'Brexit' sí o 'Brexit' no: argumentos a favor y en contra de la salida de Reino Unido de la UE
Siempre ha estado ahí, como una posibilidad que al final no se llegaba a materializar, pero parece que ya ha llegado su momento. Si todo sigue como hasta ahora, Reino Unido tendrá este mismo año su tan ansiado referéndum sobre la permanencia en la UE. La clave, al menos ahora, está en determinar las condiciones que darán lugar a que el primer ministro británico, David Cameron, haga campaña a favor del 'no' a la salida.
Pese a que ahora, en el marco de las negociaciones con la UE, ha resurgido el asunto, hace un tiempo que se abrió la veda para que se hicieran públicos los intereses y opiniones de las partes implicadas. Lo que está en juego es mucho, incluido, como recordó el pasado lunes el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, el proyecto europeo. ¿Cuáles son las posturas a favor y en contra? ¿Qué se está sintiendo?.
Todo objetivo necesita una buena campaña detrás y, conscientes de ello, los defensores de la separación han lanzado dos: "Vote Leave, take control" (Vota por salir, toma el control) y "Leave.eu". Esta última ha sido creada por el empresario Arron Banks, uno de los respaldos financieros del euroescéptico Partido para la Independencia de Reino Unido (UKIP).
Desde el equipo de prensa de esta campaña, Jack Montgomery resume a El Huffington Post los motivos por los que luchan por una salida de la UE: "Porque las leyes que se imponen desde Bruselas están por encima de las realizadas por los parlamentos nacionales elegidos democráticamente, por el control que ejerce la UE sobre la política comercial de todos los Estados miembro y porque cada país tiene que tener la capacidad de gestionar sus fronteras".
De una forma más desarrollada, Montgomery pone un ejemplo para justificar su argumento: el caso griego. "Los votantes rechazaron la política de la Troika en sus elecciones y entonces el presidente de la Comisión Europea dijo que no puede haber una elección democrática que vaya en contra de los tratados europeos. Esto muestra una cara muy fea del proyecto europeo, que se supone que se basa en la cooperación y el trabajo unidos, y que no obliga a los países a adoptar políticas soberanas que sus votantes no quieren", sentencia.
Las palabras de este miembro de "Leave.eu" también ponen de manifiesto una realidad: la de que la inmigración se ha convertido en el asunto neurálgico en el debate en Reino Unido y por varios motivos. "La libre circulación es una buena idea, pero no está funcionando debido a que existen diferencias muy notables en los ingresos de los Estados miembro, y debido a que no es posible verificar los antecedentes de los recién llegados. También hay problemas en el marco de los servicios públicos, ya que si no se puede predecir cuántas personas van a venir al país de un año a otro no se sabe qué tipo de financiación habrá que dar", explica Montgomery.
Este último punto se resume en la que es la gran exigencia de Cameron a los líderes europeos y el centro de las discusiones: Reino Unido quiere reservarse la posibilidad de negar a los inmigrantes europeos durante sus primeros años en el país las prestaciones públicas dirigidas a complementar los salarios más bajos.
La suma de todos estos puntos dan lugar a las demandas de este sector. "Queremos que la gente que ha sido elegida por el pueblo de Gran Bretaña tenga la última palabra sobre las leyes. Queremos ser capaces de gestionar nuestro comercio y de representarnos a nosotros mismos en organismos mundiales como la Organización Mundial del Comercio. Queremos ser capaces de gestionar por nuestra cuenta la cuestión migratoria", añade Montgomery. A modo de sentencia, este defensor de la salida de Reino Unido de la UE concluye: "Queremos paz, comercio y amistad con Europa, pero no creemos que tengamos que dejar que la UE tome decisiones por nosotros".
Lo dice su nombre: "Gran Bretaña es más fuerte en Europa" y así lo manifiestan todos y cada uno de los miembros de esta campaña, detrás de la que está el presidente de Marks and Spencer, Stuart Rose. Junto a él, varios líderes y empresarios de éxito se han unido bajo ese eslogan con la finalidad de ensalzar lo positivo de ser europeos y los riesgos que entraña el dejar de serlo.
Karren Brady es la vicepresidenta del club del West Ham de la Premier League y miembro de la Cámara de los Lores por el Partido Conservador. Muy activa en redes sociales, hace poco envió una carta a la dirección de todos los equipos profesionales de Inglaterra, Escocia y Gales, alertando de lo que puede ocurrir si el 'Brexit' se convierte en una realidad: los equipos británicos tendrían dificultades para atraer a jugadores europeos, y quizás los ya contratados decidirían irse".
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“Cortar con Europa puede tener consecuencias devastadoras para la economía y la competitividad del fútbol británico", sentencia en su misiva.
