Dolores Redondo: "Lo más maravilloso que puede pasarle a un escritor es ganar un lector"
Ni Todo esto te daré ni El asesinato de Sócrates fueron novelas que nacieron de la noche a la mañana. La ganadora del premio Planeta Dolores Redondo reconoce que la idea de esta historia empezó a rondarle en la cabeza hace seis años, antes de publicar su Trilogía del Baztan, pero en ese momento decidió decantarse por El guardián invisible para arrancar su carrera. Para el finalista Marcos Chicot su obra es el fruto de 12 años investigando y escribiendo sobre la Grecia Clásica. Después de tres libros, llegó esta "eclosión de todo lo aprendido" sobre esta época, como él mismo lo define.
Lo cuentan sentados uno junto al otro en el Hotel de las Letras de Madrid, justo después de dar su primera rueda de prensa conjunta en el Instituto Cervantes. Ha pasado poco más de dos semanas desde que se alzaran con sendos galardones, los mejor dotados económicamente del panorama literario nacional.
Hablan relajados y ya con los pies en el suelo. La noche de 15 de octubre fue un subidón, aunque reconocen que lo mejor está por llegar.
Dolores Redondo: El premio lo vamos a recibir, si hay suerte, a partir de que salga el libro a la venta [el jueves 3 de noviembre]. El Planeta es en realidad poder acceder a unos lectores que no estaban antes.
Marcos Chicot: Te da un empuje y una visibilidad enormes, que de otra manera no conseguirías, especialmente si ya tienes otras novelas. El problema no es llegar a tus lectores, a los que ya te conocen. Lo difícil es captar nuevos lectores y este premio te da ese empuje. Da igual que escribas de un género o de otro, van a probar y si luego les gusta… seguirán.
D. R.: Si hay suerte se quedarán y nos acompañarán en las siguientes incursiones que hagamos. Ése es el objetivo.
A punto de empezar la gira planetaria que les llevará a distintas ciudades de España durante todo este mes de noviembre, los dos se muestran ilusionados ante la idea de poder charlar con esos primeros lectores de sus correspondientes obras.
M. C.: A partir de la segunda semana , ya habrá gente que se los haya leído.
D. R.: Empezaremos a tener el pulso de si les está gustando.
M. C.: Nosotros tenemos ganas de hacer preguntas. Querrán hablar ellos, pero nosotros también.
Tanto Redondo como Chicot proyectan humildad y se empeñan en repetir lo importante que les resultan los lectores.
M. C.: Siempre digo que uno de los fenómenos más maravillosos en la literatura de los últimos años es Harry Potter, porque ha hecho que muchísimos jóvenes hayan empezado a leer. Con El asesinato de Pitágoras contacté con cientos de blogs y la mayoría decían que empezaron a leer, se volvieron adictos y se abrieron un blog por Harry Potter. Yo soñaba con que llegase el momento en que alguien dijese eso de mí… Porque no sólo me habrá leído a mí, se habrá convertido en lector, con toda la riqueza que eso implica como persona.
D. R.: Una vez un periodista me preguntó qué era lo más chulo que me había dicho un lector y son dos cosas. Los que dicen: 'Por ti he recuperado el gusto por la lectura, porque había dejado de leer y de pronto han llegado estos libros a mí, me he leído uno, otro y sigo leyendo...' Y los que dicen: 'No leía pero alguien se ha empeñado en que leyese tu libro, me lo he leído y me he leído otro y luego otro'... Y ya se han convertido en lectores. Ya no me están leyendo a mí, están leyendo a otros autores. Decir que has ganado un lector para el territorio lector es maravilloso. Es la mayor alegría, que hayan recuperado el gusto o que lo hayan descubierto".
