10 ejemplos de profesores que se vienen arriba
Es uno de los trabajos más difíciles y, muchas veces, peor valorados. Día tras día persiguiendo el reto de que los alumnos aprendan para mañana puede ser tan divertido como agotador. Algunos tienen armas secretas, otros las improvisan todo el tiempo. Para todos, un Aquarius a mano siempre viene bien. Porque, cuando uno se viene arriba no hay quien lo pare.
La sombra de lo que es
Todos los profesores aspiran a tener entretenidos a los alumnos con sus explicaciones, y algunos ya han entendido que la tecnología es un gran aliado para ello. Pero lo de este maestro es para nota. Convertir una exposición en una broma es una divertida forma de motivar.
Sin piedad
De nuevo la tecnología, pero esta vez cuando juega en contra. Los móviles son una pesadilla para cualquier educador. Hay algunos que se lo toman con infinita paciencia, pero otras, como esta profe, utilizan métodos más expeditivos. Pero lo mejor no es la reacción inmediata, sino la normalidad con que continua con la clase. Ni Harry el Sucio se viene arriba con tanta frialdad.
El chulito, humillado
¿Quién no ha sufrido alguna vez las bromitas y desmanes de ese o esa compañera de clase al que le gusta hacerse el gracioso delante de los demás? A veces no es tan fácil deshacerse de él, pero por suerte algunos profes se vienen arriba y le ponen los puntos sobre las íes. O las alitas de pollo de sombrero…
Mejor que un bailarín
La música es un desengrasante natural. Alivia tensiones y une mucho. Algunos profes lo entienden y se vienen arriba haciendo cosas como esta. Eso sí, hay que reconocer que este en concreto está en forma y tiene ritmo. Si no es tu caso da lo mismo, el caso es tener química con los alumnos.
Mucha química
Y ya que hablamos de química, qué tal una clase de experimentos reales. Nos encanta que los profes se vengan arriba y no solo lean en alto los apuntes. Aunque ello suponga ponerlo todo perdido. ¡Bravo!
La ley del péndulo
Otra de demostraciones in situ de las que hacen afición por la asignatura. Algunos maestros se vienen tanto arriba que están dispuestos hasta a arriesgar su vida con tal de que sus alumnos aprendan de verdad, y no solo de memoria, las leyes más elementales de la física. Aplauso.
El cuerpo, humano de verdad
Y más de buenos profes. Esta maestra holandesa tiene un propósito muy común: enseñar a sus alumnos los vericuetos del cuerpo humano. Para ello no utiliza un dibujo, ni siquiera un muñeco, sino su propio cuerpo. No duda en subirse a la mesa, quitarse la ropa, y enseñar su anatomía con todo tipo de detalles.
Números cantan
El profesor de matemáticas no suele salirse mucho del guion. Per algunos se empeñan en romper estas reglas no escritas. Este, por ejemplo, se viene arriba y saca a relucir un vozarrón tremendo para cantar una canción de amor a grito partido.
Flores para ella
Y como el amor es importante para todo, también los profes, a veces despiadados, se merecen una ración de cariño. Esta maestra no da a crédito cuando recibe, de manos de un alumno, un ramo de flores. Como para no venirse arriba…
Rabia contra el más payasete
Paciencia, paciencia y paciencia. ¡Y puntería! Es el “catecismo” de un profesor, que habitualmente tienen que lidiar con algunos alumnos que se pasan el día enredando y distrayendo al personal. La violencia es indefendible en cualquier contexto, pero venirse arriba y propinar un buen “borradorazo” a tiempo…