El 9 de enero de 1908 nació Simone de Beauvoir, la filósofa que cambiaría el feminismo para siempre. Su obra principal, El Segundo Sexo, se ha convertido en un referente fundamental para entender la Teoría Feminista actual. Estudió la condición social de la mujer y la opresión masculina y fue representante del movimiento existencialista ateo.
El Segundo Sexo ha sido una especie de Biblia de los movimientos feministas desde los años 70. En él, Beauvoir criticó que la exclusión de la mujer de los procesos de producción y su confinación en el hogar daba lugar a la pérdida de los vínculos sociales y, con ella, la imposibilidad de ser libres. Hoy, algunas ideas de Beauvoir siguen de plena actualidad. Otras han sido criticadas por feministas de la tercera ola -El Segundo Sexo se situaría al principio de la segunda ola de feminismo de los años 70-. Pero se sigue citando en las convenciones feministas, se siguen leyendo frases suyas en las pancartas de las manifestaciones por los derechos de la mujer y se siguen analizando sus ideas.
Estas son algunas de las cosas que deberías saber de Simone de Beauvoir:
- Fue una escritora y filósofa francesa que defendió los derechos humanos y criticó la opresión de la mujer.
- Fue compañera de vida de Jean-Paul Sartre. Se convirtieron en una de las parejas más representativas de la literatura francesa al intentar reinventar el concepto de pareja que se tenía entonces.
- Fueron una de las parejas más polémicas del siglo XX, ya que intentaron romper con el modelo de vida burgués y tradicional. No vivieron juntos, no dejaron de tratarse de usted, se negaron a casarse y a tener hijos y mantuvieron relaciones abiertas con terceras personas. Compartieron escritos, ideas y acalorados debates.
- Sartre utilizaba el apodo de 'Castor' para dirigirse a ella.
Formó parte del Movimiento por la Liberación de la Mujer y promovió movimientos autónomos no mixtos. Participó en la fundación de la revista Les Temps Modernes, de contenido político, literario y filosófico. Fue socialista hasta los años 50, que se unió a los comunistas, participando en el movimiento por la independencia de Argelia. Su padre le repetía mucho que lamentaba que no hubiese un varón en la familia (fueron sólo dos hermanas). Ejerció como profesora de Filosofía en la Soborna (París). Su obra principal es El Segundo Sexo, publicado en 1949. Es una de las obras fundamentales del feminismo y en ella criticaba que lo que entonces se entendía como valores femeninos eran un producto de la sociedad. La obra marcó el inicio de la segunda ola de feminismo en los años 60 y 70. En El Segundo Sexo, Beauvoir aborda los discursos relacionados con el cuerpo femenino. Fue pionera en abordar temas como la heterosexualidad frente a la homosexualidad o la 'corrección' del matrimonio y la 'incorrección' de la prostitución. El Segundo Sexo aborda todas las ciencias humanas: Biología, Antropología, Psicología, Sexología, Literatura... Y coloca las relaciones entre los sexos como un fenómeno social. Al publicarse, la obra fue recibida con hostilidad y se hicieron críticas demoledoras. Pero durante los años 70, las feministas de la segunda ola lo adoptaron como obra fundamental para entender sus reivindicaciones. Criticaba el androcentrismo o que el varón se generalizase como visión central del mundo. Señalaba que los varones no estaban sexualizados y eran el representante de la sociedad, mientras que las mujeres serían "el sexo femenino", "el otro". El Segundo Sexo reflejó la aspiración de miles de mujeres para quienes el derecho a voto o la igualdad constitucional de los sexos no era suficiente. En la obra se centra en las vivencias de las mujeres en pareja, en la familia, en su sexualidad... Su afirmación más conocida es "una no nace mujer, sino que se hace mujer". Con ella, trató de hacer comprender la problemática femenina como uno de los hilos conductores centrales en la sociedad y mostrar que las características que se consideran femeninas son adquiridas en vez de derivarse de su biología. Beauvoir hablaba de la "otredad". Trataba de encontrar las causas de que la mujer llegase a ser "el otro". Llega a la conclusión de que el problema es que al no participar en la producción activa, no ha trascendido en su naturaleza animal. Por eso defendía la posibilidad de un cambio si las mujeres entraban en el mundo productivo, si se estableciese un sistema socialista y si se proporcionase a las mujeres los medios necesarios para controlar su fertilidad. Ha sido acusada de sobrevalorar lo masculino y dar importancia a la masculinidad. Muchas feministas actuales critican que Beauvoir describa la biología femenina en términos negativos, como si fuese un obstáculo. Hoy, muchas corrientes feministas tratan de dar importancia a estos valores femeninos y llevarlos al ámbito público. Murió el 14 de abril de 1986. Pero su legado es inconmensurable.
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