Nueve miembros del BDS serán juzgados por el boicot a Matisyahu en el Rototom
Año y medio después de que el cantante judío de origen estadounidense Matisyahu actuase en el Festival Rototom Sunsplash de Benicassim, nueve miembros del movimiento BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones contra Israel) serán juzgados por haber boicoteado su concierto, según informa el diario La Directa.
El magistrado del Juzgado de Instrucción nº 19 de Valencia ha aceptado a trámite la querella contra los nueve responsables de esta red que trata de aislar a Israel en los entornos económico, social y cultural para acabar con la ocupación en Palestina. En 2015, el movimiento BDS intentó forzar que los organizadores del Festival de música Rototom de Benicassim cancelaran la invitación al rapero por su condición (aunque tiene nacionalidad estadounidense y no israelí), acusándolo además de haber apoyado públicamente al Ejército de Israel. Tras fracasar en la presión directa a los organizadores, los responsables de este movimiento organizaron una campaña de acoso e intimidación en redes sociales que, mientras insultaba y denigraba al artista, exigía su expulsión del Festival.
La organización cedió y pidió al cantante que denunciara públicamente a Israel. Matisyahu fue el único cantante al que se requirió que fijara abiertamente su posición política para actuar. El cantante judío se negó a ser discriminado y canceló su actuación. Finalmente, actuó entre enormes medidas de seguridad, con incidentes durante todo su concierto y en un ambiente caldeado, lleno de banderas palestinas. El festival terminó pidiendo disculpas al artista, emitiendo un comunicado en el que rechazaban el "antisemitismo y cualquier tipo de discriminación religiosa". Los organizadores asumieron "haberse equivocado" debido al "boicot y campaña de presiones, amenazas y coacciones promovidas por BDS País Valencià".
LA ACUSACIÓN
El presidente de la Comunidad Judía de Madrid, David Hatchwell, afirma en un comunicado que "con este deplorable episodio, el BDS se quitó la careta. Según Hatchwell, "su objetivo no es una solución de dos estados. Ni el bienestar de los palestinos. El objetivo real es denegar al pueblo judío, y solo a éste, el derecho a vivir en paz y seguridad en su propia vibrante democracia. Los activistas de ese movimiento, como todos los antisemitas, prefieren condenar a los judíos al papel de víctimas indefensas”. El portavoz dice estar "convencido" de que el juicio será un punto de inflexión que tendrá "consecuencias penales" para los "instigadores” de BDS.
“Los militantes del BDS”, para Hatchwell, “están acostumbrados a que sus fines racistas y la violencia de sus métodos queden impunes. A que no haya consecuencias para acciones que, ejercidas contra cualquier otra minoría étnica o religiosa, resultarían escandalosas y punibles. Es un signo de madurez democrática que la sociedad civil recurra al estado de derecho para protegerse de matonismo y cobardes abusos que cruzan de la virtualidad de las redes sociales al mundo real”.
LA DEFENSA
Los activistas acusados han emitido un comunicado en el que sostienen que "la identidad del artista nunca ha tenido ningún tipo de relevancia en nuestra campaña. Consideramos que cualquier persona -independientemente de su identidad- que defiende y/o colabora con este tipo de crímenes extremistas, racistas y violentos no es coherente con un festival, como el Rototom Sunsplash, que tiene una larga trayectoria de compromiso con la paz y los Derechos Humanos".
"Toda nuestra campaña destinada a convencer al festival de que cancelara la invitación de este artista se llevó a cabo a través de canales públicos como Twitter, en ejercicio de nuestra libertad de expresión y de la acción política legítima no violenta . En el verano de 2014, el año anterior, las bombas israelíes caían sobre Gaza y asesinaron más de 2.100 personas (incluyendo más de 500 niñas y niños). En aquellas semanas, la organización del Foro Social del Rototom Sunsplash invitó BDS País Valencià, grupo al que pertenecen algunas de las acusadas de hoy, para participar en su foro de debate. Allí estuvimos acompañadas del periodista David Segarra, superviviente del asalto del ejército israelí a la Flotilla de la Libertad en 2010, en el que fueron asesinadas 10 personas. Matisyahu justificó este ataque que casi acaba con la vida de este periodista valenciano", abunda su nota.
Por tanto, niegan la mayor, sostienen que su pelea no era en modo alguno antisemita sino que trataban de oponerse a una figura que, entienden, contradice el espíritu del festival. Y añaden que la denuncia en su contra, con "falsas acusaciones", son "parte de una estrategia mucho más amplia, financiada y dirigida por Israel y sus grupos de presión, para criminalizar las campañas pacíficas" como el BDS.