Wall Street también está implicado en esta campaña: grandes bancos estadunidenses, que tienen oficinas en Londres, están financiándola, según informa Afp. Así, según ha explicado a la agencia una fuente cercana, el banco de inversiones Goldman Sachs ha donado cientos de miles de libras a "Britain Stronger in Europe". No es el único: es muy probable que JPMorgan Chase, Bank of America y Morgan Stanley sigan su ejemplo, según la agencia francesa.
El motivo detrás de estos movimientos es que permanecer en Gran Bretaña es importante para los bancos de la City, ya que les permite gozar de ventajas en virtud de los acuerdos europeos. Por ejemplo, pueden ejercer sus actividades en otros países de la UE sin necesitar de licencias específicas en ellos, una ventaja de la que probablemente no podrían gozar si Gran Bretaña abandona la UE.
Las instituciones europeas está aunando esfuerzos de cara a conseguir una solución que satisfaga a todos. Clave en este sentido está siendo el Parlamento Europeo, que, aunque no se ha pronunciado oficialmente sobre una posible salida del Reino Unido de la Unión Europea, sí recoge el sentimiento de la mayoría de los grupos parlamentarios, que son favorables a su permanencia. Para ello, tal y como explica a El Huffington Post el portavoz del PE, Jaume Duch, están dispuestos a "dar pasos para hacerlo posible", si bien a condición de no traspasar "determinadas líneas rojas". Estas son, según expone Duch, "la no discriminación de ciudadanos comunitarios, no frenar la integración de los demás Estados miembro, la unidad de mercado o no prejuzgar de una futura reforma de los tratados".
Los motivos por los que los líderes de la UE están tratando de lograr la permanencia de Reino Unido residen en que de esta manera es mucho más ventajoso para todos. "Para la UE porque Reino Unido es una parte importante del potencial económico, industrial, político y cultural de la Unión. Para Reino Unido porque nunca podrá afrontar los grandes desafíos que se dibujan en el horizonte si no es en el marco de la propia Unión europea. Terrorismo, seguridad, inmigración, medio ambiente, aprovisionamiento energético, política internacional o comercio internacional son algunos de los temas a los que ningún estado de la UE puede ya hacer frente en solitario", sentencia Duch.
De ahí que las negociaciones estén siendo al más alto nivel, centradas además en el punto que más polémica está desatando: la posibilidad de que Reino Unido pueda negar a los inmigrantes europeos durante sus primeros años en el país las prestaciones públicas dirigidas a complementar los salarios más bajos. Sobre esto, el portavoz del Parlamento Europeo explica que se centrarán en ello "en el último tramo de la negociación". Eso sí, dede Bruselas se está trabajando para "eliminar ese punto o para reducirlo drásticamente".
"La entrada en vigor en casos muy tasados, la irretroactividad de la aplicación de la decisión o la no aplicación a los Estados que ya gozaron de un período de excepción en la aplicación de la libre circulación a los trabajadores de los nuevos Estados miembro son algunas de las condiciones que el Parlamento negocia con los Estados miembro. No olvidemos que de crearse una verdadera discriminación entre ciudadanos de la Unión Europea esa norma tendrá todas las papeletas para ser anulada por el Tribunal de Justicia de la Unión", explica.
Preguntado sobre las consecuencias sobre el 'Brexit', Duch se muestra cauto: "No creo que sea el momento de contestar en detalle. En primer lugar porque prefiero pensar que los ciudadanos británicos decidirán quedarse. Pero en segundo lugar porque hay muchas maneras de irse, desde 'irse del todo' hasta irse 'a medias'. Vamos a esperar".
Más allá de los bancos, la totalidad del sector financiero y de negocios es favorable a que el Reino Unido permanezca en la UE. A finales del año 2013, el director ejecutivo de Renault-Nissan, Carlos Ghosn, ya advertía de que el grupo "reevaluaría su estrategia y sus inversiones", en el caso de una salida de Gran Bretaña de la Unión.
El sector servicios constituye casi el 80% de la economía total de Reino Unido. Londres es un centro financiero global y el mayor de Europa: alrededor de un tercio de los servicios financieros y de seguros exportados de Reino Unido son enviados a la Unión Europea. Así, según el informe difundido por Crédito y Caución, las negociaciones comerciales para el sector servicios serán mucho más complicadas que para los productos, por lo que dicho sector es extremadamente vulnerable a los cambios del comercio y se arriesga a no tener un acceso similar al mercado único.
La normativa de la UE supondría un obstáculo, especialmente para la banca minorista y los operadores del euro, pero el ‘Brexit’ no sería una sentencia de muerte para la industria financiera británica: aunque algunas empresas inevitablemente se trasladarán a otros centros financieros de la UE como Frankfurt o Dublín, sería casi imposible reproducir en otro lugar una red tan amplia de servicios financieros y profesionales.
Consciente de los riesgos, el más influyente grupo de empresarios y empresas, la Confederación de la Industria Británica (CBI), está firmemente a favor de mantenerse en la UE. Su presidente, Mike Rake ha pedido a los empresarios que “aumenten el volumen” de sus voces a favor de la permanencia.