Siete décadas después, descubren joyas en el fondo oculto de una taza de Auschwitz
Los nazis robaron todo lo que pudieron a las víctimas del Holocausto, pero hubo una familia que se las arregló para engañarlos durante más de 70 años.
Los trabajadores del Museo de Auschwitz en Polonia han descubierto que una antigua taza tenía un fondo falso en el que se ocultaban un anillo y un collar.
"Estaban muy bien escondidos", explica Hanna Kubik, experta de las Colecciones del Memorial, en un comunicado. "Sin embargo, debido al paso del tiempo, los materiales se fueron degradando poco a poco y el segundo fondo se separó de la taza".
Los análisis que se han realizado a las joyas indican la presencia de oro 583, que se utilizaba comúnmente en Polonia entre 1921 y 1931, según el museo.
Durante el Holocausto se mató a más de 1,1 millones de personas —la mayoría, judíos— en el campo de concentración Auschwitz-Birkenau. Hoy en día, el mero nombre de Auschwitz es sinónimo de muerte, pero muchos de los que llegaron allí fueron con la promesa de encontrar trabajo y una vida nueva.
Este anillo se encontró escondido en el falso fondo de una taza de Auschwitz.
Esa promesa era un cruel engaño para que las víctimas llevaran consigo sus posesiones más valiosas, como los recuerdos de sus antepasados. "De esta forma, los alemanes querían asegurarse de encontrar en el equipaje lo más preciado de las familias deportadas", explica en un comunicado Piotr M. A. Cywiński, director del Museo estatal de Auschwitz-Birkenau State Museum.
Para Cywiński, estos objetos demuestran que "las familias judías no perdieron la esperanza de que volverían a utilizar esos artículos para su supervivencia". No obstante, se los robaron y muchas personas fueron asesinadas en los campos de la muerte. Pero, como revela este último descubrimiento, los nazis no les quitaron todo.
"Aunque han pasado más de 70 años desde la liberación de los campos de concentración y exterminio de los nazis, se siguen descubriendo de forma accidental objetos ocultos por las víctimas".
El falso fondo de una taza de Auschwitz escondía un anillo y un collar de oro.
El museo no sabe a quién pertenecieron la taza o las joyas. "Los conservadores documentan y recogen todos los hallazgos con cuidado, porque son las huellas más recientes de las víctimas individuales del campo", señala el comunicado. "Por desgracia, la mayoría de las veces resulta imposible conocer el nombre de los dueños, porque en los objetos no quedan huellas para identificarlos".
La colección del museo está compuesta por unas 12.000 piezas de utensilios de cocina, entre los que se incluyen tazas, cacerolas, boles, teteras, jarras y vajilla de loza.
Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano