El FMI mejora dos décimas sus perspectivas de crecimiento para España, hasta el 2,7% en 2016
El Fondo Monetario Internacional ha mejorado sus perspectivas de crecimiento para España. Crecería un 2,7% en 2016 y un 2,3% en 2017, dos décimas por encima de lo esperado.
Estas cifras son algo menos optimistas que las del Gobierno español, que pronostica un alza del 3% para 2016 y un 2,9% para 2017. Mariano Rajoy ha declarado que considera que los nuevos datos son "muy buenos y muy positivos", y ha aprovechado para sacar pecho. "Las políticas que se han hecho eran las correctas", ha defendido.
Se trata de la séptima ocasión en que el FMI revisa al alza la previsión de crecimiento de España para 2016. El pasado octubre, adjudicó a la economía española un crecimiento del 2,5%, mientras que hace un año lo situó en un 1,8%.
"Una pronta resolución de la incertidumbre política sería positiva para España", ha aprovechado para recalcar Maurice Obstfeld, economista jefe del FMI, que ha alabado las reformas de Rajoy pero cree que la inestabilidad política "podría afectar" a la evolución económica. Rajoy ha entendido que alienta a que el nuevo Ejecutivo cuente "con una amplia mayoría".
La economía española se sitúa así por encima de la perspectiva de crecimiento de la eurozona, que ha mejorado en una décima para 2016, hasta alcanzar una expansión del 1,7%, mientras que para 2017 se ha mantenido en el 1,7% previsto.
La proyección de crecimiento de Alemania para 2016 ha aumentado una décima, hasta el 1,7%, mientras que ha empeorado en dos su proyección para Francia, hasta el 1,3%. Italia se mantiene en el 1,3%.
LAS PROYECCIONES A NIVEL MUNDIAL BAJAN
Las proyecciones a nivel mundial empeoran y bajan dos décimas hasta el 3,4% para 2016, y el 3,6% para 2017, por un repunte "más débil de lo esperado" en las economías emergentes, con China en plena desaceleración y Brasil en aguda recesión.
"La desaceleración y el reequilibrio de la economía china, la caída de los precios de las materias primas y las tensiones a las que se encuentran sometidas las principales economías de mercados emergentes, continuarán lastrando las perspectivas de crecimiento en 2016-17", indicó la institución.
China crecerá un 6,3% este año y un 6% el próximo, ambas cifras sin cambios respecto a octubre, dentro de su transición hacia un modelo más basado en la demanda interna y el descenso en la inversión, según el FMI.
Brasil arrastra a la región latinoamericana, que seguirá en recesión en 2016, con una tasa de crecimiento del -0,3 %, la misma con la que concluyó 2015. Rusia sigue adaptándose a los precios bajos del petróleo y a las sanciones de Occidente, con lo que se espera que se mantenga en recesión en 2016, con una caída de 1 %, algo menor del -3,4 % registrado en 2015.
EEUU mantendrá su ritmo actual de crecimiento, con un 2,6 % estimado para 2016 y 2107, dos décimas menos de lo previsto en octubre, pero "no logrará cobrar nuevo impulso" debido a la apreciación del dólar y el retroceso del precio de petróleo, que está afectando a la inversión energética.
POLÍTICA MONETARIA "ESENCIAL"
El FMI ha calificado de "esencial" la continuación de una política monetaria acomodaticia en las economías avanzadas, en las que la tasa de inflación se encuentra "aún muy por debajo" de las metas de los bancos centrales.
La institución ha instado a modificar la política fiscal a corto plazo "cuando las condiciones lo permitan", con el objetivo de "respaldar" la recuperación mediante inversiones que aumenten el capital productivo futuro. En este sentido, "la consolidación fiscal debería ser equitativa y promover el crecimiento".
Por otro lado, el FMI ha indicado que entre las reformas estructurales debe incluirse el "fortalecimiento" de la participación en el mercado laboral, la solución al exceso de endeudamiento y la reducción de los "obstáculos" al ingreso en los mercados de productos y servicios.
La institución también ha abordado la llegada de refugiados a Europa, que está dando lugar a "grandes dificultades" a la capacidad de absorción en el mercado laboral, pero cree que estos países deberían "aprovechar" los beneficios económicos a largo plazo que conllevará.
"Las medidas de política encaminadas a respaldar la integración de los migrantes a la fuerza laboral son críticas para calmar las inquietudes en torno a la exclusión social y los costes fiscales a largo plazo", ha señalado el FMI.