Eugenia Martínez de Irujo confiesa en 'Planeta Calleja' el infierno que vivió en su infancia
"Que mi madre se casara con Jesús Aguirre fue nefasto para nosotros".
Eugenia Martínez de Irujo fue la invitada del episodio de Planeta Calleja emitido este domingo en Cuatro y entre otras cosas, habló de lo difícil que había sido para ella la infancia, a pesar de reconocer que nunca le había faltado de nada, excepto el cariño de su madre.
La hija de Cayetana Fitz-James Stuart, duquesa de Alba, habló con Jesús Calleja de la cantidad de actividades extraescolares a las que tuvo que asistir cuando era pequeña. "Tenía un itinerario complicado. Mi madre me ponía clases de todo; tenía que jugar al tenis, hacer ballet, flamenco, guitarra, esquí... Comía en 15 minutos y me tenía que cambiar de ropa en el coche. Y así todos los días".
Hasta que un día se saturó tanto que en cuanto pudo dijo: "Se acabó", porque también admitió que de pequeña había sido un poco rebelde y que siempre que podía se saltaba las normas.
"Pero tu madre también era un poco antinormas", señaló Calleja. "Sí, pero para ella, para los demás no", respondió Martínez de Irujo.
La hija mejor de la duquesa de Alba explicó que su madre había tenido una educación muy dura y eso fue lo que les trasladó a ella y a sus cinco hermanos. "Mi madre nos ha querido mucho y no nos ha faltado de nada, pero lo que era comprensión, cariño y todo eso escaseaba", contó y recordó que con quien más habían convivido era con la nanny.
No siempre fue así
Además, Martínez de Irujo recuerda con especial amargura el momento en que su madre se enamoró de Jesús Aguirre, con quien se casó a los pocos meses cuando ella tenía ocho años. "Antes dormía siempre con ella y estaba siempre con ella... Hasta que se enamoró de este individuo. Eso sí que fue pésimo para nosotros. Para mí ha sido un personaje muy culto, muy preparado, jesuita... y todo lo que tú quieras, pero cero humano, muy malo... A mí me dijo unas cosas con 11 años que se me quedaron grabadas", confesó e insistió en que para ellos aquella relación había sido nefasta.
Calleja le preguntó por aquel episodio y ella, con algunas dudas, al final se lanzó: "Me llamó a su despacho y me dijo que si seguíamos viviendo en casa era todo gracias a él. Como todo fue tan desagradable, y yo tenía 11 años, me puse a llorar".
Aguirre le dijo que entendía que llorase porque su madre estaba mala del corazón —"jamás tuvo nada del corazón"— y que le quedaba muy poco de vida: "Y me dijo que cuando le pasara algo me pesaría en la conciencia porque la culpa sería mía".
"Fue horrible"
"Todo el mundo tiene a este hombre como en los altares pero mira, me quedo muy bien sacando lo que ha sido en realidad. Fue horrible y duró 25 años", afirmó.
Calleja se sorprendió de lo que había contado y preguntó si alguna vez se había enfrentado a él. Ella aseguró que sí, que lo había hecho "muchas veces, pero mi madre siempre le defendió hasta el final".
"Siempre quiso que le viéramos de otra manera e incluso cuando murió, ella salió llorando diciendo que había sido el amor de su vida. Y yo nunca lo entendí", reveló.
Sin embargo, a pesar de todo esto y de reconocer que se había quedado muy a gusto contando aquello, Martínez de Irujo insistió en que se sentía una persona muy afortunada y que había tenido mucha suerte en la vida.