Cristina Pedroche: "Ahora mismo un hijo no cabe. La ecuación somos dos"
Entrevista con la presentadora tras su debut como modelo de bañadores, en la que habla de David Muñoz, la maternidad y su cuerpo.
A pesar al reto que acaba de superar, Cristina Pedroche no parece demasiado nerviosa. Si acaso, algo hambrienta, como ella misma confiesa. Normal: cuando te pones un bañador para desfilar delante de cientos de personas y de docenas de objetivos es probable que no hayas comido demasiado en todo el día.
Pero a ella la imagen que haya podido dar sobre la pasarela no parece preocuparle demasiado. El verano, confiesa, no es el momento álgido de su Operación Bikini: esa llega más bien en Navidad. Aún así, se mantiene en forma todo el año, lo que le permite hacer locuras con las que pocos se atreverían como pasearse en solitario por la pasarela en Gran Canaria Moda Cálida, la única cita de moda de baño de toda Europa.
La presentadora de laSexta no le teme a los retos, menos si estos implican poca ropa. Ya dio la campanada en 2014, cuando el último día del año se plantó un vestido negro de transparencias creado por Charo Ruiz Ibiza para dar la bienvenida al 2015. Repetiría, vestida de Pronovias, los dos años siguientes.
Ese fue, probablemente, el inicio de su puesta de largo en la actualidad. Desde entonces, casi todo lo que dice, hace, come, explica o viste se analiza con lupa. Desde sus apariciones en Zapeando o Tú sí que sí hasta su recién arrancada carrera cinematográfica junto a Santiago Segura y, por supuesto, su relación con el cocinero David Muñoz, su pedida de matrimonio y su boda. La pareja comenzó a salir a finales de 2014 y se casó en su casa en octubre de 2015. Así, Pedroche está muy implicada en los negocios de su marido, y no deja de colgar imágenes y anécdotas de su comida y sus restaurantes en sus populares redes sociales (sólo en Instagram tiene 1,5 millones de seguidores).
Después de abrir el desfile de la firma Calima se sienta para hablar con El HuffPost. De blanco como una novia (aunque no como la novia que ella fue), con un vestido con transparencias y reminiscencias de bañador y el pelo recogido en una trenza muy suelta, sonríe ampliamente y contesta sin remilgos. Lo hace literalmente rodeada de un séquito de media docena de personas más preocupadas por su intimidad y por las preguntas que se le puedan plantear que ella misma.
Ya has pasado todo... ¿Estabas nerviosa?
Sí, ya está, ya está. Bueno, los nervios del principio, justo del arranque. Pero me he quedado con ganas de más. Pero bueno, el año que viene. El año que viene voy a desfilar para todas las marcas [risas].
¿Vas a repetir?
Hombre, yo espero. A lo mejor lo he hecho muy mal y no me llaman. Pero mi intención es repetirlo. Yo repetiría la experiencia. Me ha gustado mucho. Pero no sé si estoy a la altura, acabo de salir. No sé todavía todas las críticas que hayan podido salir, pero impone. Es otra cosa, no me siento tan segura como en un plató de televisión. Intento hacerlo bien, estar seria, pero hay momentos. Por ejemplo, he visto a Josie [su estilista, sentado en primera fila] y casi me da la risa. Entonces lo he mirado como: 'Cállate, no me digas nada'. [Risas] Pero claro que impone, esto es una profesión, que te tienes que dedicar a ello y las modelos que estaban son auténticas modelos. A mí me ves y dices: 'Bueno... lo intenta'. [Risas]
¿Cómo lo intentas? ¿Llevas todo el día de dieta extrema, sin comer ni beber, o llevas toda la semana haciendo ejercicio intenso...?
No, no. Como me habían dicho que el bikini era bastante alto, he pensado: ¡Da igual si como o no! De todos modos, si no has hecho los deberes, en una semana no vas a hacer mucho
¿Te has preparado de alguna manera especial para esto?
