Netanyahu se marca el baile de la gallina con Netta
Twitter e Instagram se dividen entre los que aplauden al primer ministro israelí por su "gracia" y los que le recuerdan los 60 muertos del lunes en Gaza.
Benjamín Netanyahu tiene ganas de fiesta, a pesar de la indignación mundial por la masacre del lunes en Gaza (62 muertos, más de 3.000 heridos), de la crisis diplomática que ha cosechado con su logro de que EEUU traslade su embajada a Jerusalén o del temor de fondo a un choque con un Irán reprendido por sus amigos de Washington.
El primer ministro de Israel lo demostró anoche cuando, en su residencia de Jerusalén, recibió a Netta Barzilai, la cantante con la que su país se ha impuesto en el concurso de Eurovisión de este año. Algo anquilosado, es verdad, pero el líder del Likud acabó por marcarse el baile de la gallina, complemento indispensable de Toy, la canción ganadora. Lo hizo animado por la artista, que se ganó el aplauso de los presentes al lograr que Netanyahu moviera algo el esqueleto. Ya hizo un amago el domingo, antes de entrar al consejo de ministros semanal, en la resaca de Eurovisión, pero anoche se soltó más la melena, como evidencian estas publicaciones en Twitter y en Instagram que se han convertido en virales.
Sin embargo, las dos imágenes suman compartidos y comentarios que no son necesariamente aplausos. Los incondicionales de Netta, de Bibi y de Israel jalean a los protagonistas con profusión de emoticonos y bendiciones y otros comparan jocosamente al mandatario con el ruso Boris Yeltsin o con Mister Bean. Pero hay no pocos internautas que atacan directamente al primer ministro, sobre todo, por sonreír y bailar apenas 48 horas después del ataque de Gaza. De hecho, la letra de la canción se ha usado para criticar a Netanyahu en las manifestaciones de izquierdistas convocadas en Israel, como se ve en esta imagen empleada por el director local de Amnistía Internacional, Yonatan Gher.
La "vaca" y Jerusalén
Netanyahu y Netta se encontraron anoche después de haber protagonizado, en la distancia, un par de noticias llamativas. La primera fue una confusión extraña que tuvo en vilo horas a las redes sociales: en la noche del 13 de mayo, el primer ministro quiso felicitar en Twitter a la ganadora del festival y usó para ello el popular término hebreo kapara, que significa "expiación o desagravio" pero se ha ido transformando en un término común para expresar afecto. El traductor automático de Microsoft no entendió que a veces los sentidos no son literales y los usuarios lo que pudieron leer es que Netta era una "verdadera vaca".
Los dos compartieron titulares, además, por otra cosa más seria, recordada ahora en muchos comentarios de las publicaciones del baile de la gallina: ambos prometieron que Jerusalén será la capital del concurso de Eurovisión del año que viene, aunque la comunidad internacional, salvo excepciones como EEUU y Guatemala, entiende que la capital es Tel Aviv; Jerusalén, sostiene la ONU, es una ciudad ocupada cuyo estatus debe aclararse en un proceso de paz justo.
Queda un año de larga polémica pero, por ahora, Netanyahu se lo pasa bien. Y las redes tienen conversación.