Shawkan, el icono mundial de la libertad de prensa al que quieren condenar a muerte
El fotoperiodista egipcio Mahmoud Abu Zeid fue arrestado en 2013 cuando cubría una manifestación. La lectura de su sentencia ha sido aplazada 50 veces. Hoy RSF y Amnistía han pedido su liberación en Madrid.
Las secciones españolas de Reporteros Sin Fronteras (RSF) y Amnistía Internacional se han concentrado esta mañana frente a la embajada de Egipto en Madrid para pedir la puesta en libertad y absolución del fotoperiodista Mahmoud Abu Zeid, más conocido como Shawkan, que está siendo juzgado en Egipto junto a otras 738 personas, y para el que la fiscalía pide la pena de muerte. La lectura de la sentencia ha sido aplazada más de 50 veces y la nueva vista está fijada para el 28 de julio.
Shawkan lleva preso desde su detención, en agosto de 2013. Está apadrinado por periodistas españoles en el marco de la campaña de apoyo a encarcelados de RSF España y Amnistía Internacional, que hace campaña desde hace cinco años, ha recogido más de 230.000 firmas en España.
Este informador fue detenido en agosto de 2013 en su país. Tras el derrocamiento del presidente Mohamed Morsi, Shawkan comenzó a tomar fotografías de una gran acampada organizada por los partidarios del exmandatario de los Hermanos Musulmanes, que tenía lugar en la plaza de Rabaa al Adawiya de Ciudad Nasr, en El Cairo. Allí fue arrestado junto con otras muchas personas. Está acusado de asesinato, intento de asesinato, pertenencia a un grupo ilegalizado, participación en una manifestación ilegal y posesión de armas. En marzo de 2018 la fiscalía pidió para él y para otras 738 personas la pena de muerte.
Shawkan fue golpeado por agentes de policía y soldados durante su primer día de detención y también en su trasladado a la prisión de Abu Zaabal: "Tenía mucho miedo, creí que iba a morir. A cada hora, venían y seguían golpeándome con todo tipo de objetos. Posiblemente fueron los peores días de mi vida. Me duele incluso recordarlos", ha explicado, según Amnistía.
En la cárcel su salud se ha deteriorado mucho, como consecuencia de una hepatitis C. A pesar de ello las autoridades le niegan acceso a medicación. Su familia ha apelado al menos 17 veces al fiscal para que lo deje en libertad por razones médicas, en vano.
La detención de Shawkan no sólo viola las convenciones básicas de derechos humanos, por ser detenido mientras ejercía su labor de periodista, sino que es ilegal según la legislación egipcia. Lleva recluido mucho más tiempo del que estipula el artículo 143 del Código de Procedimiento Penal de Egipto, que fija en dos años el periodo máximo de detención de las personas recluidas por cargos castigados con la cadena perpetua o la muerte. De conformidad con ese artículo, la detención de Shawkan es ilegal y supone otro duro golpe para los derechos humanos en Egipto.
El tribunal ha pospuesto más de 50 veces las audiencias judiciales de este reportero, fundamentalmente como consecuencia de la cantidad de personas que hay en la causa. Los juicios colectivos de esta índole no son compatibles con el derecho a un juicio justo. Las autoridades egipcias han negado repetidamente a la representación letrada de Shawkan el acceso a documentos clave relacionados con la causa. El alargamiento del encierro y las sucesivas anulaciones, además, generan una terrible angustia en el reo y en su familia.
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Protesta mundial
Entre las numerosas organizaciones internacionales que han pedido la liberación de Shawkan -convertido en un icono mundial de la libertad de prensa-, también está el grupo de trabajo de detenciones arbitrarias de Naciones Unidas, que en octubre de 2016 consideró su detención como arbitraria. En el presente año, Mahmoud Abu Zeid ha recibido el premio UNESCO – Guillermo Cano.
Reporteros Sin Fronteras ha pedido su libertad en numerosas ocasiones y a nivel internacional, ha impulsado campañas participativas como #MyPicForShawkan, o destacando su caso en los actos de apoyo a periodistas encarcelados que organiza cada 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa.
Con la concentración de hoy, Reporteros Sin Fronteras y Amnistía Internacional pretendían instar una vez más a las autoridades egipcias a comprender la injusticia del encarcelamiento de este informador, cuyo único delito ha sido ejercer su trabajo periodístico.
La petición de pena de muerte es algo "disparatado", en opinión de Macu de la Cruz, vicepresidenta de Reporteros Sin Fronteras y madrina de Shawkan, junto a otros periodistas españoles. "Es como convertir en delincuencia el periodismo.Eso es lo que hace el régimen de Al Sisi", ha denunciado.
De la Cruz se ha declarado "poco optimista", indicando que lo máximo que espera es que sea condenado a una pena menor que no implique la muerte. "Queremos esperar lo mejor, pero lo cierto es que no es la primera vez que en estos juicios colectivos lo que ha pasado es que se han dictado condenas de muerte colectiva. Ojalá no sea ese el caso", ha apostillado la directora adjunta de Amnistía Internacional España, Eva Suárez-Llanos. "Fue detenido solo por estar ahí haciendo fotografías", recuerda.