Es que mis deberes no son Operación Bikini. Mis deberes son Operación Nochevieja. Yo siempre pienso en la Nochevieja y en lo que quiera mostrar o no.
Pero esto te pilla justo en medio todo esto, queda mucho de aquí a la Nochevieja.
Por eso. Como pienso en Nochevieja pues el verano ya se lo lleva y estoy ideal. Hay que cuidarse siempre, da igual las fechas y demás. Y es verdad que ahora estoy más delgada y que me siento... Es que no es cuestión de delgada, es que es cuestión de fibra.
Has dicho que te sientes más fuerte, más flexible.
De verdad, soy otra, completamente. Mi flexibilidad ha cambiado de la noche a la mañana. Es verdad que antes solo corría y hacía mucho ejercicio en el gimnasio y eso al final va acortando. Porque cuando terminas de correr estiras, haces así dos minutos y eso no vale. Ahora mínimo una vez a la semana hago una hora de estiramientos. ¡Una hora! Y estoy cinco minutos en la misma postura. Mi cuerpo ha cambiado.
Y estás contenta.
Estoy muy contenta. No quiero otra cosa ya. Empecé dando una clase [de yoga] a la semana, ya llevo dos y esta semana me estoy planteando hacer tres. No sólo siento mi cuerpo mejor, es que siento mi espíritu mejor. Sé que esto es muy intenso [risas], pero me planteo el día de otra manera. Con energía. También es muy satisfactorio que el cuerpo te acompaña, que no solo son las ganas. Todo el rato quiero más.
Tú pruebas muchas cosas, deportes, actividades, también en lo profesional. ¿Cómo te sientes cuando te entrevistan, cuando estás tú al otro lado, delante de las cámaras? ¿Eso te resulta cómodo?
Sí, porque como he estado mucho tiempo en el otro lado sé contestarte, sé cómo hacer para que no te des cuenta de que no te estoy contestando, entonces me siento bien. También es que yo soy lo que soy. No voy a intentar engañarte, ni voy a hacer que me hagas una pregunta y te diga: 'No, es que yo de eso no hablo'. Pues no, pues hablo de todo. Otra cosa es que tenga o no razón, o tenga o no idea. Pero yo hablar hablo de todo. No tengo problema.
Por eso mismo, porque como tú dices "yo soy lo que soy" igual te cohibe un poco ser el centro de atención...
No. Me da igual. Soy feliz como soy. Me quiero, me acepto. Y cuando tú te aceptas y te quieres y te cuidas y te mimas... ¡y encima te aman! Pues qué más. ¡Qué más! Tengo un trabajo ideal, tengo una familia ideal, tengo un marido ideal, me lo curro en el gimnasio porque me encanta, amo el yoga. Es que no puedo pedirle más a la vida, la verdad.
¿No le pedirías nada?
Que volviera mi abuela. Fíjate. Pero no se puede, ya lo sé. Es que los abuelos deberían ser eternos. Es una pena.
Y profesionalmente, ¿qué le pedirías? ¿Te vas a dedicar a desfilar ahora?
Bueno, nunca se sabe. De repente hemos abierto una puertecita y estoy muy contenta. No sé aquí cómo estarán, pero si me llaman estaré. Me gusta mucho y me he sentido muy bien.
Ahora estoy con el cine, con la película de Santiago Segura. Ya he hecho una sesión y la verdad es que muy bien, me he sentido muy cómoda. Es verdad que el personaje es bastante yo, o sea que lo tengo bastante a mano. Muy contenta, con ganas de terminar el rodaje, que terminamos ahora a finales de julio y supongo que se estrenará en Navidad.
No te falta nada. Actriz, modelo... ¿cantante?
