El informe que confirma la gran mentira de la guerra de Irak
El ex primer ministro británico Tony Blair declaró la guerra a Irak junto al ex presidente americano George W. Bush "sin haber agotado todas las opciones de paz". Es más, Blair autorizó la invasión de manera "prematura" e "injustificada" y las consecuencias todavía hoy se siguen pagando. Son las principales conclusiones del informe elaborado por el antiguo funcionario británico John Chilcot, que se ha publicado este miércoles y detrás del que hay siete años de trabajo. Son un total de 12 volúmenes que abarcan del verano de 2001 hasta finales de julio de 2009 y que son el resultado de la evaluación de miles de documentos oficiales, interrogatorios a testigos e interpelaciones a políticos. Estos 12 volúmenes, 2,6 millones de palabras, colocan, en definitiva, el peso de la responsabilidad de esta guerra en Blair y su alianza con Bush.
La publicación de este trabajo ha consternado a medio mundo, que ha visto cómo la guerra que marcó un antes y un después en el curso de la historia fue resultado de una serie de decisiones mal tomadas y sin una base consistente. Así lo han defendido, además, las familias de los 179 militares británicos muertos en Irak, que ya evalúan medidas legales contra Blair para procesarle. Eso sí, Chilcot ha querido dejar claro que la comisión a su cargo no era "ni un jurado, ni un tribunal, ni fue concebida para identificar posibles responsabilidades legales". Por lo tanto, asegura que con su informe no quiere culpar directamente a Tony Blair, pero sí dejar claro que el por entonces premier británico "sobreestimó su capacidad para poder influir en las decisiones de Estados Unidos".
Los 12 volúmenes del informe Chilcot
Consciente del alcance del devastador informe, el ex primer ministro británico ha vuelto a asumir "toda la responsabilidad" -ya pidió perdón el pasado mes de octubre- por cualquier error cometido en la invasión, pero ha alegado que tomó la decisión "de buena fe" y para "el mejor interés" de su país. Es más, ha asegurado que si a día de hoy volviera a darse aquella situación y contara con las mismas pruebas, volvería a tomar la misma decisión. Eso sí, ha reconocido las "divisiones" que la guerra provocó en su país y ha manifestado que sentía "profundamente" el dolor y el sufrimiento de las familias que perdieron seres queridos.
Blair ha sido duramente criticado este miércoles por buena parte de los diputados del Parlamento británico, liderados por el laborista Jeremy Corbyn, que ha definido la guerra de Irak en 2003 como un "acto de agresión militar" basado en un pretexto "falso", frente a una postura más moderada como la del actual primer ministro, David Cameron, que ha abogado por aprender de los "errores del pasado".
John Chilcot, que empezó el informe por encargo del ex primer ministro laborista Gordon Brown, ha recordado durante la presentación oficial de su trabajo que el propósito del mismo ha sido "considerar el periodo que abarca desde la gestación del conflicto en Irak, la acción militar hasta sus secuelas". Y estas son sus principales conclusiones.
Hay otro asunto clave que el informe revela: Blair prometió en 2002 a Bush apoyo "incondicional" para invadir Irak. Así queda demostrado en las 29 cartas y notas que se han difundido este miércoles junto al informe, que se intercambiaron entre 2001 y 2007 ambos líderes, que acabaron formando una coalición militar, junto con José María Aznar, para atacar Irak y derrocar Sadam Hussein. Eso sí, sólo se han publicado las palabras del ex primer ministro británico y el informe descarta que hubiera "un pacto de sangre" entre Bush y Blair forjado en abril de 2002, cuando el exmandatario británico visitó a su socio por primera vez en su rancho de Crawford, en Texas.
De estas notas y cartas lo que se extrae es que Blair, que gobernó entre 1997 y 2007, admite que no está seguro de poder conseguir respaldo en Reino Unido para el plan de Bush de atacar a Hussein por cualquier medio, ni siquiera en su propio Gobierno. "Si ganamos rápido, todo el mundo será nuestro amigo. Si no ganamos y no se han implicado antes, empezarán las recriminaciones".
Detalle de una de las cartas de Blair a Bush
Es más, en marzo de 2003, llega a decir que los que se manifiestan contra la guerra "defienden" a Sadam. "La opinión pública en Estados Unidos está simplemente en otro planeta respecto a la opinión pública en Europa o en el mundo árabe", prosigue entonces Blair.
El ex primer ministro pone de manifiesto también su preocupación sobre cómo justificar ante el resto del mundo la guerra, de ahí que aluda a una "campaña pública" unida. Es ahí donde entra en juego José María Aznar, que aparece mencionado en el informe un total de 17 veces, con quien se pacta esa foto de "unidad", escenificada en Las Azores. Así, en el informe se recoge cómo Blair, consciente de que EEUU quería ir a la guerra sí o sí, acuerda con Aznar perseguir una estrategia de comunicación que mostrara que ellos habían hecho todo lo posible por evitarla.
Captura del informe en el que se hace referencia al plan de Blair y Aznar
En el aire queda qué consecuencias tendrá este informe, si es que las tiene, más allá de las disculpas públicas de Blair. Lo que está claro es que, de momento, se han abierto heridas del pasado.