Rajoy defiende la política migratoria de España ante las críticas de la oposición
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado este miércoles que "si hay algún país que está preparado para responder" al reto de los refugiados y la inmigración, ese es España.
Rajoy ha defendido la preparación de España ante este reto en su intervención ante el pleno del Congreso para dar cuenta de las últimas cumbres europeas, entre ellas la que cerró los días 17 y 18 de marzo un pacto con Turquía sobre los refugiados.
El jefe del Ejecutivo ha insistido en las bases existentes en España para hacer frente al problema de los refugiados y de la inmigración "porque esa es la voluntad y el deseo de los españoles" y "porque ese será siempre el empeño de su Gobierno".
En ese contexto, ha recordado que España vivió una crisis similar a la que está sufriendo ahora Europa cuando en el año 2006 más de 36.000 personas, "jugándose la vida", llegaron irregularmente por vía marítima desde África Occidental a las Canarias. Y para resolver con éxito aquella crisis ha señalado que se adoptaron una serie de medidas fundamentadas en la cooperación con los países origen y tránsito de aquella inmigración.
Rajoy ha hecho hincapié en la fecha de aquella crisis, 2006, para subrayar que fue el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero el que la abordó en primer lugar. Fue el anterior gobierno, pero como en cualquier política de Estado -ha precisado- tuvo su continuidad con el actual Ejecutivo".
TOTAL DISPOSICIÓN DE ESPAÑA
El presidente del Gobierno ha mostrado la total disposición de España a seguir colaborando para hacer frente a la crisis de los refugiados y, para ello, ha recordado que se ha incrementado de forma considerable la dotación presupuestaria en materia de protección internacional.
Con este esfuerzo presupuestario ha explicado que España prevé acoger no sólo a los refugiados que lleguen a sus fronteras, sino también los derivados de las cifras de reubicación y reasentamiento asumidas en el ámbito de la UE.
Por su parte, el siguiente secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha acusado a Rajoy, de haber perpetrado un "engaño masivo" a los ciudadanos con el incumplimiento del objetivo de déficit y de dejar con ello una "herencia envenenada" al próximo gobierno.
"¡Bienvenido a la tribuna del Congreso!", le ha espetado el líder socialista, tras reprocharle que sea la "primera vez" que interviene en la cámara desde que su Gobierno está en funciones, a pesar de haber gastado 3.500 millones de euros y haber tomado decisiones como la prórroga por 60 años a una industria papelera, "lo que ha condicionado a quince hipotéticos futuros gobiernos que tuvieran otras opciones".
Tras defender que, al menos esta legislatura, el Congreso es la "casa del diálogo", Sánchez ha asegurado a Rajoy que no ha pedido su comparecencia "por afán revanchista", sino porque es "necesaria" y "obligada" en un parlamento recién salido de las urnas que representa la "voluntad popular renovada".
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"Debería haber un gobierno en funciones que se creyese de verdad el gobierno", ha lamentado Sánchez, para quien el presidente y su equipo "siguen instrumentalizando las instituciones, como ya hicieron con los presupuestos presentados dos meses antes de las elecciones".
Tras la intervención de Sánchez ha sido el turno de los líderes de Podemos y Ciudadanos, quienes también han criticado duramente las palabras del presidente en funciones. De hecho, al concluir su intervención y mientras los diputados del PP le aplaudían, varias decenas de parlamentarios de la formación morada, entre los que no estaban Pablo Iglesias ni otros dirigentes de su cúpula como Íñigo Errejón, se han puesto en pie y han cruzado en alto sus antebrazos en señal de protesta por la política de derechos humanos de la UE.
Más tarde Iglesias ha acusado a Rajoy de "haber faltado el respeto a la soberanía" y "haber desatendido el mandato del Parlamento" por firmar el acuerdo UE-Turquía sobre refugiados. En opinión del líder de Podemos, el texto "establece el uso de la fuerza" con exiliados y refugiados y marca que "vidas humanas son objeto de mercantilización". El acuerdo, ha continuado, "ha puesto precio" a la vida de los miles de refugiados y exiliados que llegan a las fronteras europeas, los 3.000 millones de euros que supone el texto.
En la misma línea se ha manifestado el presidente de Ciudadanos, quien ha asegurado estar preocupado por los pasos "atrás" que se están dando en Europa, como el acuerdo con Turquía para "externalizar" los derechos humanos al no ser posible "garantizar" su cumplimiento en Europa. "¡Y menudo país para externalizarlo!", ha exclamado Rivera, muy muy crítico con la actuación del Gobierno y de la UE en la crisis de los refugiados y en cómo está afrontando la posibilidad de que Gran Bretaña abandone Europa.