Pontevedra declarará este lunes 'persona non grata' a Rajoy
No es profeta en su tierra. El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, será declarado este lunes 'persona non grata' en su ciudad, Pontevedra, en el pleno de la corporación municipal.
Será a través de una moción que han presentado el PSdeG-PSOE y Marea Pontevedra y que contará con el apoyo del BNG.
El portavoz socialista, Agustín Fernández, ha explicado que pretenden trasladar a Rajoy la sensación que tiene la "inmensa mayoría" de los pontevedreses de que "nos ha abandonado y nos ha traicionado" al renovar la prórroga a la empresa Ence sobre la gestión de la ría de Pontevedra durante 60 años más, consolidando una "aberración urbanística y ambiental".
Luis Rei, portavoz de Marea Pontevedra, ha señalado que Rajoy "merece este final" a su carrera política y ha argumentado que la decisión del Gobierno con respecto a esa empresa lo hace "acreedor de la repulsa de los 83.000 pontevedreses después de haber convivido 50 años con la celulosa "contaminando" la ría.
EL "DESAGRADO" DEL GOBIERNO
Por su parte, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, aseguró este domingo que se siente "profundamente desagradado" por esta declaración.
El ministro, que estuvo en Galicia para asistir a la Copa del Rey de baloncesto, señaló que las corporaciones municipales "no están para hacer esas cosas" pues, cree, "cualquier presidente, que ha sido encomendado por los españoles a tener las máximas responsabilidades de Gobierno, lo primero que merece es un respeto".
Dijo que se siente "disgustado" porque se trata de Rajoy, pero si fuera cualquier otro presidente "también" lo estaría, y ha agregado que, en su opinión, "las corporaciones municipales no están para hacer esas cosas".
"A mí me parece que esas cosas no hay que hacerlas nunca", concluyó el ministro, que ha visitado el Museo Naval y el Museo de la Construcción Naval en Ferrol.
El alcalde de la ciudad, Miguel Anxo Fernández Lores, del BNG, ha afirmado que Rajoy "lo tiene más que merecido" después de no haber respondido a las "expectativas" de los pontevedreses.
