El Parlamento británico votará el acuerdo final sobre el Brexit
"Brexit es Brexit", dijo la primera ministra Theresa May nada más estrenarse en el cargo en junio. Lo que no dijo entonces es que su Brexit sería bastante duro. Tanto, que si algo ha dejado claro este martes es que no quiere que Reino Unido sea un socio "parcial" de la UE una vez salga de esta institución, sino que pretende que sea "fuerte e independiente". Así lo ha defendido en su esperado discurso para exponer las prioridades que se ha fijado su Gobierno para la negociación del Brexit con la UE, con la que May ha anunciado claro que buscará "el mejor acuerdo para el país".
Lo que también ha hecho este martes la primera ministra británica es confirmar que su Gobierno someterá a votación de las dos Cámaras del Parlamento el acuerdo final para la salida de Reino Unido de la Unión Europea. May se prepara para una intensa batalla parlamentaria sobre los términos de la negociación, pero lo que no ha avanzado es qué sucederá si el Parlamento rechaza el acuerdo final sobre el Brexit.
May durante su discurso
El discurso de la jefa del Gobierno sobre su plan para el Brexit llega tras meses de ambigüedad y a tres meses de que venza el plazo que se impuso para solicitar oficialmente el abandono del club comunitario. Y mientras su discurso por fin se producía, la libra esterlina recibía sus palabras al alza.
"No quiero que Reino Unido obtenga un acuerdo de asociación o algo que nos deje con un pie dentro y otro fuera. No buscamos adoptar un modelo del que ya gozan otros países", ha puntualizado, descartando que se pueda usar para Reino Unido el modelo de relación que la UE mantiene con otros socios. "Reino Unido está dejando la Unión Europea. Mi trabajo que conseguir el acuerdo correcto para Reino Unido mientras lo hacemos", ha asegurado May.
SALIDA DEL MERCADO ÚNICO
Por otro lado, May ha asegurado que el voto para dejar la UE también ha sido "un voto para abandonar el Mercado Unico". De ahí que la premier haya especificado que la integración desde fuera supondría aceptar "la libertad de movimientos", algo que ni su Gobierno ni los británicos están dispuestos a acatar."Quedarnos dentro del Mercado Unico sería estar sujetos a las leyes europeas y equivaldría en la práctica a no dejar la UE", ha agregado May en el momento de justificar la ruptura "limpia" con Bruselas y de reclamar "una nueva relación de socios" con la UE. A cambio, May ha propuesto trabajar por un acuerdo comercial con la Unión Europea "para garantizar el mayor acceso posible al mercado único" para la empresas británicas.
También ha señalado que quiere salir de la unión aduanera, porque continuar en ella "impediría firmar acuerdos comerciales" con otros países de fuera de la UE, pero querría conservar acuerdos concretos de ausencia de tarifas para sectores y mercados específicos. May ha insistido en que quiere "un acuerdo tarifario" con Bruselas, lo que podría significar algún tipo de pertenencia parcial a la unión aduanera.
La primera ministra ha aceptado, eso sí, que Reino Unido "probablemente" tenga que continuar haciendo contribuciones a la UE una vez abandone el bloque, dependiendo del acuerdo que negocie, pero estas serán "relativamente pequeñas" comparadas con las que hace actualmente. También ha abogado por un acuerdo "transitorio" entre Londres y Bruselas que permita aplicar de forma ordenada el nuevo marco resultante de la negociación del Brexit. "Y mientras negociamos", ha añadido, también "utilizaremos esta ocasión para hacer al Reino Unido más fuerte, hacer al Reino Unido más justo y construir también un Reino Unido más global".
La primera ministra británica ha aprovechado su intervención para desmarcarse del presidente electo Donald Trump, quien ha augurado que la UE se "desintegrará" una vez otros países comiencen a seguir el ejemplo de Reino Unido. "Nosotros nos vamos, pero queremos el éxito de la Unión Europea. Nuestra marcha no implica que queramos alejarnos de nuestros vecinos y amigos ni tampoco es un intento de dañar a la UE o un rechazo de los valores compartidos", ha sentenciado. De hecho ha dejado claro que seguirán siendo "socios fiables, aliados dispuestos y estrechos amigos. Queremos comprar vuestros productos, venderos los nuestros, comerciar con vosotros lo más libremente posible, y trabajar unos con otros para asegurarnos de que todos estamos más seguros y somos más prósperos mediante una amistad continuada".
Así lo ha explicado May antes antes de pasar a explicar las doce prioridades en sus negociaciones con la Unión Europea.
Se espera que el Gobierno británico comience a finales de marzo conversaciones formales con la UE para abandonarla, y según algunos periódicos lo poco que se ha sabido sobre el discurso de la "premier" ha reforzado los temores de analistas e inversores de que tendrá lugar un Brexit.