Las claves para entender el bombazo del último informe sobre Trump y Rusia
Los agentes de inteligencia han informado al presidente Barack Obama y al presidente electo Donald Trump sobre las afirmaciones de que los espías rusos poseen “información personal y financiera comprometida sobre Trump”, reveló este martes CNN.
Estas acusaciones aparecían en circulares redactadas por un ex espía británico contratado para llevar a cabo una investigación contra Trump. Lo que se afirma en estos documentos —que BuzzFeed publicó íntegramente— procede de fuentes rusas, tal y como explicó el antiguo espía a múltiples medios. El problema es que esta información ya había salido antes a la luz, que no se ha verificado de forma independiente, y que incluso el hombre que inicialmente desveló esta historia ha advertido a los lectores que se la tomen con cautela.
Esto es todo lo que necesitas saber: como reconoce la CNN, antes de las elecciones ya se conocían estas afirmaciones. Ahora CNN afirma que el director del FBI James Comey, el director de la Inteligencia Nacional James Clapper, el director de la CIA John Brennan y el director de la Agencia de Seguridad Nacional Mike Rogers informaron de ello tanto a Obama como a Trump. Esto demuestra que la inteligencia se toma estas acusaciones lo suficientemente en serio como para investigarlas y como para explicárselas al presidente y a su sucesor.
Sin embargo, no existen pruebas incontestables de que estas afirmaciones sean ciertas. Se desconoce cuánta información incluyeron (y verificaron) los agentes de inteligencia en el documento de dos páginas que presentaron a Obama y Trump. Por su parte, el presidente electo ya ha negado estas afirmaciones.
NOTICIAS FALSAS - UNA AUTÉNTICA CAZA DE BRUJAS POLÍTICA
Toda esta historia comenzó en octubre, cuando la web Mother Jones informó de que un ex espía de un país occidental (gracias a la CNN, ahora sabemos que era Reino Unido) facilitó al FBI “circulares, basadas en sus últimas interacciones con sus fuentes rusas, que sostenían que el Gobierno ruso ha intentado colaborar con Trump y asistirle durante años”. El FBI —añadía Mother Jones— “pidió más información” al ex espía, que contó a la revista que “hubo un intercambio estable de información entre la campaña de Trump y el Kremlin, por el cual se beneficiaban ambos”.
“No hay forma de descubrir si el FBI ha confirmado o desmontado las acusaciones que aparecen en los documentos del ex espía”, señaló Mother Jones en octubre. El FBI todavía “no ha confirmado muchos detalles esenciales” de los textos, afirma la CNN.
Como apuntó Noah Shachtman, de The Daily Beast, esos documentos llevan meses circulando en las redacciones de los principales medios:
Numerosos medios lo investigaron. Un redactor de Politico tuiteó el martes que su web había probado algunas de las acusaciones, pero que no habían sido capaces de confirmarlo. Ni ellos, ni nadie.
Las noticias de este martes nos dicen que la inteligencia estadounidense sí confía en esta información. Al publicar la historia —con la firma de Carl Bernstein, nada menos que el investigador del Watergate—, la CNN envía un claro mensaje al resto de medios: que se lo tomen en serio. Y al lanzar los documentos a internet sin capacidad de verificar sus afirmaciones, BuzzFeed se asegura de que la historia siga atrayendo la atención de la gente.
El momento resulta clave. Trump ha criticado duramente la labor del servicio de inteligencia en lo que se refiere a la injerencia rusa en las elecciones de EEUU. “Pienso que los servicios de inteligencia están troleando a Trump”, comentó un ex trabajador de la comunidad de inteligencia experto en cuestiones rusas. “Como Trump tomó la estúpida decisión de meterse con ellos, están publicando cosas para generar titulares”.
El martes por la noche, Mother Jones actualizó su artículo. La web señaló: “En el reportaje original de Mother Jones no publicamos las circulares redactadas por el oficial de inteligencia ni citamos detalles específicos de los documentos porque no se pudieron confirmar las acusaciones”.
“No publicamos todos los documentos porque no se pudieron confirmar las alegaciones que incluyen y yo no pude confirmar que el FBI estaba llevando a cabo un profunda investigación sobre ello”, me contó este martes David Corn, el autor de la pieza. “Así que pensé que lo prudente era señalar la existencia de esas circulares y describir la información que contienen sin dar todos los detalles. Hasta Donald Trump merece justicia”.
Ben Smith, redactor jefe de BuzzFeed, envió una nota a sus trabajadores, que luego tuiteó, explicándoles “por qué tomamos la decisión de publicar” el “archivo secreto”.
El congresista demócrata Brad Sherman (California) envió una carta a Obama pidiendo a la administración que proporcione un informe confidencial al Congreso que describa “la información que Rusia ha obtenido sobre el presidente electo”.
Obama respondió al informe antes de dar su discurso de despedida: contó a la NBC que no hace comentarios sobre información clasificada “por principios y por seguridad nacional”.
“Pedí un informe sobre la implicación de Rusia en el hackeo del Comité Nacional Demócrata y en la transmisión de información a WikiLeaks porque pensé que era importante, ahora que ya han pasado las elecciones, tratar de entender exactamente qué ocurrió para evitar que vuelva a ocurrir, para asegurarnos de que trabajamos de forma efectiva con nuestros aliados de modo que la desinformación y los ciberataques no debiliten las estructuras democráticas del mundo”, afirmó Obama.
“Espero y deseo que este trabajo continúe tras mi partida, y que el Congreso —que posee tanto los documentos clasificados como los no clasificados— y el presidente electo con su administración —que poseen tanto los documentos clasificados como los no clasificados— se lo tomen en serio y empiecen a trabajar para reforzar estos mecanismos que podemos usar para proteger nuestra democracia”.
Ryan Grim ha colaborado en este reportaje.
Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano