Ocho cosas que hay que saber sobre la masturbación
Masturbarse no significa estar insatisfecho.
Onanismo, masturbación, digiturbación, darse amor propio... Da igual cómo lo llames, todo el mundo lo hace (sí, tú también, no te escondas).
La masturbación, que implica excitarse uno mismo tocándose los genitales, es un asunto tan importante en la vida sexual de la gente que hasta el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS por sus siglas en inglés) le ha dedicado una entrada en su página web.
No existe una forma correcta o incorrecta de masturbarse, pero el NHS lo describe del siguiente modo: "Los hombres suelen hacerlo mediante el frotamiento del pene, mientras que las mujeres suelen acariciarse el clítoris y la zona que rodea la vagina".
Aunque es un hecho totalmente normal, el tema sigue siendo un gran tabú y todavía existen muchos mitos que hay que corregir.
El 95% de los hombres y el 89% de las mujeres se masturban, al menos en el Reino Unido. Por lo tanto, no hay ningún motivo por el que avergonzarse.
Existe mucho debate en Internet sobre si tendrían que preocuparse aquellas personas cuyas parejas siguen buscando pasar esos ratos a solas.
Suzi Godson, columnista de asuntos sexuales en el periódico The Times y bloguera de la edición británica del HuffPost, escribió: "Algunas personas sienten su relación en peligro por el hecho de que su pareja tenga la necesidad de buscar satisfacción sexual por su cuenta. Al fin y al cabo, si pueden tener sexo, ¿para qué necesitan masturbarse? Este argumento pasa por alto la obviedad de que el sexo y la masturbación son experiencias completamente diferentes".
Tal y como dice Suzi Godson en el punto anterior, no hay ningún motivo por el que masturbarse signifique algo malo sobre tu relación o sobre tu vida sexual con otras personas. Los estudios científicos han descubierto que la gente que practica sexo regularmente suele masturbarse más que aquellas personas que llevan un tiempo sin acostarse con nadie.
De modo que no pienses que la masturbación es un sustituto del sexo, sino más bien una forma de matar el gusanillo de vez en cuando.
Pese a que masturbarse no es algo de lo que haya que avergonzarse, hay un montón de razones personales, religiosas y culturales por las que una persona se puede sentir un poco sucia al terminar. No te pasa solo a ti.
De hecho, según un estudio, la mitad de las personas que se masturban experimentan dudas por lo que han hecho: "Aproximadamente el 50% de las mujeres y el 50% de los hombres que se masturban se sienten culpables por ello". Así que no te sientas excluido ni pienses que es una razón para dejar de masturbarte. Estamos todos en el mismo barco.
Un estudio de febrero de 2017 descubrió que las mujeres que se masturban con frecuencia suelen recibir más sexo oral, tener relaciones sexuales más largas, pedir más a menudo que les hagan lo que les gusta en la cama, elogiar a su pareja tras el acto, probar nuevas posiciones, intercambiar palabras eróticas y expresar su amor durante el coito.
Parece el típico argumento de adolescente, pero es cierto: masturbarse al menos 21 veces al mes puede ayudar a reducir un 33% las probabilidades de sufrir cáncer de próstata. Los investigadores realizaron el seguimiento de 30.000 hombres durante casi 20 años para llegar a estas conclusiones.
La masturbación también ha demostrado producir beneficios en la salud tanto de hombres como de mujeres. Aparte de reducir el riesgo de cáncer de próstata en hombres, sirve para reducir la tensión arterial y para relajarse.
El sexo está muy bien, pero siempre hay que acordarse de tomar precauciones, ya que puede acarrear sus riesgos. En cambio, con la masturbación tienes la seguridad de que estás a salvo.
Este artículo fue originalmente publicado en el 'HuffPost' Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.