Aunque ambos tienen sus próximas novelas en mente saben que estos meses serán para disfrutar del "sueño hecho realidad", como lo define Redondo, y también para leerse mutuamente. Las novelas les llegaron editadas un día antes de esta entrevista y, aunque ya han empezado a leer, les quedan muchas páginas por avanzar. Eso no les impide que busquen similitudes entre los dos títulos, que aparentemente nada tienen en común. Si El asesinato de Sócrates es una obra basada en un hecho ocurrido en la Grecia Clásica, Todo esto te daré es una ficción que narra la investigación que un escritor lleva a cabo en el pueblo lugués de Chantada después de que su marido muriese supuestamente en un accidente de tráfico.
"Desde Robert Graves no me divertía tanto yendo por Grecia y explorando el mundo griego. No es solamente que te estén dando información y que te estén dando la clase de historia", cuenta Redondo sobre su compañero de aventura, con el que habla constantemente de sus últimos trabajos.
D.R.: Independientemente de lo que nos esté pareciendo el libro, sí que hablamos de lo que nos llevó a escribirlo o las cosas que nos ha interesado resaltar… Bebemos casi de las mismas fuentes, de los mismos conceptos, pero los exploramos de manera distinta. Hay corrupción, hay impunidad, hay lucha por la justicia, gente que quiere que las cosas cambien...
M.C.: Creo que la vivencia que va a experimentar el lector recorriendo ambas novelas va a ser muy similar a pesar de tener un envoltorio totalmente distinto, pero la invitación a la reflexión es muy similar. Los temas, las emociones que sientes, los sentimientos a flor de piel... Creo que son muy similares, dentro de que es otra manera de narrar y otro envoltorio totalmente distinto, por supuesto.
D.R: Al final lo que mueve el mundo es siempre lo mismo.
M.C: Ella habla de actualidad y yo, incluso en el propio proceso de investigación y desarrollo de la novela, tenía la sensación de estar hablando de actualidad. Igual que es difícil entender la importancia que dan a la religión en la antigua Grecia porque es muy diferente de la nuestra como herederos del cristianismo. Sin embargo, en términos sociales, en términos políticos, somos absolutamente grecorromanos y en concreto griegos. El lector no va a tener que hacer ningún filtro para entender perfectamente todo lo que va a estar leyendo de la antigua Grecia.
Chicot habla de su proceso de escritura, del que también habla Manuel, protagonista de Todo esto te daré, que cuenta que sus novelas salen de las entrañas. ¿Ocurre lo mismo en ambos actores?
D.R: Hay un momento en que no quiere pensar, quiere evadirse, no puede más … Los escritores, cuando no podemos más, escribimos. Si no puedes más, si no puedes con la vida, tienes que escribir, y escribir es evasión, es un sufrimiento porque vuelcas también sufrimiento pero sobre todo es el alivio porque la manera de sacarlo es un exorcismo puro. Al principio no se siente con fuerzas para escribir pero se está engañando porque escribir es la única forma que tiene un escritor de canalizar el dolor. En el momento en que se pone a escribir se libera .
M.C: Me ha hace gracia lo de escribir como terapia. En psicología una de las técnicas es que los pacientes escriban para canalizar, para exorcizar… y los que somos escritores de profesión lo hacemos constantemente. No significa que siempre escribas desde el punto de vista personal ni para sacar un sufrimiento.
D.R: Marcos, seguro que hay un montón de lugares en su novela de ti en los que no nos daremos cuenta pero saben por qué ha puesto esa palabra en concreto, por qué ese personaje hace eso en concreto.
M.C:Como escritor muchas veces estás narrando y otras veces te estás emocionando, y eso depende de tus vivencias. Te llega de una manera o de otra según lo que hayas vivido.
Y esa forma de narrar es la forma que tiene el lector de leer. Tanto uno como otro defienden que la pluma transmite sus sentimientos. "Si el lector escribe emocionado, el lector se emociona. Si el escritor escribe fluido, el lector lee fluido", apunta Chicot como clave para conocer un poco mejor el secreto de la literatura. Nuestra forma de leer es fruto de su forma de escribir.
