El segundo 'look' de Paula Echevarría en el segundo día de comunión de su hija

Ha sido un fin de semana de celebraciones para la familia de David Bustamante y Paula Echevarría. El sábado 17 de junio, la hija del matrimonio, Daniella, celebraba su primera comunión en San Vicente de la Barquera (Cantabria), el pueblo natal de su padre.

La pareja, que durante los últimos meses ha estado envuelta en rumores de ruptura, como ellos mismos han confirmado, compartió este fin de semana la primera foto de los dos juntos en muchos meses, e incluso llegó a publicar una inesperada imagen en Instagram de ambos bailando agarrados en las celebraciones.

El domingo, sin embargo, la familia no descansó. Madre e hija volvieron a lucir nuevos conjuntos. Daniella se enfundó otra vez en un vestido blanco (no el Rosa Clará del sábado, de algo más de 600 euros) mientras que Paula Echevarría volvió a subirse a los tacones y a estrenar un look de Dolores Promesas, la misma marca que llevó el día anterior. Esta vez celebraban la tradicional procesión del Corpus Christi, en la que los niños que han hecho la Primera Comunión ese año vuelven a desfilar por pueblos y ciudades.

Si el sábado la comunión tuvo lugar en San Vicente de la Barquera (en la misma iglesia en la que Daniella fue bautizada), el domingo la pequeña salió en la procesión del Corpus de Candás, en Asturias, el pueblo de su madre. En ella compartió protagonismo con otra docena de niños, que fueron seguidos por las calles de la localidad por sus familiares. Echevarría estuvo junto a su hija y sus padres, tomándole fotos a la pequeña y mostrando en su cuenta de Instagram las alfombras de flores de su pueblo.

Para la ocasión, Echevarría volvió a llevar su larga melena castaña suelta y optó, de nuevo, por Dolores Promesas, firma a la que es fiel, con un conjunto de top de tirantes y falda tubo en rosa con estampado de tigres y grandes hojas, y con una chaqueta que apenas lució a causa de las altas temperaturas. Para completar el conjunto llevó unos zapatos de ante rosa de tacón a juego de la firma Úrsula Mascaró, unos grandes pendientes transparentes de flores, un pequeño bolso bandolera en tonos oscuros y unas gafas de sol de carey de Gucci.

La pequeña también modificó su conjunto y optó por otro vestido, más clásico, en color crudo y manga corta, y en vez del pelo suelto con diadema lució por un pequeño semirrecogido con un sencillo tocado trasero.

Al que no se vio en la procesión de Candás fue al padre de la niña, el cantante David Bustamante.

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