Enfrentamientos verbales por unas cruces amarillas independentistas en una playa de Girona
"¿Qué es esto? ¿Un cementerio?" preguntaron algunos bañistas a los independentistas.
"¿Qué es esto? ¿Un cementerio?". Las decenas de cruces amarillas con las que ciudadanos partidarios de la independencia llenaron el domingo una playa de la localidad gerundense de Llafranc generaron enfrentamientos verbales entre partidarios y detractores de estas acciones que promueven los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR).
En varios vídeos divulgados en las redes sociales se puede ver cómo algunas personas tumban las cruces que otras han clavado en la arena con mensajes como "libertad", "justicia" o "democracia", para denunciar, según los promotores, el encarcelamiento de políticos secesionistas y "la injusticia que se está viviendo en Cataluña".
En uno de estos vídeos se ve a una señora que desclava algunas cruces mientras es increpada por un grupo de secesionistas, a los que les reprocha: "Una cosa es política y otra que los niños piensen que esto es un cementerio".
En otros vídeos se aprecia cómo se encaran personas que clavan estas cruces amarillas en la arena con bañistas que las quitan, si bien al final baja el tono de la discusión y el enfrentamiento verbal no llega a mayores.
No es la primera vez que grupos independentistas promueven acciones como la que se llevó a cabo el domingo en Llafranc, ya que desde el pasado mes de marzo también han aparecido repletas de cruces amarillas otras playas de la Costa Brava, como las de Port de la Selva o Cadaqués.
La simbología soberanista que queda plasmada en muchas localidades catalanas con banderas esteladas, lazos amarillos y ahora con cruces en las playas genera a veces tensiones entre quienes colocan y quienes tratan de retirar estos símbolos.
Este incidente en Llafranc no ha sido el único en estos días. Tres activistas que custodiaban en la playa de Canet de Mar (Barcelona) unas cruces amarillas han sufrido lesiones leves en un enfrentamiento con un grupo de encapuchados que las han retirado, una acción que el expresidente Carles Puigdemont ha atribuido al "fascismo unionista".
Un grupo de encapuchados se ha acercado al lugar y ha recriminado la presencia de estos símbolos en apoyo a los presos, ante lo que se ha iniciado un rifirrafe en el que, según las fuentes, tres de los independentistas han resultado heridos leves.
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha condenado esta actuación en su cuenta de Twitter y ha lamentado que este tipo de "agresiones del fascismo unionista" continúen "impunes".
"No hagamos ninguna concesión a sus provocaciones. Si nuestra actitud cívica y no-violenta les exaspera, señal que vamos bien. No caigamos en ninguna provocación", ha indicado Puigdemont en su tuit.