Luis Tudanca (PSOE): "Aquí, Podemos tiene un poco de síndrome de Estocolmo con el PP"
Castilla y León celebra este sábado su festividad. Miles de personas se reunirán en la localidad vallisoletana de Villalar de los Comuneros y "será una jornada muy reivindicativa", según señala el líder del PSOE en la región, Luis Tudanca (Burgos; 1978). Sin embargo, lamenta que la noticia apenas ocupará unos segundos en los medios, eclipsada por el Día del Libro.
Tudanca no pudo en las elecciones autonómicas de mayo acabar con la hegemonía del PP de Juan Vicente Herrera en la región, donde los 'populares' gobiernan desde 1987. Es más, el PSOE cosechó los peores resultados de su historia en esa comunidad autónoma al lograr únicamente 25 escaños.
Ahora, el líder socialista observa con atención lo que ocurre en la política nacional. Defiende la gestión de Pedro Sánchez, ve con buenos ojos el acuerdo de su partido con Ciudadanos y lanza sus dardos contra Podemos y, especialmente, contra Pablo Iglesias.
Poco antes de las autonómicas, usted dijo en ElHuffPost: “Hay un tiempo nuevo en la política y quiero ser presidente para colocar a Castilla y León en ese tiempo de regeneración”. Con el PP todavía en el gobierno regional, ¿ese tiempo ha pasado de largo?
Hay una sensación agridulce. El cambio hubiera sido que hubiese gobernado otro partido y otro presidente. Pero desde mayo han cambiado las cosas porque, por primera vez en 25 años, el PP perdió la mayoría absoluta. Y eso está significando que iniciativas que durante muchos años se han encontrado con el rodillo de la mayoría absoluta del PP, ahora están saliendo adelante. De hecho, por primera vez en muchísimos años, iniciativas del grupo socialista salen aprobadas, en algunos casos porque el PP se suma por el temor a quedarse solo. Pero es verdad que sigue siendo el mismo PP y teniendo un comportamiento que demuestra que no han entendido nada. Por ejemplo, siguen bloqueando las comisiones de investigación, que hemos conseguido crear por primera vez en 20 años. Las cosas han cambiado, pero no tanto como me hubiese gustado.
En este nuevo tablero, ¿qué papel está jugando Ciudadanos? Porque su abstención fue clave para que siguiese gobernando el PP en la Comunidad…
Con ambigüedad calculada en muchas ocasiones. Ha habido dos fases. Unos primeros meses en los que Ciudadanos, sin conseguir nada a cambio, facilitó la investidura y la aprobación de los presupuestos. Pero en los últimos tiempos ha habido un alejamiento que tiene que ver con la falta de compromiso real del PP. Ciudadanos se ha dado cuenta de que la derecha de aquí es igual que la de otras comunidades autónomas, que habla mucho, tiene mucho gesto, pero se compromete poco con hechos y financiación. Que es la misma derecha recortadora y corrupta de Valencia o de Madrid. Sorprendentemente, ha sido la evolución inversa a Podemos, que llegó con mucha fuerza y que últimamente su portavoz sale diciendo que el presidente Herrera es un hombre muy dialogante, de consenso, que esta derecha no es como las demás, que ojalá el PP nacional fuera como este. Tienen un poco de síndrome de Estocolmo.
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Dice que Ciudadanos juega con una ambigüedad calculada. Partiendo de ahí, ¿cómo se ha tomado usted el acuerdo entre ese partido y el suyo a nivel nacional?
Eso tiene otra dinámica. Este país se encontraba en una situación excepcional y eso requería una política diferente, que cumpliera con el objetivo mayoritario de los ciudadanos, que era echar del gobierno al partido que más cruel ha sido con los españoles y cuyas raíces en corrupción eran más profundas. Ahí había que intentar aglutinar a las fuerzas del cambio. Ciudadanos ha querido y Podemos no ha sabido o querido, pero eran necesarios para que hubiera un presidente digno, decente. La nueva política es eso, llegar a acuerdos entre diferentes. Y era necesario y conveniente llegar a ese acuerdo. Yo sigo manteniendo un hilo de esperanza en que Podemos rectifique y haga lo que están esperando la mayoría de los españoles.
