Mr. Wonderfuck: "Un país que no sabe reírse de sí mismo está condenado al pensamiento único"
Pedro Ample es un director creativo de publicidad treintañero y despeinado. Quien se lo cruce por la calle jamás pensaría que su alter ego es Mr. Wonderfuck: un proyecto que nació como un garabato, que saltó rápidamente a internet y que acaba de convertirse en libro.
No molas tanto como crees (Plaza & Janés) reúne cerca de 200 de sus viñetas, todas cargadas de ironía contra los —tan de moda— mensajes inspiradores, motivadores y buenrollistas. Como cuenta este defensor de las voces discordantes a El Huffington Post, le parece que forman "un mensaje único" y llama a echarle más humor a la vida.
¿Cuándo comenzaste a realizar estas viñetas y qué te inspiró a ello?
Todo empezó en 2013. La inspiración vino de forma muy natural, de ver tantas creatividades sobre lo mismo, frases bonitas e inspiracionales en plan 'Puedes conseguir todo lo que quieras', 'Mañana va a ser un gran día', 'Pasado también', 'Y al otro' y que cuando se te caen las tostadas va a ser del lado bueno... De alguna manera sentía que la gente se estaba entumeciendo en un mensaje único muy bonito y muy positivo pero que poco tenía que ver con la realidad de la mayoría. Hice garabatos en una servilleta con mis amigos y me dijeron '¡Tienes que subirlo a internet, a la gente le va a gustar!' y, efectivamente, no se equivocaron.
¿Técnicamente cómo las haces? Comentabas que al principio en una servilleta pero ahora, ¿cómo es el proceso?
La primera viñeta de todas la hice en un descanso en el trabajo después de comer en diez minutillos y la subí. Ahora son dibujos que hago en digital, a veces se me ocurre alguna idea y la garabateo primero en lápiz, pero todo está hecho en un iPad, dibujado directamente a mano en una aplicación digital.
¿Y cuál es el mensaje que tienen detrás? ¿Contra el postureo?
La idea es eso. Hay que intentar reírse mucho de uno mismo y de las cosas que nos pasan y tiene esa intención. No es algo que quiera ser especialmente cínico ni duro, ni mucho menos. Es cuestión de saber reírse de uno mismo, que al final es algo que digo bastante en el libro: todos hacemos caca. Podemos creernos que somos lo más pero al final somos lo que somos y eso no está ni bien ni mal, es lo que es.
¿Hay un hater en ti?
No, para nada. No me considero para nada un hater. Creo que soy bastante constructivo y positivo, lo único que igual estoy construyendo en una dirección menos habitual, que es la de la parodia, la risa y la mala leche un poco también, por qué no decirlo.
¿Cómo definirías el humor que plasmas en las viñetas?
Humor de mierda (risas). Todo es muy de cacas y muy directo, pero en el fondo todo se basa en reírse de uno mismo. Siempre digo que soy el primero que trata de autoparodiarse y de hecho hay una página en el libro que es '¿Te cuento un chiste? Tu vida', en la que salen todos mis amigos. De alguna manera está autodedicada.
Debido a tu nombre o al estilo de dibujo, ¿has tenido alguna reclamación por parte de Mr. Wonderful?
Prefiero no hablar. Ellos tienen su proyecto, yo el mío. Es verdad que hay una relación directa de un nombre que surgió no como una cosa muy pensada de que esto fuese a convertirse en un libro, ni nada de eso. Fue una manera directa de expresar lo que quería contar, pero luego se ha transformado en algo que creo que tiene una entidad muy distinta. [...] Respeto mucho todos los tipos de comunicación, incluido ese, pero prefiero no comentar tampoco mucho.
¿Qué sientes cuando ves circular tus mensajes, ya sea en redes sociales o en la calle?
Es muy loco. La primera vez que vine a la editorial una chica tenía colocadas mis viñetas. Pensé que era peloteo pero por lo visto no, estaban de antes. Muchos amigos que han contado que les han llegado por WhatsApp, de eso que las imágenes ya se van poniendo borrosas de todas las veces que se han reenviado, e incluso "¡Han hecho tazas sin contar contigo!" [...] La gente lo ha hecho suyo y a mí personalmente me llena de alegría. Que esto salga de internet, que se haya movido por internet... Me debo mucho a ese tipo de comunicación, los memes están a la orden del día y gracias a eso he tenido la suerte y la posibilidad de hacer un libro.
El humor en internet, ¿a veces no se entiende bien?
Total. Están los emojis, que es como la manera de con un guiñito poner que estás de broma, pero estás diciendo una putada. El tono de Mr. Wonderfuck es muy contradictorio en sí mismo porque te están poniendo dibujitos bonitos sobre cosas que a lo mejor no lo son tanto como para mitigar un poco la historia, confundir y para que la gente que lo entienda se parta un poco el culo.
¿De qué crees que haría falta reírse más?
Creo que hace falta reírse de todo y, especialmente, cuanto más delicadas son las cosas, con más humor hay que tomárselas. Creo que está muy en el ADN de este país mirar a las cosas con esa risa. Un país que no sabe reírse de sí mismo, que no sabe parodiarse, que no entiende ese tipo de mofa, es un país que está condenado al pensamiento único y a estar entumecido y jorobado. Hace falta quejarse de las cosas y hacen falta voces discordantes en todo.
¿Continuará Mr. Wonderfuck?
Me gustaría. Creo que es un proyecto que tiene recorrido, no sé si un segundo libro. A mí lo que me gustaría es en el futuro intentar acometer nuevos proyectos, ése es mi sueño, poder dedicarme a ser un autor y dibujar y hacer cosas distintas.
¿Cuál de tus viñetas es la que más ha triunfado?
Una de hace muy pocos días, cuando ganó Trump las elecciones. Es algo que ha puesto de acuerdo a todo el mundo en este país, allí no. Aquí todo el mundo está bastante en contra. Ha sido una barbaridad, la página tiene cerca de 150.000 seguidores y esto ha llegado a dos millones y medio de personas la publicación.
