La economía mundial pinta peor de lo esperado y es culpa de Donald Trump, según el FMI
La guerra comercial entre China y EEUU pasa factura al planeta.
El FMI lo ve claro: la economía global crecerá menos de lo previsto, un 3,7% en 2018 y 2019, por la guerra comercial entre EEUU y China desatada por Donald Trump, que no tiene visos de detenerse.
"La agenda comercial refleja cuestiones políticas, y la política permanece sin resolución en varios países, lo que aumenta los riesgos aún más", ha explicado Maurice Obstfeld, economista jefe del FMI, al presentar el informe Perspectivas Económicas Globales en Bali (Indonesia).
Obstfeld ha destacado que "el impacto de las políticas comerciales y la incertidumbre se están volviendo más evidentes a nivel macroeconómico".
"Dos grandes acuerdos comerciales regionales están en el aire. Tratado de Libre Comercio de América del Norte (entre México, EEUU y Canadá) y la Unión Europea (negociando el Brexit). Los aranceles de EEUU a China pueden alterar las cadenas de suministro, especialmente si hay represalias", ha agregado.
Hasta la fecha, el gobierno de Trump ha gravado importaciones chinas por valor de 250.000 millones de dólares y ha advertido de su disposición a agregar aranceles a los 267.000 millones restantes de la balanza comercial con Pekín.
Estados Unidos, la primera economía global, crecerá en 2018 un 2,9%, en línea con lo esperado, pero en 2019 su expansión será del 2,5%, dos décimas menos de lo anticipado en julio. En China el crecimiento de 2018 se mantendrá en el 6,6%, pero se desacelerará hasta el 6,2% en 2019, dos décimas menos.
La Eurozona, "decepcionante", pero España sigue a la cabeza
El FMI ha rebajado en 2 décimas su previsión de crecimiento de la zona euro para 2018, hasta un "decepcionante 2%, por la ralentización de las exportaciones y la prolongada incertidumbre sobre el Brexit, si bien mantiene la de 2019 en el 1,9%.
"Entre las economías avanzadas, el crecimiento ha sido decepcionante en la zona euro y en el Reino Unido. El menor crecimiento en las exportaciones tras un fuerte aumento en el último trimestre de 2017 ha contribuido notablemente a la ralentización de la zona euro", señala el informe.
España, de la que el FMI ya adelantó cifras la pasada semana, seguirá a la cabeza de las grandes economías del euro, con un crecimiento previsto del 2,7% este año y del 2,2% en 2019.
El documento revisa a la baja las perspectivas de Alemania hasta un 1,9% estimado para este año y el próximo, lo que supone una reducción de 3 décimas y de 2 décimas, respectivamente. También recorta las de Francia, para la que espera un crecimiento del 1,6% en cada uno de esos años.
Italia, por su lado, mantendrá su baja tasa de crecimiento, con una estimación del 1,2% para 2018 y del 1% para 2019, a la espera de que se aclare la agenda política del nuevo Gobierno.
Como viene haciendo en sus últimos informes, el Fondo, avisa de que el crecimiento en la zona euro seguirá frenándose hasta el potencial del 1,4% anual debido al envejecimiento de la población y a que el crecimiento de la productividad se modera.
Los emergentes, en problemas
Pero los problemas también se han traslado a los países emergentes, que hasta hace poco mantenían el impulso de la economía global mientras los desarrollados cicatrizaban sus heridas tras la crisis de 2008.
"Las revisiones negativas para los mercados emergentes y en desarrollo son más severas (...) Vemos señales de menor inversión y manufactura, que se suma un débil crecimiento en el comercio", ha subrayado Obstfeld.
El economista jefe del Fondo ha citado los casos de Argentina, que encadenará dos años de recesión tras la abrupta depreciación del peso que llevó a Buenos Aires a solicitar un paquete de rescate, o Turquía, cuyas previsiones han pasado de un 3,5% en 2017 a apenas un 0,4% este año.
También ha rebajado sus expectativas para Brasil y México, aunque la nota más negra del análisis de Latinoamérica sigue siendo Venezuela, que vive una profunda crisis económica que se traducirá en una contracción del 18% para este año y del 5% para 2019.
Sumado a este panorama, el ente financiero mundial aseguró que prevé que Venezuela tendrá en 2019 una inflación de 10.000.000%.
Preocupa el endeudamiento, un 60% más elevado que antes de la crisis
El Fondo ha alertado de los riesgos del elevado endeudamiento (la deuda global se encuentra en 182.000 billones de dólares, un 60% más que al comienzo de la crisis financiera), que oscurece el horizonte en un momento de previsible encarecimiento de la financiación tras años de masivos estímulos monetarios.
La Reserva Federal ha elevado los tipos en tres ocasiones en 2018, hasta el rango actual de entre el 2% y 2,25%, cifras no vistas desde hace una década. Y se prevé que suba una vez más el precio del dinero en su reunión de diciembre, lo que presionará a los países con elevados déficit y abultada deuda en dólares.
Obstfeld ha sido especialmente directo en este sentido: "Los gobiernos tienen menos munición fiscal y monetaria que la que tenían cuando la crisis financiera global estalló hace 10 años".