Los habitantes del este de Alepo están a diez días de morir de hambre
El director de la Defensa Civil de Siria, más conocida como 'cascos blancos', Raed al Salé, ha alertado este jueves de que los habitantes del este de Alepo, zona controlada por la oposición y sometida al sitio del Gobierno, están a menos de diez días de morir por el hambre y la falta de medicamentos —según informa Reuters—.
En la parte oriental de Alepo viven actualmente unas 275.000 personas que están a la espera de que se alcance una tregua humanitaria duradera que permita a Naciones Unidas y sus socios llevar ayuda de forma regular. "No te puedes ni imaginar cuál es la situación", ha dicho Salé en una entrevista a Reuters.
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"Los médicos y los equipos de rescate en Alepo están trabajando con lo que ha quedado después de los bombardeos para hacer todo lo que les sea posible", ha contado Salé, que está en Estocolmo para recibir el Right Livelihood Award, conocido como el Nobel sueco.
De acuerdo con su relato, los médicos tienen que decidir con quién emplear los medicamentos y demás insumos ante la falta de suministros. "No pueden aceptar a todo el mundo porque no hay suficiente material ni suficientes médicos", ha apostillado.
EQUIPOS DE RESCATE
Lo mismo ocurre con los 'cascos blancos', que han perdido el 50 % de sus equipos de rescate en los dos últimos meses. "Hemos consumido todo el 'stock' de kits de ayuda y nuestros centros han consumido todas las máscaras antigás", ha detallado. "Tememos que en diez días nos quedemos sin combustible para las ambulancias", ha añadido.
Salé ha señalado la importancia de que el personal humanitario pueda usar máscaras antigás porque, según su versión, los 'cascos blancos' han tenido que atender unos diez ataques con cloro en Alepo en los últimos días, el más reciente el miércoles.
Rami Abdulrahman, que dirige el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos --con sede en Londres pero una amplia red de informantes sobre el terreno--, ha dicho que sus fuentes han podido documentar dos ataques con cloro estos días.
Salé ha dirigido sus críticas, además de al Gobierno de Bashar al Assad, a Rusia, que le apoya con ataques aéreos. "Creo que su retirada del Tribunal Penal Internacional es porque sabe que ha cometido crímenes de guerra en Siria y no quiere responder por ellos", ha afirmado.
DESAPARICIÓN DE BARRIOS
Por su parte, el enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, no se ha podido mostrar más tajante a la hora de expresarse en torno a lo que ha visto en Alepo: si continúan los bombardeos sobre el este de la ciudad, estos barrios "podrían haber desaparecido en Navidad".
"Tras mi visita a Damasco, estoy muy preocupado por el futuro del este de Alepo", ha dicho, en referencia a los barrios de la ciudad que controlan los grupos rebeldes.
"Tengo la impresión de que el Gobierno tienen la firme intención de acelerar una solución militar allí", ha agregado, en una entrevista concedida al diario Suddeutsche Zeitung.
Así, ha indicado que se calcula que 255.000 personas están atrapadas en el este de la ciudad, recalcando que "no han recibido ayuda humanitaria desde julio".
Además, ha recordado que la población de estos barrios "está cercada desde hace dos meses y es bombardeada constantemente, a excepción de 24 días de pausa unilateral por parte de Rusia".
TRUMP Y LA LUCHA ANTITERRORISTA
De Mistura ha explicado que el Gobierno sirio podría estar planificando acelerar sus operaciones militares también en Duma y Ghuta Oriental, en los alrededores de la capital, Damasco.
En este sentido, ha apuntado que el Ejecutivo percibe como positiva la victoria de Donald Trump en las presidenciales en Estados Unidos, debido a que ha insistido en acabar con los grupos terroristas.
"Hay un claro mensaje de Trump sobre que quiere dar prioridad a la lucha contra el terrorismo (...) con menos prioridad sobre otros asuntos, como el cambio de régimen", ha recordado.
Sin embargo, De Mistura ha explicado que "sería una gran tragedia para la población que el Gobierno tenga éxito en tomar el este de Alepo cuando esté prácticamente destruido".
"Habría decenas de miles de refugiados desplazándose hacia Turquía. Habría una constante guerra de guerrillas en las zonas rurales y atentados en las zonas urbanas durante los próximos años", ha alertado.
PLAN DE EVACUACIÓN DE ALEPO
De Mistura ha resaltado que en estos barrios de Alepo habría "un máximo de mil, probablemente entre 500 y 900 combatientes del Frente al Nusra —actualmente llamado Frente Fatá al Sham—".
"Rusia insiste en que bombardea el este de Alepo o acepta los bombardeos del Gobierno sirio porque hay grupos terroristas. Si se retiraran a Idlib con sus familias y sus armas, como proponemos, Rusia no tendría motivos para bombardear o aprobar los bombardeos del Gobierno", ha dicho.
En este sentido, ha reconocido que "no hay pruebas" de que Rusia esté llevando a cabo bombardeos en la actualidad en la ciudad, si bien ha indicado que Moscú "no hace nada para evitar que el Gobierno ataque hospitales".
"Todos queremos derrotar a Estado Islámico y el Frente al Nusra, pero esto sólo puede lograrse si hay una solución política inclusiva para Siria", ha insistido.
"Tomar el este de Alepo o Raqqa —bastión de Estado Islámico en el país— no significa acabar con Estado Islámico. Si no hay una postura política, grupos como estos surgirán como champiñones otra vez", ha argüido.
Por otra parte, ha reconocido que países como Turquía, Qatar y Arabia Saudí "han apoyado a ciertos grupos armados", recalcando que "también es cierto que la oposición política y militar en Siria tienen su origen en el sentimiento de que no están involucrados en el sistema politico".
EL PAPEL DE OBAMA
De Mistura ha tenido también palabras para el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, asegurando que cree que seguirá intentando lograr una solución al conflicto hasta que abandone el cargo en enero de 2018.
"Es bastante posible que Obama decida seguir muy activo en este asunto hasta el último día", ha manifestado.
"Tanto él como el secretario de Estado (John) Kerry están muy motivados para poner fin a la mayor tragedia humana del siglo", ha dicho, agregando que "es parte de su herencia".
Por último, ha indicado que "sigue habiendo conversaciones" internacionales, si bien ha lamentado que "esta fase es, sin duda, delicada y peligrosa".