¿Mantiene un hilo de esperanza? ¿Cree que todavía es posible evitar nuevas elecciones?
Quizá no sea una cuestión de esperanza y, desde luego, no lo es de ingenuidad. Es de profunda convicción de que el PSOE es quien más ha hecho para que hubiera gobierno, para que no siguiera el PP y para que hubiera un verdadero cambio. Por eso, creo que hasta el último momento debemos seguir intentándolo.
Pero no parece muy fácil…
Es verdad que es muy difícil. Pablo Iglesias ha tratado de cerrar puertas que Podemos sí ha abierto en otros sitios. Uno se pregunta por qué es posible un gobierno con IU y Podemos en Valladolid, en Valencia, en Aragón… Y no lo es cuando Pablo Iglesias interviene. A mí me resulta muy difícil de entender esa posición y es una absoluta decepción para mucha gente que votó a Pablo Iglesias.
Entonces, señala personalmente a Pablo Iglesias como culpable de que no haya gobierno.
Sin ninguna duda. Nunca ha querido. No sé en qué beneficia al país que Pablo Iglesias tenga como objetivo superar por un voto o escaño al PSOE. No logro entender cómo eso puede tener más interés que arreglar los desahucios, establecer un ingreso mínimo vital, que derogar la reforma laboral o poner en marcha una nueva reforma educativa. Y, como yo, mucha gente. Ningún castellano y leonés entiende que sea más importante defender el derecho a decidir que esos otros problemas. Al final, Pablo Iglesias ha antepuesto una supuesta táctica de laboratorio, que puede ser muy divertida como análisis teórico en una facultad, pero que va a pesar mucho en las esperanzas de los españoles si este cambio se frustra.
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Luis Tudanca, junto a Pedro Sánchez en Segovia.
Si se repiten las elecciones, ¿Pedro Sánchez debe ser el candidato del PSOE?
Sin ninguna duda. Su liderazgo ha salido fortalecido en estos últimos meses y semanas de negociaciones.
¿Qué papel debe jugar Susana Díaz en el PSOE del futuro?
Bueno, el mismo papel preponderante y protagonista que tiene en el PSOE del presente. El PSOE siempre ha sido muy fuerte porque tiene profundas raíces en el territorio, porque está con la gente. Y necesitamos grandísimas presidentas como Susana en Andalucía, como Ximo Puig en Valencia, como Guillermo Fernández Vara en Extremadura o como Lambán en Aragón. Como tantos presidentes y presidentas que están haciendo un magnífico trabajo. Este es un partido muy rico, muy plural, que demuestra siempre responsabilidad, que tiene un proyecto nítido de izquierdas. Necesitamos que todo eso la gente lo siga viendo representado en referentes institucionales como Susana y como tantos otros.
Y ese PSOE, ¿en qué situación está en Castilla y León tras cosechar los peores resultados de su historia en la comunidad? ¿Usted se siente responsable?
Hombre, claro. No he escurrido el bulto nunca. La situación era distinta con la irrupción de dos fuerzas políticas diferentes. Pero yo prefiero tener un escaño menos y una oportunidad de gobernar que tener un 41% y estar vagando por una minoría absoluta sin cambiar la vida de la gente. Prefiero tener 25 procuradores y ser capaz de impulsar comisiones de investigación, de trabajar por la recuperación para lo público… Ahora bien, el objetivo era gobernar para cambiar esta comunidad autónoma y colocarla en la modernidad. El drama es que seguimos perdiendo habitantes por miles cada año. Si ahora se produjese una repetición electoral, Castilla y León perdería un diputado por León en apenas unos meses porque el año pasado, sólo esa provincia, perdió 5.000 nuevos habitantes. El objetivo no es contar votos ni escaños, sino mejorar la vida de la gente.
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La fiesta de la comunidad será este año más reivindicativa porque decenas de puestos de trabajo están en el aire en Castilla y León con la amenaza de cierre de empresas importantes como Lauki o Dulciora. ¿Por qué se van de la región?
