La CE empeora la previsión de déficit de España pero mantiene la de crecimiento
La Comisión Europea (CE) empeoró este lunes sus previsiones sobre el déficit público español, que estima se reducirá al 3,5 % del PIB este año y al 2,9 % en 2018, por encima de sus últimas estimaciones, en tanto que mantuvo sus previsiones de crecimiento en el 2,3 % para este ejercicio y el 2,1 % el próximo.
Según las previsiones macroeconómicas de invierno presentadas hoy por el Ejecutivo comunitario, los 'riesgos' en las perspectivas fiscales 'están relacionados con los pasivos contingentes y la incertidumbre sobre el impacto de las recientes medidas fiscales', adoptadas por el Gobierno español para aumentar los ingresos.
Las cifras avanzadas hoy por la CE son peores que las que previó en enero, tras validar el borrador de presupuesto para 2017 que incluía ya las medidas fiscales adicionales aprobadas en diciembre, cuando vaticinó que el déficit se situaría este año en el 3,3 % y el que viene en el 2,8 %.
"Gracias a las nuevas medidas sobre ingresos y una perspectiva macroeconómica positiva, se espera que el déficit público continúe reduciéndose" en los próximos años, reza el informe publicado hoy por la CE.
"INCERTIDUMBRE"
Bruselas prevé que la reducción del déficit en los próximos dos años esté impulsada por la continuidad del descenso en los gastos por intereses de la deuda así como por la 'perspectiva macroeconómica positiva, que debería continuar apoyando los ingresos por impuestos y mantener bajo control las transferencias sociales'.
No obstante, subraya también la 'incertidumbre' sobre el resultado que darán las medidas para elevar los impuestos aprobadas en diciembre por el Gobierno, que consisten esencialmente en modificaciones del impuesto de sociedades con las que Madrid prevé recaudar 4.655 millones de euros y cambios en los impuestos especiales que prevé reporten 850 millones.
De cumplirse el pronóstico de Bruselas, España no respetaría la meta de déficit del 3,1 % para este año pactada con Bruselas, por lo que la CE ya advirtió en enero al Ejecutivo de que debía 'estar preparado para adoptar medidas adicionales' si hay riesgo de que el desvío sea mayor, al tiempo que le instó a aprobar cuanto antes los presupuestos definitivos.
La valoración emitida hoy por la CE es en general positiva para España en términos de crecimiento, desempleo, deuda e inflación.
'El crecimiento económico superó las expectativas en los últimos trimestres', reza el informe, que añade que 'mientras los vientos de cola favorables se apagan gradualmente, el ritmo de crecimiento se reducirá pero seguirá siendo robusto' en los próximos ejercicios.
ROBUSTEZ
La CE estima que el PIB aumentó un 3,2 % en 2016, que en 2017 crecerá a 'un robusto' 2,3 % y se moderará hasta el 2,1 % en 2018, al tiempo que subraya que la composición del mismo en 2016 fue 'más equilibrada' apoyada por la demanda interna pero también por la contribución de las exportaciones.
La desaceleración del crecimiento se explica por 'la ralentización del consumo privado, el descenso en la creación de empleo' y la desaparición gradual de factores favorables como los bajos precios del petróleo, las rebajas de tipos o las buenas condiciones de financiación.
Por otra parte, Bruselas espera que el crecimiento del empleo 'se modere' pero, no obstante, 'permanezca fuerte', permitiendo que el paro pase del 18,6 % en 2016 al 17,7 % este año y al 16 % en 2018.
En cuanto a la inflación, la CE prevé que se eleve del -0,3 % en 2016 al 1,9 % en 2017 impulsada por los aumentos en el precio de la energía, para descender de nuevo al 1,7 % en 2018 según comience a desaparecer este elemento favorable.
Además, la CE espera que la deuda 'se estabilice en torno al 100%' del PIB este año.