Francia, primer país del mundo en prohibir los vasos de plástico
155 vasos de plástico van a la basura cada segundo en Francia, según la Asociación de la Salud y el Medioambiente de ese país (ASEF, por sus siglas en francés). Pero la fiesta se ha terminado. Francia se ha convertido en el primer país del mundo en prohibir los vasos y platos de plástico que tanto descanso han dado a los fregaderos de millones de hogares.
Según una nueva Ley, impulsada por Ségolène Royal, ministra de Ecología, Desarrollo Sostenible y Energía, las vajillas desechables deberán estar producidas con, al menos, un 50% de materiales orgánicos reciclables a partir de 2020. A partir de 2025, el porcentaje de esos materiales en cada objeto deberá ser de al menos el 60%.
Actualmente, según cifras de ASEF, sólo el 1% de los vasos y platos de un solo uso se recicla. La razón fundamentales que estos productos están fabricados en su mayor parte por una mezcla de polipropileno y poliestireno, dos materiales de difícil reutilización.
La prohibición de los vasos y platos de plástico es una medida más dentro de una ley marco sobre “la transición energética para el crecimiento verde”. Desde el pasado mes de diciembre, cuando acogió la Conferencia sobre el Cambio Climático, Francia aspira a liderar la implantación de soluciones medioambientales y energéticas que reduzcan el impacto sobre el medioambiente.
El plan desarrollado por el ministerio francés persigue un recorte del 50% el vertido de residuos en 2025 y una reducción del 40% en las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. El primer paso de este plan fue la prohibición total, el pasado mes de julio, de las bolsas de plástico de los supermercados. La producción y distribución de estas bolsas soporta ya restricciones, en forma de impuestos, en muchas partes del mundo.
LA INDUSTRIA, DE UÑAS
Todas estas medias han caído como un jarro de agua fría en la industria. Pack2GoEurope, una asociación europea que agrupa a los más destacados productores de envoltorios alimentarios, ha afirmado de que la norma francesa vulnera la legislación de la Unión Europea sobre el libre movimiento de bienes,según recoge CNN.
Eamonn Bates, el secretario general de la organización, ha afirmado, también en CNN, que “nuestros miembros no están en contra de los bioplásticos o de nuevos productos similares. Se opone a que sean impuestos en ciertos sectores por la única razón de que los estudios muestran que no existe ninguna base medioambiental para hacerlo”.
Bates ha hecho referencia así a los estudios que afirman que aunque los bioplásticos representan la alternativa más viable a los plásticos basados en derivados del petróleo, es preciso lograr que los procesos necesarios para producirlos se conviertan en más eficaces energéticamente para que se conviertan en una alternativa real.