Luis Tudanca (PSOE): "Después de la abstención hemos visto una debacle"
Hasta hace pocas semanas, el nombre de Luis Tudanca (Burgos; 1978) estaba íntimamente relacionado a Castilla y León, puesto que desde 2014 es secretario general del PSOE en esa región. Pero ahora su apellido está también estrechamente unido al de Pedro Sánchez.
Tudanca ha sido uno de los barones socialistas que con más ímpetu defendió el 'no es no' a Mariano Rajoy y uno de los que se ha mantenido al lado de Pedro Sánchez hasta ahora. La semana pasada, sin ir más lejos, El País publicó que el exlíder de los socialistas mantuvo una reunión en un hotel de Madrid con ocho personas afines a él. Entre ellos, Tudanca.
La postura del líder de Castilla y León le ha llevado a tener que manejar una marejada en el partido en su comunidad, donde destacados dirigentes como Soraya Rodríguez, Carlos Martínez o Julio Villarrubia defendieron con fuerza la abstención. Tudanca trata de capear el temporal.
¿Cómo definiría la situación actual del PSOE?
Muy complicada y convulsa fruto de decisiones que nos han llevado al momento más difícil que ha atravesado el PSOE en los últimos 40 años, sin ninguna duda. Pero estoy convencido de que seremos capaces de resolverlo cuanto antes.
¿Quién cree que es el culpable de esa situación?
No sé si aporta algo dedicar mucho tiempo a buscar culpables o responsables, que sería una palabra más adecuada. Quiero dedicar el tiempo a buscar soluciones. Yo he defendido que incumplir nuestra palabra nos iba a llevar a una situación de ruptura y de pérdida de la credibilidad. Habíamos desconectado con una parte importante de nuestras bases y de nuestros votantes fruto de errores del pasado y nos estábamos recuperando. Incumplir nuestra palabra siempre es una mala decisión.
El CIS de esta semana da al PSOE una caída importante y es superado por Podemos. ¿Cómo cree puede recuperarse el partido?
Llevamos cuatro años sufriendo encuestas que, más que análisis demoscópicos, son una expresión de deseos frustrados por parte de no se sabe muy bien quién, alentando un sorpasso que nunca se ha producido. Es cierto que todas las encuestas previas a los fatídicos Comités Federales y a la decisión de la abstención expresaban un crecimiento del PSOE, que era fruto de una nitidez en el mensaje y de una claridad en un proyecto de izquierdas. Y después de eso hemos visto una debacle. Por eso, cuanto antes resolvamos el problema de liderazgo, de la reconstrucción, de la unidad y del proyecto socialista, más fácil será recuperarnos. Porque, hoy sí, uno tiene la sensación de que estamos en una posición que puede no ser la segunda en esta carrera política del país.
¿Cuándo tiene que ser el congreso del partido?
Tiene que ser ya. Es verdad que necesitamos tiempo para la reflexión, pero a ver si nos vamos a ahogar en un reflexión infinita que nunca pasa a la acción. Llevamos ya seis años reflexionando sobre lo que le pasa a la socialdemocracia y al PSOE. Y a base de reflexionar no parece que encontremos la salida. Tenemos que actuar, resolver el liderazgo en un congreso, con unas primarias, con el voto de los afiliados. Y tenemos que resolver un programa ideológico que tiene que ver con el modelo de partido, con la democracia, con la participación, con la transparencia, con la conexión con la sociedad, con el modelo territorial y de país. Eso debe hacerse ya. Tenemos muy buenas ideas, capacidad, pero necesitamos que los militantes voten. Más democracia. Y cuanto antes. Es la forma de solucionar las fracturas que tenemos.
¿Su voto será para Pedro Sánchez pase lo que pase?
Es prematuro y además es aventurado. Lo ha dicho Pedro Sánchez también: esto no va de proyectos personales. Esto es un proyecto político que tenemos que ser capaces de resolver todos. A mí con Pedro Sánchez me une, nada más y nada menos, que era el secretario general elegido por mis compañeros y compañeras del PSOE, al que debíamos lealtad. Además, tenía toda la legitimidad y había iniciado una senda de recuperación de la confianza. Me interesa más discutir con él y que él aporte, como muchos otros, a esta reconstrucción que hablar de votos en unas primarias. Y estoy seguro de que a él también le interesa ahora hablar de eso.
¿Cuándo fue la última vez que habló con él?
No recuerdo, pero puede hacer tres días.
¿Qué comentaron?
(Risas) Las conversaciones privadas son privadas, aunque últimamente… en fin. Todo el mundo tiende al exhibicionismo político. Hablo con él, y con otros muchos compañeros, de cómo hemos llegado hasta aquí. Es verdad que tenemos que cerrar heridas, pero no olvidar. Porque, si no, vamos a cometer los mismos errores. De todo eso hablo con Pedro y con otros compañeros.
¿Tiene algún nombre que le gustaría para liderar el partido? Se está escuchando mucho el de Patxi López...
Es que en este partido las cosas han cambiado. Y quien no quiera entenderlas se va a equivocar. El voto de la agrupación más pequeña y más lejana será igual de importante que el de cualquiera que tengamos el cargo más alto. Hay figuras que, sin duda, son indiscutibles e imprescindibles. Hablamos de Patxi López, de Pedro Sánchez, de Borrell… y de tantos otros referentes. Nosotros somos un partido con historia, con raíces, y no podemos empezar de cero. Debemos reconstruirnos, redefinirnos, pero no debemos empezar de cero. Y todas esas voces son imprescindibles de cara al futuro.
Entre esas voces no ha incluido a Susana Díaz. ¿Cómo calificaría la actitud que está teniendo ella en todo este proceso?
