Cospedal deja su escaño en el Congreso
Renunció también a la dirección del PP aunque sigue defendiendo sus contactos con Villarejo.
Adiós a la vida política. La ex secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha anunciado en un comunicado que abandona su escaño en el Congreso de los Diputados, dos días después de que dejara la dirección del Partido Popular.
Cospedal ya comunicó esta semana que renunciaba a ser miembro del Comité Ejecutivo Nacional del PP tras la filtración de unos audios de conversaciones con el excomisario José Manuel Villarejo y su marido, Ignacio López de Hierro, en el que se encargaban espiar a su compañero de partido Javier Arenas y al hermano de Alfredo Pérez Rubalcaba.
En el comunicado, Cospedal señala que deja el Congreso para "liberar al PP de cualquier ataque, por muy injustificado que este sea, sobre todo cuando estamos en un importante proceso electoral en Andalucía". "Lo hago también para que mi formación política se sienta libre de denunciar la situación que vive nuestro país, empezando por un presidente del Gobierno que lo es gracias a los enemigos de España", añade.
"Yo nunca he mentido", defiende la ex secretaria general, que contrapone su actitud a actuales ministros como la de Justicia, Dolores Delgado, también salpicada por las filtraciones de Villarejo.
Cospedal explica que desde el último congreso nacional del PP -en el que salió elegido Casado en segunda ronda gracias a su apoyo- tomó la decisión de dejar la política: "Tenía previsto, desde aquel día, dejar la vida pública al término de una transición ordenada en mis responsabilidades".
Y se queja: "Nunca pensé que lo fuera a hacer en un ambiente así". "Esta misma semana aseguré que no tenía por qué dejar mi escaño. No he hecho nada de lo que me sienta avergonzada. Pero después de reflexionarlo más, he querido adelantar mi decisión unas fechas porque, por una vez, tengo derecho a cuidar de mi misma y de los míos", comenta.
A lo que añade tajantemente: "Las interpretaciones que se hagan de mi salida ya no me atañen".
"Mi absoluta tranquilidad de conciencia"
La salida de Cospedal se produce tras el malestar de buena parte del partido al conocerse las conversaciones con Villarejo y su marido. Los audios desvelaban que encargaron trabajos puntuales al excomisario, entonces al servicio del Ministerio del Interior.
Se reunieron en secreto en la calle Génova durante julio de 2009, en plena irrupción del caso Gürtel. Villarejo desvelaba que había intentado frenar algunas operaciones judiciales contra el PP y que había avisado a los populares valencianos para destruir documentos. En esas conversaciones se llegaba a decir que el presidente del PP entonces, Mariano Rajoy, estaba de acuerdo con los encargos de espionaje.
Cospedal admite que ha cometido "errores" durante estos años, pero rechaza que su interlocución con Villarejo -"el responsable de una empresa autorizada por el Ministerio del Interior"- no lo es. "Reitero mi absoluta tranquilidad de conciencia ante lo que hice: escuchar y pedir aclaraciones", subraya.
"Mi obligación -prosigue- era tratar de saber qué esta ocurriendo. Mi deber era apoyar a mi partido desde la regeneración, aunque fuera a costa de granjearme numerosos enemigos. No hubiera actuado de forma diferente diez años después", declara.
"Si es un pecado mortal haber hablado con un comisario de policía que por aquel entonces -no lo olvidemos- acaba de ser condecorado por el entonces ministro del Interior del PSOE, entonces me equivoqué", aclara la política.
Y acto seguido reconoce: "En lo que seguro me equivoqué fue en pedir a mi marido que me ayudara en una interlocución que no era fácil. Me equivoqué a la hora de pedirle que ayudara al PP. Ahora él está pagando por haberme ayudado a tratar de tener una visión más clara de lo que estaba ocurriendo".
Asimismo, declara: "Nunca he tenido que mentir, nunca lo he hecho. Siempre he dicho la verdad". Para añadir que "la verdad" es que "nunca" ordenó espiar a nadie. "Pedí más información para confirmar si eran ciertas cuestiones concretas que me había hecho llegar", dice para justificar los encargos al excomisario.
En el comunicado de tres páginas, Cospedal hace una defensa de su trayectoria y arranca indicando que desde que empezó en política "no ha tenido otro interés" que defender a España y "a través de las siglas del PP".
"Durante los últimos diez años he tenido el honor de ser secretaria general del PP. He compartido con mucha gente buena mi ilusión por una España mejor, más fuerte y libre, por una España auténticamente democrática", incide la exministra de Defensa.
En este sentido, argumenta que nunca ha sentido la política como un trabajo más: "Estar por estar, a cualquier precio, no tiene sentido". Cospedal se queda "con todo lo bueno" de estos años y con "el cariño" que ha recibido.
Cospedal dice adiós a la política (y con un mal sabor).