81 veces que PP y PSOE incumplieron sus programas estando en el poder
España afronta el 20-D una cita única con las urnas. Todas las encuestas afirman a las claras que se acaba el bipartidismo clásico para dar paso a un nuevo Parlamento más fraccionado, con nuevos aspirantes al poder, con posibilidades de asaltar los cielos -o sea, La Moncloa-.
Lo que hemos tenido hasta hora en este país, pasados los años de Transición con la UCD, es un toma y daca entre socialistas y populares, que sin signos de fatiga han ido acumulando elección tras elección entre el 70 y el 80% de los votos de los españoles. Ahora, el último sondeo del CIS apenas les dan el 49,4% de los sufragios.
¿Pero nos han estado dando unos y otros todo lo prometido en sus programas? ¿Qué se les ha ido quedando en el tintero a los dos partidos de siempre? ¿Gana lo aprobado o las deudas pendientes?
Este es el balance de los programas electorales y su cumplimiento desde que Felipe González iniciase, en 1982, una etapa bicolor que ahora estalla en colores.
Felipe González jura su cargo ante el Rey Juan Carlos.
Con una crisis económica arrastrando, el empleo bajo mínimos y los gobiernos previos "que han ido perdiendo iniciativa", los socialistas ganaron en 1982 con un programa muy social y con los ojos puestos en una adhesión a Europa que aún estaba por llegar. Aquella propuesta suya no era tan específica como los programas de hoy, sino más general, menos precisa. Aunque revalidaron victoria en la siguiente legislatura, se les quedaron algunas cosas pendientes:
Carteles electorales de 1986
Los socialistas vienen de gobernar durante cuatro años y piden más tiempo "para seguir avanzando por el buen camino". Son conscientes de que el país sigue inmerso en la crisis, que hay metas que no han conseguido y que hay retos, como la búsqueda de una auténtica integración europea, que aún no han materializado. El extenso programa consta de una parte de evaluación política de carácter muy crítico y se opta por no contener ninguna promesa cuantificada como las incluidas en 1982, como número de puestos de trabajo a crear. Eso sí, se pide "más tiempo" para seguir con las reformas y, de paso, cumplir con promesas que se les han quedado por el camino:
Narcís Serra, Felipe González y Joaquín Leguina en las elecciones de 1989.
En el 89, los socialistas iban tomando velocidad de crucero y esperaban conquistar el voto de los españoles alentando lo por venir, el fantástico 1992, con la Expo de Sevilla, los Juegos Olímpicos de Barcelona y la capitalidad cultural de Madrid. El triple protagonismo mundial, más la incorporación a la Unión Europea, copan un programa triunfalista y muy condicionado por las obligaciones comunitarias.
Y como todos los de este periodo, el programa es curioso, además, por el espacio que se dedica a dos de los grandes problemas del momento: el terrorismo y las drogas.
Los carteles electorales de los candidatos vencedores desde 1982.
"El programa de la mayoría" es el título que recibe el programa de los socialistas para la cita electoral del 93. Una nueva oportunidad para seguir con la labor que comenzaron en el año 82 para la que presentan propuestas que ocupan más de 100 páginas. Acabar con el paro -se dice literalmente que es "el objetivo centrar y prioritario del programa"- y lograr una sociedad "justa y solidaria" siguen siendo las prioridades, pero, de nuevo, habrá puntos que seguirán sin cumplirse.
José María Aznar celebra su victoria en la sede del PP en Madrid.
"La última legislatura se ha saldado con un fracaso; la debilidad del Gobierno ha sido perjudicial para España. Por eso, la articulación de una nueva mayoría es un requisito indispensable para lograr las metas que, aun ambiciosas, están a nuestro alcance", arrancaba el primer programa electoral victorioso de José María Aznar.
Sorprende el elevado nivel de cumplimiento del programa, una suma de medidas de un liberalismo crudísimo. Pero hay lagunas:
Vídeo electoral del PP en el 2000
Tras cuatro años con José María Aznar al frente del gobierno, los populares llegan con "El compromiso del centro", un documento de más de 200 páginas con el que pretenden seguir con su labor. "Desde hace cuatro años", se asegura en el texto, "España está sustancialmente mejor y se pueden plantear "proyectos que antes estaban fuera de nuestro horizonte". Sin embargo, quedan puntos sin cumplir o al menos se interpretan de otra manera.
José Luis Rodríguez Zapatero, celebrando su victoria en 2004.
Zapatero, en pleno contexto de la guerra de Irak, hizo algo novedoso: apostar en el arranque de su programa por la política internacional, las relaciones exteriores y la cooperación.
Zapatero en las elecciones de 2008.
Los socialistas se hicieron con el respaldo de la sociedad española por segunda vez consecutiva. Sin embargo, las cosas no fueron como se pretendía y Zapatero terminó adelantando las elecciones, la séptima vez que ocurría en España, para que otro Gobierno "diera certidumbre".
Captura de la parte del programa socialista referente al empleo
Mariano Rajoy besa a su esposa, Elvira Fernández, en la noche electoral que lo convirtió en presidente.
"El cambio en España ya no puede esperar. Los españoles necesitamos un gobierno serio y responsable en el que poder confiar. Necesitamos respuestas creíbles a problemas reales. Necesitamos combatir el desempleo que hoy sufren cinco millones de españoles", decía de arranque el programa de Mariano Rajoy cuando logró la presidencia del Gobierno. Pero el cambio tiene lagunas.