La agresión a Rajoy se suma a otras en ámbito nacional e internacional
La agresión al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por un joven durante una acto electoral en Pontevedra tiene precedentes en la política internacional y nacional.
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El presidente de EE UU, George W. Bush, sufrió en 2008 un intento de agresión en Irak por parte de un periodista que le arrojó un zapato (símbolo de desprecio) y le grito 'perro'. El autor del ataque fue condenado a nueve años en la cárcel por la agresión.
Ese mismo método empleó en febrero de 2010 un activista kurdo sobre el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, durante una visita a Sevilla. El zapato no impactó sobre el líder musulmán y chocó contra el vehículo oficial al que iba a subir. El atacante fue condenado a 33 meses en la prisión y posteriormente indultado.
El primer ministro Silvio Berlusconi fue agredido en la cara por un individuo en diciembre de 2009 al término de un mitin en Milán.
En abril de 2011, el presidente alemán Christian Wulff fue blanco de los huevos lanzados contra él y el primer ministro de Hesse, Volker Bouffier, en la ciudad alemana de Wiessbaden.
En marzo de 2012, un hombre le lanzó una tarta a la expresidenta de Suiza, Michelina Calmy-Rey, a su salida del Festival de Cine de Derechos Humanos en Ginebra.
En septiembre posterior, un estudiante que se manifestaba contra las medidas de austeridad impuestas por el Gobierno de Bélgica lanzó una tarta al primer ministro Elio di Rupo.
CASOS EN ESPAÑA
En España, la agresión más mediática ha tenido lugar en 1989, cuando el empresario José María Ruiz-Mateos abofeteó al entonces ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, al grito de 'que te pego, leche, que te pego'.
El ex secretario general del sindicato Comisiones Obreras, José María Fidalgo, fue en 2003 agredido en la cabeza durante la manifestación del Día del Trabajo en Madrid. Figalgo fue golpeado con un palo de una pancarta por un extrabajador de Sintel.
Dos años después, el ministro socialista de Defensa José Bono fue agredido verbalmente con las palabras de 'asesino, pelota, demagogo, apóstata y mentiroso' y zarandeado por varias personas durante una concentración. Finalmente fue protegido por sus escoltas.
En enero de 2011, el consejero de Cultura y Turismo de Murcia, Pedro Alberto Cruz, tuvo que ser intervenido de múltiples fracturas en la cara tras ser agredido por dos personas en la capital de la autonomía.
La presidenta del Gobierno navarro, Yolanda Barcina, fue objeto de dos tartazos en 2011 en Toulouse (Francia) mientras participada en el Consejo Plenario de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos por miembros del colectivo Mugitu, que se oponía a la obra del Tren de Alta Velocidad (TAV) en Navarra. Fueron condenados a dos años de cárcel y una multa económica.
En abril de 2014, el primer secretario del PSC, Pere Navarro, una mujer le propinó un puñetazo en la cara cuando acudía a la catedral de Tarrasa (Barcelona) a un acto familiar.
En junio de 2014, el exdiputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, fue golpeado por un joven en Madrid, sufriendo cortes en la mejilla y ceja.
En agosto de 2015, la presidenta de Vox en Cuenca, Inmaculada Sequí, fue hospitalizada tras ser agredida por dos hombres y una mujer al grito de 'fascista'.