Recicla tu ropa en las tiendas: lo que puedes hacer tú y lo que pasa luego con ella
Con septiembre llega el cambio de estación, de temperaturas y de armarios. De ellos saldrán un montón de prendas que, probablemente, no vuelvan a entrar: se han pasado de moda, ya no encajan con el cuerpo del propietario o están algo estropeadas. Entonces, ¿qué hacer con ellas? ¿Tirarlas a la basura sin más?
Cada vez más marcas de ropa abogan por una segunda vida para esas prendas: son las propias firmas quienes deciden realizar iniciativas para que los clientes las devuelvan y el ciclo de la moda sea más sostenible. Muchas son tiendas pequeñas, pero las grandes cadenas como Mango, H&M y Zara se están subiendo a un tren que ya ninguna puede dejar pasar. Una iniciativa que redunda en el bien de todos: de los consumidores, que se quitan prendas de encima sin tener que tirarlas; de los establecimientos, que abogan así por un ciclo vital de las prendas más largo y más ecológicos; y de quienes reciben las prendas, que pueden disfrutar de ropa seminueva cuyo absurdo destino final iba a ser un contenedor de basura.
En España todavía no es fácil encontrar iniciativas como estas. Es cierto que cada vez son más las firmas que se prestan a la sostenibilidad: así, la francesa especializada en deportes Decathlon organiza dos veces al año (la próxima, en octubre) su llamada Trocathlon, una feria de material deportivo de segunda mano. Sin embargo, sigue siendo difícil encontrar dónde donar la ropa (o los complementos) de forma sencilla en un sitio en el que nos cercioremos de que vuelven a ser útiles. Para eso hay que rebuscar un poco más.
Si lo que se quiere es dejar complementos para que tengan una segunda vida, la cosa está más complicada todavía que si son prendas. Multiópticas tiene una fundación con su mismo nombre que dona las gafas que los clientes depositan en las tiendas de toda España a quienes más las necesitan. Así, las llevan a habitantes de países como Nepal, a los que también ayudan a graduar la vista. Si lo que queremos es donar zapatillas deportivas tampoco es fácil, pero este verano la cadena Sprinter ha realizado una iniciativa junto aRun4Help con la que ha recogido en 90 tiendas 852 pares de zapatillas usadas.
H&M, REINA DEL MERCADO Y DE LAS DONACIONES
A estas iniciativas se suman los gigantes del sector, cada vez más implicados en esa segunda vida de las prendas. H&M fue quien tomó la iniciativa en incorporar el reciclaje como una actividad más de sus tiendas. "Fuimos pioneros y queremos ser motor", afirman desde la filial española de la marca de pronta moda sueca. Desde el año 2013, cuando se implantó a nivel mundial, en España se han recogido más de 2.700 de toneladas de ropa usada. Este es uno de los países más implicados en la recogida: está en el tercer puesto del ranking mundial, superando a China, Rusia o Estados Unidos y sólo por detrás de Alemania (líder total con 5.200 toneladas recogidas) o Francia (con casi 3.000).
Además, por cada kilo de ropa que recoge dona dos céntimos de euro a distintas ONG, según los países. En España han entregado casi 55.000 a Acción contra el Hambre.
La ropa que se recoge en H&M pasa por un largo proceso desde que el cliente la deja hasta que vuelve a existir, ya que puede o reutilizarse como es o transformarse en otros textiles y materiales. Si forma parte de la primera opción puede que vuelva incluso a las tiendas: la empresa sueca lanza esporádicamente una campaña que recupera las prendas; de hecho, la próxima (llamada Closing the Loop, Cerrando el Círculo) llegará a sus tiendas el 6 de octubre. Si las prendas son irrecuperables les espera un largo proceso en una planta europea de transformación, por la que a lo mejor esa camisa vaquera acaba convertida en una paños de limpieza o cubiertas de automóviles.
