El clan Casado

Horas de máxima tensión en el Partido Popular. Pablo Casado se recorre toda España buscando los últimos votos de cara al congreso del fin de semana, en el que los 3.082 compromisarios deberán elegir entre él o Soraya Sáenz de Santamaría para suceder a Mariano Rajoy.

Y, mientras, el equipo más cercano a Casado hace rondas de llamadas entre esos delegados. Hasta tres llevan. Les salen las cuentas: dicen tener amarrados unos 2.100, lo que supondría el 68% de los delegados. Se ven ya sentados en las plantas nobles de la calle Génova.

Un equipo formado, como reconocen ellos mismos, para llevar a cabo la "refundación" del Partido Popular. Como director de orquesta (es decir, jefe de campaña), Casado ha situado a su amigo Teodoro García Egea. Este diputado murciano es una de las estrellas emergentes del Partido Popular con tan solo 33 años.

En los últimos años Génova empezó a promocionarlo como una de las caras del PP en los atropellados y mediáticos debates entre políticos en las cadenas de televisión. Avalado por unos excelentes resultados electorales: en las pasadas elecciones del 26-J encabezó la lista por Murcia y logró el 46,74% de votos frente al PSOE, que fue la segunda opción con un 20,29%.

García Egea tiene ese perfil 'casadiano', de pura raza de Nuevas Generaciones y conservador pero con rollo 2.0. Esa generación de treintañeros que adoran a José María Aznar y que han echado en falta durante el 'marianismo' mayor acción política. No les gusta la tecnocracia, son más de presumir de estancias en universidades americanas -en su caso, Maryland-. Esa generación vestida de El Ganso, como su también amigo el presidente de Murcia, Fernando López Miras.

Por cierto: Egea tiene otras cualidades, además de políticas. En 2008, en su ciudad natal de Cieza se proclamó campeón del mundo en la prueba de lanzamiento de hueso de la oliva mollar chafá. Tiró el hueso a 19 metros.

Los apoyos 'vicesecretarios'

En este equipo más próximo, Casado también ha fichado a dos de los vicesecretarios con los que ha labrado una excelente amistad durante estos años en Génova: Javier Maroto y Andrea Levy. El primero se ha desmarcado del clan vasco, ya que Alfonso Alonso e Iñaki Oyarzábal están trabajando para Santamaría. Maroto y su equipo -especialmente Rafa Lanza- se han implicado al máximo con Casado, desde la recogida de avales hasta estando junto a él la noche de la primera vuelta de las primarias. Sin olvidar que el exalcalde de Vitoria ha sido su representante estos días en diversas tertulias y programas de televisión.

En este núcleo duro del clan tiene un papel muy importante Ignacio Cosidó, exdirector general de la Policía Nacional. Ha sido el encargado de poner voz a Casado en las reuniones de la comisión organizadora del congreso (COC) en la calle Génova, donde ha tenido que enfrentarse directamente a José Luis Ayllón, jefe de la campaña de Santamaría. Los mayores momentos de tensión entre los dos equipos se han producido a raíz de la petición de un debate entre candidatos (que finalmente no se ha realizado) y a raíz del polémico vídeo contra Santamaría y sus apoyos difundido supuestamente desde círculos de apoyo a Casado.

El clan 'Luarqués'

En este equipo más cercano de Casado también está la diputada valenciana Belén Hoyo, procedente de Nuevas Generaciones y que es otra de las caras de los 80 (tiene 34 años) que pide paso en el Partido Popular. Es una pieza fundamental en la batalla en la Comunidad Valenciana, donde Santamaría se hizo en primera vuelta con Valencia y Alicante mientras que Casado venció en Castellón.

También pertenece a este circuito de compañeros diputados el canario Guillermo Mariscal, que estuvo también la noche de la primera vuelta en Génova junto a Casado. Él junto a Egea y Hoyo fueron forjando su amistad en el Hemiciclo y además comían muchas veces en el restaurante de cocina El Luarqués, muy cerca de la Cámara Baja para debatir sobre la actualidad del partido y de la política española e invitaban a algunas figuras del PP para compartir estas impresiones.

Sus particulares Nuevas Generaciones

Asimismo, trabajan estos días codo con codo con Casado algunos de sus compañeros durante la etapa de Nuevas Generaciones en Madrid. Uno de los primeros en abrazar al exvicesecretario de Comunicación la noche de la primera ronda fue Ángel Carromero, antiguo líder de Nuevas Generaciones en el distrito madrileño de Salamanca y que fue detenido en Cuba en 2012 tras un accidente de coche en el que murió el activista anticastrista Oswaldo Payá. En este grupo del PP de Madrid que apoya activamente a Casado está Isabel Díaz Ayuso, que fue una de las encargadas de entregar avales en Génova para este proceso.

Y, además, provenientes del PP de Madrid están junto a Casado ayudándole en temas de redes y vídeos dos asesores del Partido Popular en el Ayuntamiento de Madrid: David Erguido y Sonia Cea.

La política es pura comunicación. Para esta tarea esencial, Casado cuenta como jefe de prensa con Pablo Balbín, que anteriormente ejerció como director de Comunicación en el Ministerio de Educación. Su nombre no escapa de la polémica pues la Guardia Civil lo vinculó en un informe con el caso Púnica y le atribuyó los delitos de fraude, malversación y tráfico de influencias cuando era jefe de prensa de Lucía Figar en la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid.

Al clan Casado le faltaba un 'cerebro económico', cargo que ahora ostenta Daniel Lacalle, un economista ultraliberal de la esfera de Esperanza Aguirre y que le asesora desde hace unas semanas (además de hacer campaña).

Pablo y los suyos, a un paso de conseguir despacho definitivo en Génova.