Juncker convoca este domingo una mini cumbre de líderes europeos sobre migración
Italia, Grecia, España, Francia, Alemania, Bulgaria y Austria, entre los países invitados.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha invitado este miércoles a una "reunión de trabajo informal sobre cuestiones de migración y asilo" a un "grupo" de mandatarios el domingo, días antes de una cumbre de la UE consagrada a este asunto que divide el bloque. "El objetivo de la reunión, que tendrá lugar este domingo [en la sede de la Comisión Europea] en Bruselas, es trabajar en soluciones europeas de cara al Consejo Europeo", ha tuiteado el titular del ejecutivo comunitario.
Los líderes de los países mediterráneos en primera línea de la llegada de migrantes —Italia, Grecia Y España— estarían invitados a la reunión, así como los de Francia y Alemania, y los de Bulgaria y Austria, que ejercen en 2018 la presidencia pro témpore de la UE, según una fuente europea.
Una fuente diplomática francesa ha confirmado la participación del presidente galo, Emmanuel Macron.
Por su parte, el primer ministro maltés, Joseph Muscat, ha confirmado su participación y ha expresado su deseo de contribuir a una "respuesta europea coordinada" a la cuestión de la migración.
Los europeos tenían previsto aprobar en su cumbre del 28 de junio su nueva política de asilo, pero la acogida de los cientos de miles de migrantes llegados a Europa desde 2015, especialmente a Italia y Grecia, sigue dividiendo al bloque donde la tensión entre socios al respecto es máxima.
Según un proyecto de conclusiones de la cumbre del 28 de junio, los europeos estudian la creación de "plataformas regionales de desembarco" fuera del bloque, que permitirían "distinguir entre migrantes económicos" y aquellos que pueden optar a la "protección internacional" en la UE.
El control de las fronteras desplazó a la reforma del asilo en las prioridades europeas, impulsado por los países del Este, reticentes en los últimos años a acoger refugiados, a los que se suman países como Austria o Italia, que cuentan con partidos de ultraderecha en sus gobiernos.
El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, rompió con la política de sus predecesores e impidió el desembarco de buques de oenegés con migrantes socorridos en el Mediterráneo, como el caso del Aquarius, asegurando que Roma no quiere ser cómplice de los traficantes de migrantes.
Y la influyente canciller alemana, Angela Merkel, quien abanderó la solidaridad en el bloque en el momento álgido de la crisis migratoria en 2015, enfrenta un ultimátum de su propio ministro del Interior, que amenazó con cerrar las fronteras de Alemania si no hay una solución europea al desafío migratorio.