Es el dramático ejemplo de que, más allá del país de las maravillas que nos pinta el PP de Castilla y León, existe una realidad de deslocalizaciones de empresas, de pérdidas de puestos de trabajo, de brecha salarial y de despoblación. Cuando el PP presume de que en esta tierra nunca pasa nada, de que la política es estable y se vive bien… La realidad es que hay amenazas de cierre de Lauki y Dulciora, se pueden perder 400 puestos de trabajo del Banco CEISS, el PP ha acabado con la minería, los ganaderos del vacuno de leche no tienen garantizada la recogida… Y eso nos coloca en una situación complicada sin que la Junta haga nada.
En las últimas semanas está siendo muy duro en las críticas recordando que el hermano de Herrera montó una sociedad en Panamá. Hay quien le puede decir que el hermano no es el presidente y que qué importancia puede tener eso en política...
Es importante porque es la demostración del cinismo y de la hipocresía del PP de Castilla y León. Mientras pedían explicaciones a José Manuel Soria por su implicación en los ‘papeles de Panamá’, olvidaban que el hermano del presidente de esta comunidad tenía una sociedad en Panamá y no la tenía solo. La tenía con un importante constructor que recibe y ha recibido cientos de millones en adjudicaciones públicas por parte de la Junta, entre ellas la obra de privatización del hospital de Burgos y aquella famosa y polémica obra del bulevar de Gamonal. No sólo eso: la sociedad en Panamá tenía la sede en el mismo edificio que la oficina de internalización empresarial que montó la Junta. Deberían ver la viga en el ojo propio antes que la paja en el ajeno y dar alguna explicación. Esta denuncia la hizo el PSOE en mayo, la hemos reiterado ahora y no ha salido ni una sola línea en los medios de comunicación de la comunidad.
David Pérez, autor del blog de análisis regional Argamasa política, afirmaba en un reportaje en ElHuffPost: “Aquí está bien visto ser de derechas. En la Castilla profunda si no eres del PP eres un poco subversivo”. ¿Comparte esa visión?
No. Todo lo contrario. En las últimas elecciones, el PP perdió la mayoría absoluta y el PSOE tiene más de la mitad de los alcaldes de los municipios de más de 20.000 habitantes. El único alcalde de capital de provincia con mayoría absoluta de toda españa es el de Soria, del PSOE. También gobernamos en Miranda de Ebro, Segovia, Valladolid… Así que no, esta tierra quiere mejorar, sacar la cabeza de un agujero muy profundo en el que nos ha metido la derecha. En todo caso, es verdad que, después de muchos años de mayoría absoluta, el PP ha tejido una red de clientelismo de la cual es muy difícil salir. Pero no nos hemos rendido nunca.
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Dentro de unos meses habrá, de nuevo, polémica por la celebración del Toro de la Vega en Tordesillas. ¿Por qué el PSOE en Castilla y León no muestra una oposición más rotunda contra este festejo?
Nosotros hemos mantenido siempre la misma posición. A mí me parece un error seguir planteando en términos casi bélicos la oposición o la defensa del Toro de la Vega. Eso no ayuda nada ni a la convivencia ni a resolver el problema. Pero yo estoy convencido de que se va a resolver con un buen entendimiento respetando la convivencia y las opiniones plurales y contrarias. Indiscutiblemente hay que resolverlo.
Ya, ¿pero cómo? ¿Celebrándolo o dejándolo de celebrar?
Desde luego, no se resuelve con agresividad, con boicots ni con amenazas e insultos al alcalde. Estoy convencido de que en las próximas semanas o meses seremos capaces de, entre todas las instituciones y elementos implicados, defender esto. No es un problema ideológico o político porque todos los partidos de todas las orientaciones ideológicas en Tordesillas defienden el Toro de la Vega. Desde la más extrema izquierda hasta la más extrema derecha. Es un problema que hay que resolver contando también con la participación de los vecinos y vecinas de Tordesillas.