Mango también ha entrado de lleno en el mundo del reciclaje. Si hace unos meses arrancaban su experiencia piloto en Barcelona, ahora han decidido expandir el sistema a "tiendas propias nacionales repartidas en las principales ciudades de las comunidades autónomas de Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid, Andalucía, País Vasco, Galicia, La Rioja y Castilla León", como cuentan desde la propia marca. Así, han colocado una serie de contenedores sobre todo en las tiendas con la línea femenina y en algunas de las más grandes donde está la colección masculina y la infantil y, quizá, en el futuro se expandan a nivel internacional.
Uno de los nuevos contenedores de Mango sito en su tienda de la calle Orense, 8 (Madrid)/CARLOS PINA.
Para esta campaña ha necesitado de un socio, en este caso Koopera, que es quien recoge toda la ropa y el calzado de los puntos de venta. Se encargan de recoger y seleccionar todo el llamado "residuo textil". Luego lo procesan en su "planta de reutilización y reciclaje para clasificarlo según sus condiciones para reutilizarse, volver a convertirse en materia prima o reciclarse para otras funciones".
Koopera es una cooperativa que está impulsada por Cáritas, que forma parte de ella, y que para realizar su labor emplea a personas en situación de exclusión social. La labor de Cáritas también está muy presente en la colaboración que a partir de ahora va a hacer Inditex con las prendas: busca recuperar todas las que sea posible en las 444 tiendas de Zara repartidas por toda España.
EL DESEMBARCO DE ZARA
La marca emblema del gigante Inditex, Zara, inicia este otoño el reciclaje de la ropa en sus establecimientos, pero también en las calles de (por ahora) España. Este es el paso final de un plan estratégico que comenzó hace cinco años y en el que buscan la eficiencia medioambiental, desde en el consumo de materias primas sostenibles hasta en su packaging o en sus tiendas, más ecológicas. El paso final y más visible para el consumidor es la instalación de contenedores en sus propias tiendas (algo que ya se venía haciendo en países como Reino Unido y Alemania), pero también online.
Un contenedor de Zara.
A partir de ahora, cualquier que pase por un establecimiento de Zara podrá dejar ropa para reciclar. Pero, además, también podrá hacerlo cuando compre en zara.com. Por el momento este sistema está en pruebas en Madrid, pero la intención es expandirlo por España. "La entrega es más ecoeficiente. Hay un límite de peso porque lo recoge un mensajero, pero para hacerlo se puede utilizar una caja de entregas anteriores", explican desde la firma gallega.
Además, Inditex va a colaborar con Cáritas con 3,5 millones de euros para instalar contenedores por toda España, entre 1.500 y 2.000 (sin ningún logotipo de Zara/Inditex visible, insisten tanto desde la textil gallega como desde la asociación), que se unen a los otros tantos que esta confederación tiene por todo el país. Ese dinero también servirá para mejorar la tecnología con la que se trata y clasifica la ropa (tienen varias plantas pequeñas en toda España y tres grandes sitas en Bilbao, Barcelona y Valencia).
Cáritas recoge la ingente cantidad de 25.000 toneladas de ropa al año, pero para ellos la labor que realizan, además de eco, es fundamentalmente social. Se definen como una "empresa de reinserción" y lo que hacen después con esas prendas así lo demuestra: tras clasificarla, parte va a donaciones (la faceta más clásica y conocida de esta organización) y otra parte va a unas 80 tiendas de ropa segunda mano repartidas por todo el país. En ellas acabarán las prendas en mejor estado (el 10% de todo lo recogido, explican fuentes de Cáritas), que podran comprarse a un precio asequible. A esa ropa también accede la gente necesitada, que además de tenerla disponible en los puntos de Cáritas acude a dichos puntos de venta con un vale que les darán desde la organización.
Un contenedor de Caritas en Formentera.
Todo ese dinero (tanto los 3,5 millones de Inditex como lo recaudado en las tiendas) sirve para "renovar nuestros contenedores e instalaciones y para dar un paso adelante en la sociedad, pero sobre sobre todo para invertir en formación, para que nuestros trabajadores pasen de sujetos pasivos a activos en la sociedad", cuentan desde Cáritas. Ecología y solidaridad juntas: está claro que reciclar compensa.