Javi López: "Un camerunés nos contó cómo lo vendieron tres veces"
El europarlamentario del PSC cuenta la travesía del 'Open Arms', el barco que ha rescatado a 60 migrantes a la deriva en el Mediterráneo.
"Estoy contento, siento que llego a la ciudad que es mi hogar", explica Javi López (Madrid, 1985) en conversación telefónica con El HuffPost desde el Astral, el barco que ha acompañado a Open Arms en su travesía por el Mediterráneo con 60 migrantes rescatados a bordo. "Cuando ya podíamos ver Barcelona desde el mar, salvamento marítimo nos decía por radio: bienvenidos a casa".
López, europarlamentario del PSC, embarcó en Malta el pasado el miércoles 27 de junio, invitado por la ONG Proactiva Open Arms junto a otros tres europarlamentarios para realizar una misión de observación en aguas internacionales y aguas de rescate libias. El plan inicial era regresar al mismo puerto cuatro días después, pero los planes cambiaron tras socorrer a 60 personas el pasado sábado.
Hasta hace poco, las ONGs que salvan vidas en el Mediterráneo debían preocuparse de la meteorología, de sus recursos disponibles y de otras reglas propias de la navegación. Ahora se ha incorporado una peligrosa batalla política que agrava este drama. "Italia nos negó la entrada. El gobierno maltés decía que Italia debía hacerse cargo de la situación. El sábado por la noche el gobierno español autorizó que los migrantes pudieran desembarcar en Barcelona", cuenta López.
"Vivimos la situación, esas horas en las que no sabíamos qué rumbo debíamos tomar, con relativa calma porque sabemos el peligroso juego en el que ha entrado el gobierno de Italia", explica López mientras se cumplen los protocolos sanitarios con los migrantes rescatados en el Puerto de Barcelona.
"Ha sido un viaje de fuertes contrastes que han acompañado las vidas de quienes han llegado hasta aquí y la esperanza que viene en su nuevo tiempo en Europa", explica López, que también viajó en 2015 a los Balcanes para conocer de primera mano la crisis de los refugiados. "Contrastes también entre los gobiernos: desde Salvini haciendo tuits e insultando a las ONGs que salvan vidas, hasta el Gobierno español que nos ofreció atracar en Barcelona. Que en España haya un gobierno con una posición solidaria y una sociedad sensible y dispuesta a ayudar es muy importante", explica López.
"Recomendaría a los líderes que deciden sobre la respuesta que debemos dar a este drama que vinieran aquí a poner cara a las cifras. Hablamos de vidas humanas. No sé si Salvini es capaz de empatizar con esta situación, pero creo que la mayoría de italianos, sí", explica el europarlamentario socialista.
"Urgen más recursos para realizar una gestión compartida a nivel europeo de nuestras fronteras, una política de asilo europea y un gran plan para el desarrollo a medio y largo plazo en África", concluye López.
Las sesenta personas rescatadas por Open Arms provienen de 14 países. "He conocido historias personales de viajes que han durado años, los abusos que han padecido muchos de ellos en Libia. Un camerunés que está a bordo nos ha contado cómo fue vendido tres veces en este país. Esclavitud en pleno siglo XXI. Europa necesita urgentemente una estrategia para la seguridad y la estabilidad en Libia", denuncia Javi López.
El Open Arms pudo haber salvado más vidas en este viaje, como ha recordado en su cuenta de Twitter Oscar Camps, fundador de esta ONG. "Qué tristeza tan grande saber que ayer murieron 63 personas más. Llevamos solo 60 personas podríamos haber salvado 270 más". Más de mil personas han fallecido tratando de cruzar el Mediterráneo en 2018.
El viernes el Open Arms se ofreció a las autoridades italianas para acudir al rescate de mas de 100 migrantes que habían pedido auxilio desde una rudimentaria barca hinchable. Les dijeron que la guardia costera libia tenía la situación bajo control. Decenas murieron ahogados.
"¿Qué crisis migratoria?" se preguntaba recientemente en su portada The New York Times. Las llegadas a Europa han descendido un 80% desde 2015."Algunos líderes europeos han decidido tomar rehenes a esta gente. Las cifras son claras. Esta no es una crisis migratoria, es una crisis política. En 2018 han llegado a Europa unas 50.000 personas; en 2017 fueron casi 200.000; en 2016, más de 300.000, en 2015 más de un millón... Somos un continente de 500 millones de ciudadanos, que además tiene problemas demográficos. ¡cómo no va a ser posible gestionar la acogida de 50.000!", concluye Javi López.