Navidades sostenibles: cómo hacer que las fiestas sean 'ecofriendly'
Diciembre es época de decoración navideña. Las calles se llenan de luces y las casas de adornos. Según el Informe de Navidad 2016 elaborado por vente-privee.com, el 85% de los españoles adorna su hogar en estas fechas. El texto dice que el árbol es el favorito para la mitad de los españoles, muy por delante de las luces navideñas, 20%, y el Belén con un 13%.
En cuestión de decoración existen muchas variantes y una de ellas es la decoración sostenible. La Navidad no tiene por qué ser perjudicial para le medioambiente. Igual que puede ser una fiesta solidaria, también puede tener un espíritu eco. Aquí enumeramos una lista de ideas para decorar nuestros hogares de una forma sostenible.
El árbol está presente en millones de hogares pero, ¿tenemos claro cuál es la opción más saludable para nuestro planeta? ¿Uno natural o artificial?
ARTIFICIAL
Son más duraderos y baratos, necesitan menos cuidados, pero por el contrario son más contaminantes, se fabrican con PVC y otros plásticos que no se degradan y que además contienen una cantidad excesiva de plomo y mercurio. Suelen producirse a grandes distancias del lugar de compra y en su transporte ocasionan más impacto ambiental. No se descomponen de forma natural, por eso, para deshacerse de ellos, hay que llevarlos al punto limpio en lugar de tirarlos a la basura.
NATURAL
Son 100% biodegradables, no producen ningún daño a la naturaleza si nos aseguramos que provienen de viveros de producción controlada. Nunca se deben tirar a la basura. Según Ecologistas en Acción, cada año nos deshacemos de dos millones de árboles. Tampoco se deben plantar en el bosque, ya que no son autóctonos de la región. Una vez finalizadas estas fiestas, los ayuntamientos suelen tener servicios o puntos de recogida especiales para su replanteo posterior.
En miarboldenavidad.com han tenido una idea muy ecológica: pides el abeto, te lo entregan y ellos te lo recogen para reciclarlo y hacer compost. Además, los que sigan vivos se replantarán para darles una segunda vida.
A pesar de que el árbol lo ha superado, el Belén era hasta hace unos años la joya de la decoración navideña. Tradicionalmente cada año se desempolvaba de sus cajas y volvía a lucir. Pero ahora no todos tienen uno en casa, así que aquellos que quieran ponerlo por primera vez pueden tirar de materiales reciclados.
Para fabricar el portal o las pequeñas casitas se pueden usar maderas ecológicas como la madera de los palets, que suelen proceder de bosques gestionados de manera sostenible, y el bambú para las vigas, que crece a un ritmo cuatro veces superior a cualquier madera. La madera de los palets se puede cubrir con materiales naturales como piedras, corteza de los árboles y ramas caídas para hacer el efecto de vigas de madera.
Para crear las montañas se puede usar papel reciclado envejecido con la técnica del café. Por último, podemos terminar de dar vida al Belén decorándolo con arena y piedras que se cogen del campo. Mucho cuidado con la utilización ornamental y tradicional del musgo que ha conducido a que algunas especies se encuentren en peligro de desaparición. Esto mismo ocurre con otras como los acebos, ruscos o el muérdago, que están siendo recolectadas de forma insostenible.
Para gastar la menor energía posible conviene usar bombillas de bajo consumo, microbombillas o módulos que reducen un tercio el consumo eléctrico. Una de las opciones más ecológicas es la utilización de luces LED que gastan un 90% menos de energía que las tradicionales. También se deben limitar las horas de encendido sólo para momentos especiales y no todo el día y toda la noche.
Otra de las tradiciones navideñas por excelencia es hacer regalos. ¿Alguien se ha planteado alguna vez el gasto energético que suponen dichos regalos? Muchos contienen una gran cantidad de elementos no reciclables, plásticos no biodegradables, pilas contaminantes, especialmente los juguetes. Es importante pensar en regalos sostenibles, especialmente para los niños, así se conseguirá inculcarles una conciencia ambiental.
- Un árbol artificial puede utilizarse durante más tiempo. Se pue decorar con botones de colores, viejos retales, frutos secos disfrazados, latas de refrescos cortadas con formas navideñas, como los renos o los muñecos de nieve.
- Los viejos adornos, como las bolas, se pueden pintar, forrar o adornar para renovarlos y darles una nueva vida.
- También se pueden crear arbolitos en miniatura que pueden rodearse de un paisaje nevado e introducirse en un envase de cristal o una pequeña pecera que no se use.
- Apilar libros en forma de abeto es otra interesante opción para conseguir un árbol impactante y decorativo.
- Pueden hacerse centros de mesa y coronas con papel, cartón, envoltorios, corchos de botellas y combinarlas con hojas secas, piñas, bolas navideñas…
- Fabricar adornos navideños con materiales reciclados como papel, cartulinas, palomitas y algodón para hacer guirnaldas.
- Transforma tu Belén, no lo pongas en el mismo escenario de siempre. Elige las figuras más importantes y ponlas en un lugar insólito, peceras, cajas de cartón a la que quitamos la parte delantera. También podemos añadirles otros objetos, navideños o no, aquí los niños aportarán ideas muy interesantes
Una vez que acaben las fiestas llegará el momento de recoger, guardar los adornos y deshacerse de todos los desperdicios. Lo que todavía tenga una segunda vida (adornos, papel de envolver...) se puede guardar para futuras ocasiones y lo que haya que tirar hay que fijarse en qué contenedor se coloca.
Los cartones van al papel; los embalajes de plástico, al amarillo; las botellas, al de vidrio; las pilas gastadas, al de las pilas… En cuanto a los adornos que ya no sirvan, como bolas o espumillón, se pueden tirar en el contenedor de resto. Las guirnaldas luminosas hay que llevarlas a un punto limpio.