Me falta lo de cantante. Es que la voz no me acompaña. Ahora para el programa 900 de Zapeando hemos hecho un videoclip... y es muy fuerte. Porque cantamos. Y me han dejado cantar. Normalmente cuando se hacen videoclips y la gente canta, yo no canto, solo hago voces, ahí por detrás... pero esta vez sí. Y no ha quedado tan mal, no sé por qué, como iba ya con el 'me lo voy a pasar bien y voy a cantar lo mejor que pueda'. Pues creo que ha quedado bien. Bueno, a lo mejor me estoy viniendo arriba [risas].
¿Qué te queda por probar, que palos te gustaría tocar profesionalmente?
Pues nada, no sé, creo que nada. Creo que profesionalmente he tocado todo lo que me gusta. También te digo que ahora me dedico más a la hostelería que otras cosas. Mi madre me dice que en mis ratos libres trabajo en la tele. Los hosteleros me entenderán. Es que tener un restaurante es quitarte la vida.
Pero, ¿cocinas bien?
¡No, no, no, no, no! Yo no cocino. Organizo, voy a ver que todo esté bien, miramos todas las cuentas, la cajilla, las pruebas... Todo. Pero yo no cocino nada. Nada, nada, nada.
¿Ni una tortilla francesa?
Nada. Nada. Yo antes decía: "Cocinaré cuando tenga un hijo y lo tenga que alimentar". Porque si no esa criatura... ¿qué hago? ¿Mi madre me trae los tuppers, los biberones? Pues no. Pero ahora ese niño, si algún día lo tenemos, comerá biberones y purés tres estrellas. Yo no, me desentiendo de la alimentación. Yo le hago los chistes, le enseño a desfilar, jiji, jaja, para arriba y para abajo. Pero yo, no [risas].
Pareces estar ya pensando mucho en los hijos. No te íbamos a preguntar de esto, pero sacas tú sola el tema...
No, no, no estoy pensando. Como me preguntan tanto, antes de que me pregunten del tema lo digo yo.
Pareces muy decidida, pero eres muy joven...
No, no, no es que sea joven ni nada. Ahora mismo tengo ganas de comerme el mundo junto a mi marido y ahora mismo [un hijo] no cabe. La ecuación somos dos y ya. No hay hueco.
Hoy...
Sí, no lo sé, un hijo te cambia la forma de ver las cosas, te cambia la vida. A lo mejor no puedo hacer tantos viajes... Y si tengo un hijo es para cuidarlo yo y mi marido, no para que me lo cuiden mi madre o mi suegra. Entonces, de momento, a día de hoy, no. Que a lo mejor dentro de cuatro o cinco años mi vida está más estable, que lo dudo... Porque ya hemos abierto Londres, está muy bien, ya estamos pensando en nuevas cosas. Entonces esto es un no parar, de momento no.
Tampoco tienes prisa.
No hay prisa de nada. Solo quiero ser feliz el día a día. No me planteo ni siquiera el año que viene. En lo único en lo que pienso más a largo plazo es en los vestidos de las campanadas.
¿Pero ya tienes pensado el siguiente?
¡Pero desde hace meses! Sí, claro, las ideas las tengo y Josie tiene que ponerlas ahora en papel.
¿Eso significa que las vas a hacer definitivamente?
Sí, claro.
Entre risas y al acabar la entrevista, Pedroche confiesa que es ella quien habla, quien lo cuenta todo. Que no hay que preguntarle más. "Solo falta preguntarte el horóscopo...", bromeamos. "Soy Escorpio", contesta entre risas. ¿También sigue el horóscopo, le va leerlo? "Yo tengo un problema y es que a mí me va todo. Todo. Tú me dices: 'Mira, te tienes que leer este libro de moda que está superguay'. Y cuando termino digo: 'Ahora quiero ser diseñadora".
¿Ves como te quedan muchas metas?
Claro, claro que me quedan. Tengo mucha hambre. En general; de hecho, ahora quiero irme a cenar [risas]. Pero sí, sí que hay, hay metas. La vida es muy larga.
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