20 cosas que tienen que empezar a darte igual en 2016
El comienzo de un año nuevo es la ocasión perfecta para mirarse al espejo y pensar en nuevos propósitos. También es un buen momento para pulsar el botón de actualizar en la manera de ver la vida y de organizar prioridades. Este año, en vez de prometer ir al gimnasio todos los días, la edición estadounidense del HuffPost ha recopilado los despropósitos que debemos tachar de la lista y que son causantes de nuestro estrés. Porque, a veces, lo que hay que hacer es dejar de dar importancia a las cosas que nos agobian.
Aquí están las 20 cosas que debería empezar a darnos igual en 2016.
1. Tener planes los viernes por la noche. Después de una dura semana, a veces lo único que quieres es ver una serie y pedir comida a domicilio. Asúmelo en vez de sentirte culpable por ello.
2. Las connotaciones sexuales de "mantita y peli". A lo mejor lo que buscas es justo eso: tirarte en el sofá, arroparte y ver una buena película.
3. La frase "lo que tienes que hacer es salir". Sí, es genial conocer a gente nueva y estar abierto al romance, si es eso lo que se está buscando. Pero a veces la gente que dice cosas como "lo que tienes que hacer es salir" ignora la cantidad de esfuerzo y energía mental que eso supone. Además, el amor no siempre es cuestión de esfuerzo, sino de suerte.
4. Ver todas las series y escuchar todas las canciones que están de moda. Hay demasiadas series y canciones geniales como para estar al tanto de todas. No te agobies, quédate con las que te gusten de verdad.
5. Seguir el entrenamiento que está de moda. Pasa de pagar mensualmente por ir al gimnasio para hacer algo que no te gusta.
6. Sentirnos obligados a hacer planes que no nos interesan sólo para poder ver a ciertas personas. La vida no está para perder el tiempo en estas cosas. En vez de eso, dedica tiempo y energía a fortalecer las relaciones que te importen de verdad.
7. Llevar el eyeliner perfecto y conseguir que quede igual en los dos ojos. Es imposible, nos rendimos.
8. Los trolls de Twitter. La teoría es más fácil que la práctica, pero lo mejor es dedicar la menor energía posible a los trolls que abundan en Internet.
9. Conseguir cientos de me gusta en Instagram. Si quieres publicar en Instagram una foto de tu comida, de tu viaje paradisíaco, de un cartel gracioso o de la última quedada con tus amigos, hazlo porque quieres, no por los me gusta.
10. Discutir sobre si el político de turno es lo suficientemente gustable. No, no, no. Pasemos al siguiente punto.
11. El día de San Valentín. Tengas una relación o no, darle una importancia desproporcionada a un día arbitrario otorgándole la categoría de indicador del amor verdadero es mucho más estresante que útil.
12. Ir a la última para hacer ejercicio. Sin intención de humillar o de ofender a la gente a la que le gusta tener lo último en ropa de deporte: nadie tiene por qué sentirse obligado a vestirse de una manera determinada para ir al gimnasio.
13. Llevar tacones todos los días. Si te gusta y forman parte de tu estilo, adelante. Pero si estás sometiendo a tus pobres pies a un dolor infernal por ganar unos pocos centímetros, déjalo. Seguirás estando igual de guapa sin ellos.
14. Terminar todos los libros que empecemos, nos gusten o no. La próxima vez que vayamos por la mitad de una novela y tengamos cero interés en los personajes principales, vamos a cerrar el libro.
15. Tener el cuerpo perfecto. Ya somos perfectos tal y como somos. Buscar un estándar imposible conlleva mucha angustia mental.
16. Utilizar verduras a modo de pasta. Si te apetecen unos macarrones, cómetelos.
17. Las críticas a los selfies. Hazte y publica tantos como quieras. Nadie tiene derecho a decidir qué fotos compartes.
18. Las comparaciones con compañeros/amigos/hermanos. Olvidemos las comparaciones y la necesidad de conseguir ciertos hitos en momentos fijados aleatoriamente. Cada uno a su ritmo.
19. Evitar echarle queso a la ensalada. La vida son dos días: ¡ponle un poco de queso a la lechuga!
20. La gente a la que le damos igual. ¡Aaadiós!
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Los 'haters', a la izquierda
Y tú, ¿añadirías alguna más?
Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero