Enteraos, chavales: hay que votar en las europeas
El voto joven en las elecciones del 26 de mayo es más importante que nunca.
Bélgica 10%
Luxemburgo 13%
Suecia 34%
Malta 38%
Grecia 55%
Italia 55%
Lituania 56%
Dinamarca 62%
Alemania 71%
Austria 71%
Chipre 71%
España 73%...
... Y así podríamos seguir hasta completar la lista de los 28 países que forman la Unión Europea con los desoladores porcentajes de jóvenes de entre 18 y 24 años que en las pasadas elecciones europeas, celebradas en 2014, decidieron NO ir a votar. De hecho, sólo uno de cada cuatro ejerció su derecho a voto.
A cinco meses de que se repita la cita con las urnas, los europeos tienen ante sí un reto aún mayor: el de luchar contra las posturas xenófobas, radicales y eurófobas cada vez más extendidas en una Unión que dice adiós a uno de sus miembros, Reino Unido.
Precisamente el referéndum del Brexit es un caso paradigmático de lo que puede provocar la abstención de los jóvenes. En aquella votación celebrada en junio de 2016, tres cuartas partes de los ciudadanos de entre 18 y 24 años estaban a favor de permanecer en la UE, pero sólo el 36% acudió a las urnas. En sus manos estaba revertir el resultado... Pero prefirieron quedarse en casa. Y luego vinieron los lamentos.
"La gente que no vota piensa que no pasa nada o que no va a tener un efecto sobre ellos", opina Karim Hallal, murciano de 23 años asentado en Bruselas. Pero él sabe que eso es falso, y por eso se embarcó en la misión de convencer a otros jóvenes europeos para que no duden en expresar su opinión en las urnas el próximo 26 de mayo.
Ese día los españoles tendrán que depositar entre tres y cuatro papeletas para elegir eurodiputados, concejales, presidente en trece comunidades autónomas y quizá hasta presidente a nivel nacional (si finalmente se celebran elecciones generales ese día). Esto, como explica el portavoz de Comunicación en el Parlamento Europeo, Jaume Duch, tiene sus riesgos. "Son unas elecciones complicadas porque normalmente aparecen tapadas por las noticias nacionales", sentencia. "Es necesario que todos hagamos un esfuerzo para dar a conocerlas", insiste Duch. Al tratarse de la única cámara transnacional, se trata de los comicios "más importantes del mundo" y, según el portavoz, el papel de los jóvenes resulta clave: "El futuro de la juventud en Europa está estrechamente ligado al futuro de la UE".
Sabiendo que el proyecto de futuro de la UE está en juego, es hora de convencer de que la idea fundamental por la que nació Europa es más necesaria que nunca: preservar la paz y hacerlo de una forma unida.
Si algo ha demostrado el continente europeo a lo largo de su historia es que se sustenta sobre unas bases de valores y constancia que hacen que no se rinda a la primera. Por eso, los europeos, fieles a esos principios, siguen defendiendo la UE y todo lo que implica. Y sus jóvenes no iban a ser menos. Pese a no prodigarse demasiado en las urnas, muchos son conscientes de que buena parte de los privilegios de los que gozan desde que nacieron se los deben a la Unión Europea, como lo son de que el riesgo de que la escasa participación del electorado del que forman parte favorezca el auge de formaciones euroescépticas. De ahí que unos 100.000 voluntarios de todo el continente se hayan registrado en la iniciativa #Estavezvoto, con la que el Parlamento Europeo busca fomentar la participación en esta cita electoral y explicar la trascendencia que las instituciones comunitarias tienen en las principales políticas que desarrollan los Gobiernos nacionales.
Karim Hallal es el embajador español de esta iniciativa que más socios ha conseguido. En concreto, ha convencido a 572 jóvenes españoles para inscribirse en #Estavezvoto y seguir a través de esta plataforma la actualidad europea.
Todos ellos ahora saben que las de mayo serán las primeras elecciones al Parlamento Europeo tras el Brexit: por primera vez, Reino Unido no vota y, aunque se reduce el número de europarlamentarios totales, España suma cinco diputados en la Eurocámara.
La ultraderecha, un motivo (más) para votar
Ante la posibilidad de que en dicha Eurocámara quede reflejado el auge de la ultraderecha, crecen las voces de quienes animan a votar en masa —por opciones más moderadas— para frenar esta tendencia. Pero, ¿qué piensan los votantes?
