Cospedal mantendrá el gasto militar para hacer piña en la UE frente al ninguneo de Trump
María Dolores de Cospedal lo ha dicho alto y claro en su primera comparecencia en el Congreso como ministra de Defensa: “No”.
“La respuesta es breve y sencilla: No”. Así contestó este miércoles la también secretaria general del PP a Gabriel Rufián, cuando el diputado de ERC le preguntó si "con 750.000 familias sin ingresos y asistencia, con 13 millones de pobres [...], tenía pensado reducir el gasto militar que entre cifras reales y camufladas alcanza los 17.465 millones de euros".
“No” y la ministra cumple así con el Consejo de Exteriores y Defensa de la UE que el martes 15 aprobó un plan para ganar músculo militar, independizar Europa de Estados Unidos y cimentar una nueva relación con la OTAN. En otras palabras, un plan para aumentar el gasto europeo conjunto, lo que se traduce en poner más euros sobre la mesa, como reclama el presidente electo de Estados Unidos.
Donald Trump quiere hacer que los países europeos paguen más por su defensa, hasta 80.000 millones de euros de contribución europea a la Alianza Atlántica. Durante su campaña electoral, el próximo presidente de Estados Unidos amenazó con abandonar a los aliados estadounidenses en Europa si no invertían lo suficiente. El anuncio cuestiona casi 70 años de apoyo militar.
En su despedida de Barack Obama, Ángela Merkel ofreció el jueves pasado a Donald Trump colaboración con total apertura y convencimiento y habló de la necesidad de gastar más en defensa. “Alemania ha entendido el mensaje y ha empezado a reaccionar”, dijo.
Estados Unidos destina un 3,5% de su PIB (610.000 millones de dólares) a gasto militar, mientras que la suma de los Veintiocho en l 1,5% del PIB de la UE, y España… bueno, las cifras son confusas en España.
El Ministerio se halla en una encrucijada de pagos después de que el Tribunal Constitucional anulara en julio pasado la tradicional vía del crédito extraordinario para pagar los Programas Especiales de Armamento (restan por pagar 21.000 millones de euros hasta el fin de los programas en 2030). El Ministerio contempla desde la mora hasta el pago fraccionado.
NO FUE EL MEJOR PROCEDIMIENTO
María Dolores de Cospedal ha admitido este miércoles que la fórmula que utilizó su antecesor en el cargo, Pedro Morenés, de pagar los programas de armamento a través de créditos extraordinarios anuales a través de decretos no fue "el mejor procedimiento". Para la ministra de Defensa, puede que los decretos ley no fueran la figura más idónea para tramitar los créditos. “No le voy a negar que podían haber estado mejor justificados los decretos de 2014 y 2015”, ha reconocido en respuesta a la diputada socialista Isabel Rodríguez.
Defensa se ha venido sirviendo de estos créditos cargados a deuda pública vía Real Decreto en los últimos años, de modo que solicitó 1.782,7 millones en 2012; 877,3 millones en 2013, 883,6 millones en 2014 y, finalmente, otros 846,4 millones el pasado año. En total, la Administración de Morenés ha obtenido 4.390 millones a través de este procedimiento, que solo se debe utilizar para casos de extrema urgencia, “un mecanismo tramposo que permitía aprobar un presupuesto hasta un 30% inferior al gasto final y consolidado”, matiza Pere Ortega, investigador principal del Centre Delàs de Estudios para la Paz y autor del informe Fraude e improvisación en el gasto militar.
INDEPENDENCIA MILITAR
Solo cinco países de la UE, incluido Reino Unido, cumplen la recomendación de la OTAN de destinar el 2% de su PIB a Defensa, mientras que otros 10 han establecido planes firmes para alcanzar ese nivel. España queda fuera del primer grupo y, según los datos que proporciona el Gobierno, también del segundo.
En el camino hacia esa independencia económica que quiere Trump pero en la que también insistió el secretario general de la OTAN el martes 15, los ministros de Defensa de la UE aprobaron la semana pasada en Bruselas el plan de seguridad y defensa propuesto por la Alta Representante de la UE para crecer en autonomía. Para lograrlo, los Veintiocho apuestan por la cooperación estructura permanente (PESCO, por sus siglas en inglés), un instrumento nunca utilizado hasta ahora que permitiría a un grupo de países avanzar por su cuenta.
UNA NUEVA AMBICIÓN
El documento, que el equipo de Federica Mogherini ha subtitulado Una nueva ambición, adquiere relevancia tras los comentarios de Trump durante su campaña, en la que criticó el poco gasto de algunos de los miembros europeos de la OTAN.
El nuevo plan permitiría a la UE actuar al margen de Estados Unidos. “Es prematuro todavía decirlo, pero ha habido una gran conciencia acerca del importante momento que estamos viviendo al hablar de cooperación estructurada permanente”, indicó María Dolores de Cospedal tras el Consejo del martes 15.
Los líderes de la UE firmarán el acuerdo en diciembre, pero su financiación no comenzará a estudiarse hasta ya entrado 2018, según explicó este martes Mogherini. "Y, sin financiación, las tareas y objetivos contenidos en las 16 páginas del documento resultan abstractos", reconoce Constantino Méndez, exsecretario de Estado de Defensa.
UN JARRO DE AGUA FRÍA
La nueva factura militar de la UE echará un jarro de agua fría sobre España, atrapada en un proceso de ajuste presupuestario tras incumplir el límite de déficit. Los Estados miembros todavía tienen que discutir si ese aumento se comunitariza o no, vía presupuestos europeos, según ha explicado Mogherini. Cospedal, sin embargo, ha asegurado que el sacrosanto cumplimiento del déficit no se verá afectado.
Constantino Méndez, exsecretario de Estado de Defensa, opina lo contrario. "Todo aumento de gasto en presupuestos", dice, "ha de estar conciliado con mayores ingresos y, si no fuera así, crearía más déficit, cosa que Bruselas no permitirá". Méndez lo achaca a que la ministra “no entiende de números”, explica.
"Recordemos que es la del sueldo en diferido", apunta y considera que en su error "seguramente confunda gasto ordinario con financiación de los programas de armamento vía industria, que demora el cómputo aunque al final se tiene que imputar como gasto". El Ministerio padece de funding gap (deficit de financiación), así lo definió Méndez en el informe Evaluación de los programas especiales de armamento que presentó en 2010, y donde ya hablaba de este problema estructural del gasto militar en España.
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Y eso que la previsión y distribución del gasto militar en España es cuanto menos particular. El Tribunal Constitucional anuló en julio la tradicional vía de crédito extraordinario, dio así la puntilla a un modelo de financiación calificado de opaco e irregular y destapó el verdadero gasto militar que, en realidad, representa el 1,6% del PIB frente al 0,6% del que presume el Gobierno, aunque siempre por debajo del 2% que recomienda la OTAN, y muy inferior al 2,7% que calcula el colectivo antimilitarista Utopía Contagiosa cuando incluye los gastos militares que se cuelan en los presupuestos de otros ministerios.
Por lo que la necesidad de adaptar el gasto a la recomendación del 2% de PIB de la OTAN, y ahora también a los requerimientos del plan de Mogherini, varía en función de quién ofrezca las cifras. Si es el Gobierno, España tendría que doblar el gasto con otros 10.000 millones de euros. "Pero ya dice Cospedal que el déficit no se verá afectado", cierra Constantino Méndez.