Italia o la incógnita de quién será su presidente tras las elecciones
Las encuestas no dan una mayoría clara a ninguno de los candidatos.
Las elecciones del 4 de marzo en Italia difícilmente terminarán con un partido o una coalición con una mayoría necesaria para gobernar. Un grupo de líderes cansados, una campaña electoral de todo menos excitante —sin enfrentamiento y sin grandes mítines en las plazas italianas—, una opinión pública aturdida —los indecisos representan alrededor del 30%— y una ley electoral controvertida y poco eficaz son los principales elementos de un panorama que es de todo menos fácil de descifrar. Y los resultados son cada vez más inciertos.
Los últimos sondeos publicados, a dos semanas del voto, muestran una situación bloqueada. La coalición de centro derecha, formada por Forza Italia (Silvio Berlusconi), Lega Nord (Matteo Salvini) y Fratelli d'Italia (Giorgia Meloni), alcanzaría un dato de alrededor del 34-38%, lo que les daría ventaja pero no la suficiente para obtener la mayoría absoluta de escaños. El Movimiento 5 estrellas del líder en ascenso Luigi Di Maio sería el partido con más apoyo, pero no alcanzaría más de un 28-30%.
Por su parte, el Partido Democrático de Matteo Renzi pagaría la escasa aprobación del ex primer ministro, moviéndose entre el 20 y el 24%. En conjunto, la coalición de centro izquierda podría beneficiarse del resultado de Emma Bonino, con su lista +Europa. Aún así, los posibles apoyos a los miembros de la exponente exradical podrían dañar al Pd que ya está obstruido por la lista de izquierdas de Liberi e Uguali, que unifica a muchos exdemócratas enemistados con Renzi y que se estima que obtendrá alrededor de un 5%.
En resumen, el panorama tras las votaciones en Italia es de todo menos claro. Lo único que parece seguro es que el verdadero juego comenzará el día posterior a las elecciones del 4 de marzo, cuando por procedimiento institucional el presidente de la República, Sergio Mattarela, iniciará las consultas con los jefes de los grupos parlamentarios con el fin de señalar a un futuro primer ministro que intente formar gobierno. También hay confusión en este aspecto, ya que no está claro si esa figura será el líder del partido más votado (probablemente el M5S de Di Maio) o un líder del partido con mayoría dentro de la coalición que resulte vencedora. Si lo consigue la de centro derecha ,el cargo recaería en Antonio Tajani, puesto que Berlusconi se encuentra inhabilitado por fraude fiscal hasta 2019 . El actual presidente del Parlamento Europeo ha aceptado este viernes ser el candidato de Forza Italia.
Llegados a ese punto, los italianos se encontrarían con estos cinco hipotéticos escenarios, ordenados de menos a más probable.
El gobierno de "todos contra Berlusconi"
Centrado en la ley sobre el conflicto de intereses, podría generar una mayoría de M5S, Pd y Liberi e Uguali. Es una solución muy remota ya que el sentimiento antiBerlusconi ya no se respira en Italia y, además, parece casi imposible resolver las diferencias entre demócratas, 5 Estrellas y parte de la izquierda italiana.
Un gobierno "soberanista" Lega Nord-Movimiento 5 estrellas
En el pasado, no han faltado las convergencias entre Matteo Salvini y Luigi Di Maio: ambos acumulan tendencias populistas, son antieuropeos (más radicales en un principio, más biselados a día de hoy) y antisistema. El líder del M5s ya ha anunciado que, tras el resultado electoral, hará una petición pública para buscar convergencias con su programa. Sería la solución más temida por Europa, los mercados y las élites italianas.
Un gobierno de grandes acuerdos
Se formaría con la coalición de centro izquierda (Pd,+Europa,Civica popolare e Insieme) y Forza Italia, que se "liberaría" de sus aliados más "extremos": Salvini y Meloni. Sería una nueva edición del gobierno de Letta nacido a comienzos de esta legislatura, en 2013, y que terminó con el ascenso de Renzi en 2014. Probablemente a esta situación se refería el primer ministro en funciones Paolo Gentiloni, cuando anunció a Angela Merkel "un gobierno estable", fundado sobre el pilar de la coalición de centro-izquierda.
Un gobierno de centro derecha
Sería posible si la coalición formada por Forza Italia, Lega Nord, Fratelli d'Italia y Noi con l'Italia consigue llegar al tan ansiado 40% proporcional. Eso sí, con la incógnita de cual de las dos fuerzas mayoritarias —Forza Italia y Lega— conseguirá más votos y, como consecuencia, un líder. Un gobierno que parece unido sobre el papel pero que en realidad es muy poco homogéneo. Son muchas las diferencias básicas de estos aliados, desde la política económica hasta su posicionamiento respecto a Europa, tan distintas que tan distintas que sólo han participado juntos en un acto de cierre de campaña este jueves.
Un gobierno del presidente
Tendría la única función de cambiar la ley electoral para luego volver a las urnas. Muy popular entre los analistas, que lo han planteado de distintas formas posibles, sería un gobierno sostenido por una amplia mayoría con pocos objetivos y con una vida de pocos meses, el tiempo necesario para que el Parlamento haga una reforma del sistema electoral para garantizar la gobernabilidad en la siguiente vuelta.
La gobernabilidad es la verdadera quimera de estas elecciones. No la protección de otro animal mágico que, gracias a la volatilidad de los electores, ha aparecido en la escena mundial justo en el momento del voto: ese cisne negro de la política que podría revertir la situación y llevar a Italia a tierras desconocidas.
Este artículo ha sido escrito por el equipo de la edición italiana de HuffPost y traducido del italiano por Uxía Prieto.