Según el Eurobarómetro del Parlamento Europeo, en las pasadas elecciones de 2014 en España votó el 43,8% de la población, un punto por encima de la media europea. De las personas que no votaron, el 60% se escudó en que su voto no llegaría a cambiar nada. Cosa que no es cierta.
"La Unión Europea influye en temas con los que nos sentimos muy involucrados, como Cataluña, la Manada o el barco Aquarius, pero parece que la gente no se da cuenta", lamenta Hallal. Él mismo lo cuenta en sus vídeos de Youtube e Instagram: en menos de 5 minutos, el joven resume, por ejemplo, por qué "tu voto cuenta".
Hallal opina que parte de la culpa de la abstención en las europeas recae sobre un "fallo de comunicación" por parte de las instituciones. "Me parece que no se llega a explicar bien la función de la UE", sostiene, aunque también lo achaca a la indiferencia e ignorancia de la gente. Por ejemplo, "según EUROSTAT, sólo el 37% de los ciudadanos de la UE decían estar informados sobre la cuestión de la emigración en Europa", cita, y ese interés depende de cada uno. "En Murcia o en Madrid la gente no está igual de informada que en Bruselas", lamenta.
Paola Tejada, malagueña de 24 años, coincide a la hora de determinar por qué los jóvenes no votan. "Creo que se debe a que no conocen el mecanismo de la UE, lo que esta significa para los Estados miembros y las repercusiones que tiene en nuestras vidas", señala. "Poca gente sabe que decisiones de los tribunales europeos tienen repercusión en nuestro ordenamiento jurídico y en las resoluciones que adoptan los tribunales españoles", apunta la joven, que se está preparando unas oposiciones a la carrera judicial y fiscal. "El ejemplo más reciente ha sido la sentencia europea de las cláusulas suelo que nuestros tribunales se han visto obligados a aplicar", ilustra.
Pese a poner en valor el papel de las instituciones, Tejada no votó en las últimas elecciones andaluzas. "No había ningún partido ni candidato con un programa político que se ajustara a mis ideas, ni dirigente que me pareciera idóneo para el cargo", argumenta. Tampoco se arrepiente de no haber ido a votar después de ver los resultados: "Es más o menos lo que me esperaba. Y no creo que la abstención haya tenido ninguna consecuencia".
Para Hallal, este argumento no es válido: "Precisamente si votas y te equivocas es el mejor incentivo para votar mejor la próxima vez". Para explicárselo mejor a sus amigos, el murciano trata de "buscar sus intereses para incentivarles por ahí". "Si les interesa la ecología, les cuento qué hace la UE en ese tema. Pero con cosas concretas, porque lo de las regulaciones es lo que se ha contado siempre y el mensaje no ha calado", zanja.
Tejada también está convencida de que "se necesita más educación sobre la UE, sobre su función, sus repercusiones y ventajas"; y de que debería darse "a nivel escolar, para que todos estemos más concienciados de su importancia". Sin embargo, Hallal va más allá: lo que falta en España es "educación política". "No se trata de posicionarse, sino de hablar de política, de debatir tranquilamente, que no sea un tabú o esté mal visto", defiende el joven. "En 2014 ya se abrió un poco el espectro político... y eso es lo que yo pretendo: hablar de política sin necesidad de encasillarme en una ideología".
Tejada y Hallal son dos formas de ver la UE que, en definitiva, representan a la gran mayoría de los jóvenes. En sus manos está comprender que el punto actual que atraviesa el continente hace que estas elecciones sean para elegir entre los que quieren más y los que quieren menos Europa. Sólo si se opta por lo primero, desafíos tan diversos como la lucha contra el cambio climático o la mejora de la situación laboral de los jóvenes pasarán a estar a una distancia algo menos lejana.
Esto es en lo que Duch pone especial énfasis: la campaña #Estavezvoto tiene como meta "descentralizar". Los ciudadanos tienen que tratar los temas que les interesan, y en cada país esas temáticas son diferentes. "En España la prioridad es el paro", explica, mientras que en Italia se habla "de la política migratoria". De ahí que destaque también la importancia de los medios de comunicación y de todas las plataformas: "Tenemos que saber usar también las redes sociales para contactar con los 400 millones de ciudadanos europeos". En estas elecciones no sólo se van a elegir nombres, sino que se va a optar "por un modelo de Unión Europea". Estos no son modelos ideológicos. "Se trata de saber si se quiere más UE o menos UE", concluye el portavoz de Comunicación.
En la mano de todos los europeos, pero especialmente de los más jóvenes, está que el proyecto por el que tanto lucharon sus antepasados no pase a ser sólo algo de lo que se hable en los libros de historia.