Me he dejado a muchos otros. Este partido tiene mucha cantera y tenemos muchos presidentes de comunidades autónomas, alcaldes y alcaldesas, que tienen que tener un papel fundamental. Susana es una magnífica presidenta de la Junta de Andalucía. Desde luego, no voy a esconder que en los últimos meses me ha….[duda y titubea unos segundos] diferenciado de ella una gran parte de las posiciones externas e internas. Yo he sido un gran defensor del ‘no’ a Rajoy por pura convicción, porque me parecía muy importante mantener la palabra y porque me parecía lo mejor para el PSOE y para el país. Pero, en fin, este es un partido plural.
Esta semana se ha dicho que hubo una reunión en un hotel de Madrid en la que participó usted y en la que se dibujó un panorama de futuro con Pedro Sánchez como candidato y Borrel como secretario general. ¿Es así? ¿Qué le parecería ese escenario?
Hay mucha confusión. Le aseguro que en ninguno de los sitios donde yo he estado se ha hablado de eso. Estoy manteniendo reuniones con muchos responsables del partido a muchos niveles. Y hablamos de proyecto político, de tener un proyecto claro, diferenciado de la derecha. Lo menos importante ahora es hablar del quién. Lo importante es el cuándo, el cómo, el porqué, el para qué vamos a reconstruir este proyecto.
El pasado fin de semana estuvo usted en el congreso del PSC, cuya postura de votar ‘no’ a Rajoy ha sido muy criticada. ¿Cómo lo interpreta?
Es que esa discusión va mucho más allá del PSC o del PSOE. Es que es difícilmente reconducible la situación de enorme fractura territorial que tiene este país si rompemos el PSOE y el PSC, que somos los únicos que hemos aportado una solución para restaurar la convivencia, construir un país plural y diverso pero unido. Eso es más importante que cualquier votación en el congreso. Por cierto, votación completamente excepcional en una situación excepcional adoptada por un partido en situación de excepción después de comités federales muy duros, sin ejecutivas. Y cambiando una decisión sin consultar a los militantes que, además, se adoptó por una mayoría legítima pero con una minoría muy amplia que apoya lo contrario.
En las últimas semanas, ¿a usted se le ha pasado por la cabeza en algún momento abandonar el partido?
No, nunca. Yo voy a seguir siendo socialista toda la vida. Estaré en política, en el más amplio sentido de la palabra, siempre. Porque lo abarca todo. Pero sí que le reconozco una profunda decepción y mucho dolor por lo que ha pasado en mi partido. También por el mal ejemplo que hemos dado a todos los simpatizantes y votantes del PSOE. Y reconozco que, desde el punto de vista personal y emocional, han sido tiempos muy muy duros. Muy difíciles. Pero ni me rindo ni me voy a rendir en el futuro.
¿Cree que el giro del PSOE en los últimos meses le puede afectar a usted de alguna manera?
Pero, ¿en qué sentido?
¿En qué posición está usted ahora mismo en el partido? Usted se ha puesto del lado de Pedro Sánchez y sigue ahí
No, es que eso no me importa en absoluto, no me preocupa absolutamente nada mi futuro político. De la misma manera que vine, que fue con el respaldo de mis compañeros y compañeras, me iré cuando ellos consideren que no puedo aportar más. Y, ya sea como cargo o como militante, seguiré dando todo lo que esté en mi mano para que al PSOE le vaya bien.
¿Cree que los ahora ‘oficialistas’ de Castilla y León van a intentar armar una alternativa a usted?
Es que no sé ya quiénes son los oficialistas de Castilla y León. Si yo soy el secretario general. Es ya un poco confuso.
Los que defendieron la abstención frente al ‘no es no’.
No tengo la sensación de cuestionamiento ni mucho menos. He detectado que la posición que yo he llevado como secretario general de Castilla y León a los órganos del partido es lo que me pedían los militantes. No es que lo intuya. Es que todas las asambleas que se han celebrado a lo largo y ancho de Castilla y León (y cuando digo todas son todas) apostaron por el ‘no’. Es verdad que hay una cierta brecha, y no solo aquí, entre una parte de la dirección y la militancia. Y eso sí me preocupa. Pero voy a seguir siendo coherente, a defender las posiciones a las que me llevan mis principios y, cuando los militantes del partido decidan que no soy útil para este proyecto, me marcharé con la conciencia tranquila y la cabeza alta.
Pero, según El Norte de Castilla, 12 representantes de Castilla y León respaldaron la abstención y cinco el 'no es no'.
Bueno, yo defendí lo que aprobamos en un 90% la ejecutiva autonómica, lo que llegaba de las asambleas por todas las provincias y lo que, por cierto, durante muchos meses me trasladaron todos los responsables provinciales de esta comunidad. Algunos luego cambiaron de opinión. Yo preferí mantenerme en la mía. Que era la de la mayoría. Creo.
¿Cuándo se convocará el congreso regional?
Entiendo que tendrá que resolverse primero el congreso federal. Cuanto antes se convoque el congreso federal, inmediatamente después se convocará el congreso autonómico. Aquí y en todos los territorios de España.
Pase lo que pase con el liderazgo del partido, ¿usted tiene la intención de seguir como secretario general del partido en Castilla y León?
Es que yo vine aquí para quedarme. Cuando yo llegué a la secretaría general también veníamos de una crisis muy importante. Y vine con la intención de potenciar el proyecto socialista como alternativa en Castilla y León y cambiar las políticas en la región. Yo no me afilié al PSOE ni quise ser el candidato en Castilla y León para dedicarme a ganar o perder congresos orgánicos o contar delegados o militantes. Yo vine para hacer políticas que hicieran un poco mejor la vida de los ciudadanos.