Nueve ideas para que tu Navidad cobre más significado
Haz que estas fiestas supongan algo más que hincharte a comer con estos consejos de expertos.
La Navidad se suele asociar a turrón, polvorones... y a una sensación de saciedad que nos impide levantarnos del sofá. Supuestamente es una de las épocas más felices del año. No obstante, estas fiestas a menudo transcurren sin ese sentimiento de felicidad o plenitud. Siempre tenemos la sensación de que nos falta algo, y sobre todo al ver en las noticias cómo el mundo se desmorona cada vez más.
Afortunadamente, varios psicólogos, terapeutas y otros expertos han compartido con la edición estadounidense del HuffPost otras formas de hacer que la Navidad cobre significado y que te invada un sentimiento de plenitud como el de tu estómago tras las comidas. Y ¿sabes qué es lo mejor? Que son muy muy fáciles (y gratis casi todas).
Los psicólogos sostienen que hacer repostería para otras personas ayuda a aliviar el estrés, dado que se trata de un esfuerzo creativo que nos obliga a centrarnos en el presente con el objetivo de demostrar a otras personas que les queremos. Seth Meyers, una psicóloga de pareja residente en Los Ángeles (California, Estados Unidos) recomienda acompañar tus galletitas caseras con una nota personalizada de agradecimiento.
"Emplea el tiempo de la cena para hacerles preguntas profundas sobre su vida. Pregunta a tus abuelos cómo se conocieron, lo que recuerdan de su noviazgo, por qué decidieron casarse y si recuerdan las primeras Navidades que pasaron juntos como matrimonio. Si tus abuelos ya no están entre vosotros, pregunta a tus padres si están al tanto de estas curiosidades. Esto puede despertar un sentimiento de empatía y compasión por tus antepasados y llenarte de felicidad", sugiere la psicóloga Elisabeth LaMotte.
"Lava el coche de tu pareja, rastrilla las hojas del patio de tu vecino o sujétale la puerta a la persona que viene detrás de ti al salir del metro. El mero hecho de ser consciente de la cantidad de momentos para actuar con generosidad y amabilidad puede ser muy poderoso", asegura Ryan Howes, psicólogo clínico en California.
Si tienes un encuentro familiar o con un grupo concreto de amigos, imprime unas cuantas de vuestras fotos favoritas de este año y cuélgalas en la pared, aconseja Laura Gaskill, colaboradora con la empresa de decoración Houzz. De este modo podréis recordar los momentos que habéis compartido y os sentiréis más felices.
"En lugar de actuar con modestia cuando te digan que la cena te ha salido para chuparse los dedos y aducir que habrá sido cuestión de suerte o recurrir al humor ante un halago, prueba tomarte un segundo para ser consciente de las palabras y los sentimientos que hay detrás", apunta Howes. "Para muchas personas, el hecho de expresar aprecio es una muestra de vulnerabilidad, y podrían sentirse mal si no aceptas sus halagos. Y con lo críticos que somos algunos con nosotros mismos, un contraargumento no nos vendría nada mal".
Nunca está de más donar a alguna organización benéfica, pero los expertos aseguran que estar convencido de la causa por la que se dona es más significativo que simplemente dar dinero porque te sientes obligado a hacerlo. Haz que se convierta en una causa conjunta y dona como un grupo, señala Sara Nason, directora de marketing en Charity Navigator.
"Ten una conversación con tu familia para decidir de manera conjunta qué causa os importa. Dar es una manera de despertar tus sentimientos. Donad vuestro dinero a algo que penséis que os unirá como familia", añade la experta.
Tu atención también es un regalo, subraya Kindness Blog. Regálasela a un familiar que necesite ser escuchado.
Cocinar la cena partiendo de cero puede servir para estrechar vínculos, ya que nos conecta a nuestras raíces como humanos, a los alimentos y a la cultura, asegura el escritor Michael Pollan, de acuerdo con Kindness Blog.
"Cada vez somos menos conscientes de los procesos mediante los cuales la materia prima se transforma en un plato cocinado", escribe Pollan en su página web.
Este año, asigna a cada persona una pequeña tarea a la hora de preparar la cena para que se sientan más implicados y sean conscientes del proceso.
Al acabar de comer, evita sentarte frente a la televisión e insta al grupo a dar una vuelta, recomienda Greater Good Science Center. Percátate de todos los pequeños detalles que te rodean: las hojas caídas, el aire frío, las caras sonrientes de los transeúntes...
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido y adaptado del inglés por María Ginés Grao.