogo?", ha preguntado retóricamente Sánchez después de ver unas imágenes en las que Felipe González y Emiliano García Page, de su partido, mostraban su contrariedad por los acercamientos del presidente a Quim Torra y al Govern de la Generalitat para buscar una salida dialogada al conflicto en Cataluña.
El presidente ha asegurado aceptar la "discrepancia dentro del PSOE" y ha relatado, con respecto a las fuerzas soberanistas que "hemos estado dialogando, y dialogando mucho". "Pero hay partidos que viven del agravio territorial y que preferirían vivir en un 155 permanente", ha aseverado, antes de cargar contra las fuerzas independentistas por su rechazo al diálogo.
"El independentismo tiene pavor a sentarse a dialogar, a sentarse en una mesa, a ser conscientes de que la independencia no es posible en Cataluña. Aquello de las 150 monedas y aquel traidor que le dedicaron a Puigdemont les tiene paralizados", ha sostenido.
En cuanto al juicio del 'procés' y sus implicaciones políticas, Sánchez ha preferido no salir de la tesis del respeto a la independencia del poder judicial. "Nadie me habrá escuchado nunca decirle al Tribunal Supremo como tiene que hacer su trabajo. Hay preguntas, como la de los indultos, que podremos hacernos sólo cuando haya una sentencia, no antes".
La oposición y el insulto
El asunto catalán ha servido al presidente para hacer un reproche a Podemos, al que ha agradecido el apoyo "en algunas medidas" y al que ha criticado por su respuesta "a la crisis catalana y en el decreto ley sobre la vivienda".
Los dardos más afilados de Sánchez han ido, sin sorpresas, contra "la derecha". Ha asegurado que el problema para los partidos en ese espectro ideológico "no es cómo gobierna el PSOE, sino que el PSOE gobierne".
"En la oposición hay partidos que quieren instalar un 155 perpetuo y yo creo que el 155 debe ser una respuesta proporcional al desafío, no un arma electoral", ha defendido el presidente en referencia al endurecimiento del discurso de PP y Ciudadanos con respecto a la situación en Cataluña.
Carlos Franganillo le ha recordado a Sánchez algunos de los epítetos que desde la oposición se le han dedicado, como el de "okupa" y también las críticas recibidas por sus viajes en el Falcon, el avión presidencial. Él se ha defendido de lo segundo asegurando que "representar a España es tarea de un presidente del Gobierno" y de lo primero al asegurar que el "28-A tenemos que dar la espalda a la crispación".
Sánchez también ha explicado que le parece "peligroso que se tache a un presidente del Gobierno de ilegítimo y de okupa" y ha añadido que "el ataque personal es algo que debemos desterrar de la política. No lo he hecho con ninguno de mis contrincantes. Creo que es hora de que los españoles se unan, porque tenemos muchos desafíos por delante".
Tiempo de promesas
El presidente del Gobierno ha prometido que la primera medida que tomará si es reelegido será la aprobación de unos "presupuestos sociales" y también acometer la "gran transformación" que necesita el sistema educativo.
Una transformación que según ha subrayado tiene que afectar a todo el sistema, desde la educación infantil hasta la universitaria o la formación profesional y continua.
Sánchez también ha reconocido que no ha podido derogar la reforma laboral del Gobierno del PP aunque sí se ha trabajado en algunos de sus aspectos lesivos. Pero su compromiso si permanece en La Moncloa es el de aprobar un nuevo estatuto de los trabajadores y abordar un paquete de medidas en el que estaría también la reforma laboral.
Listas electorales y apuestas personales
Sánchez ha asegurado que el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, sería un "extraordinario" cabeza de cartel del PSOE para las elecciones europeas al ver en él al "candidato natural" a ocupar ese puesto.
Sánchez ha elogiado la figura de Borrell, si bien no ha confirmado que vaya a ser el número uno de la lista del PSOE a las elecciones europeas del próximo 26 de mayo.
"Es un extraordinario ministro de Asuntos Exteriores y sería también un extraordinario candidato a las europeas. Es una de las personas que lógicamente tiene, como candidato natural, esa condición", ha afirmado Sánchez.
Respecto a las listas al Congreso y al Senado de las elecciones generales del 28 de junio, el jefe del Ejecutivo ha apuntado que el grupo parlamentario que salga de las urnas representará la "pluralidad" del PSOE, pero ha puntualizado que deberá "estar alineado con la tarea que está desempeñando el Gobierno".
Ha admitido que las dimisiones de Máxim Huerta y de Carmen Montón como ministros de Cultura y Sanidad, respectivamente, durante su mandato le han afectado "en lo personal".
"Apuestas por una serie de personas y, desgraciadamente, luego no cuaja esa apuesta", ha lamentado Sánchez.
No obstante, ha subrayado que su Gobierno ha demostrado "una ejemplaridad y una exigencia en el cumplimiento de la tarea pública sin parangón". "No digo que hayamos sido los mejores, pero lo hemos aplicado en primera persona", ha añadido.
El presidente, además, presenta este martes en las librerías su libro Manual de Resistencia. El volumen, del que se han ido conociendo extractos durante los últimos días, es un repaso de Sánchez a su trayectoria política más reciente y, también, a los días previos y posteriores a la moción de censura que desalojó a Mariano Rajoy de La Moncloa. "Es un libro que concebí cuando era jefe de la oposición", ha explicado.