La penúltima tienda de Zara
Cuando Wall Street mira a la tecnología se centra en Microsoft y en Bill Gates; cuando se trata de un conglomerado industrial, el más rico es Carlos Slim y cuando se habla de apparel, moda y distribución mundial, el hombre es Amancio Ortega. La semana pasada, durante unas horas el dueño y fundador de Zara —y, por extensión, de Inditex— se convertía en el hombre más rico del mundo. No es nuevo en esta batalla, que depende del vaivén y albur de los mercados.
Ortega lleva años en el Top 3 de los más ricos del planeta. Sin embargo, hasta ahora su figura no había levantado curiosidad en la primera potencia económica del globo. En las principales ciudades de Estados Unidos hay un Zara. En Nueva York existen varios, y en unos días abrirá sus puertas otro en Wall Street. Se trata de un edificio inmenso, ocupado anteriormente por Old Navy, que ha sido totalmente renovado y por el que la multinacional española pagó 235 millones de euros.
Tienda de Zara en la Quinta Avenida de Nueva York
Zara ha llevado la recuperación de los alquileres de las tiendas retail en la Zona Cero a los altares. Es experta en revitalizar zonas; ya lo hizo en el Midtown neoyorquino cuando se atrevió a instalarse en la esquina frente a la Biblioteca Nacional. Llegó Zara y se dispararon los precios de los alquileres.
La primera tienda Zara se instaló en Nueva York en 1989 y hoy no hay datos exactos del número de establecimientos de la marca—esto también descoloca mucho a los estadounidenses—, pero se dice que en ese país ya se habría inaugurado la tienda número 300. Cuenta con 120.000 empleados en todo el mundo y sus ventas superan los 10.000 millones de euros.
Zara es mucho más que una cadena de tiendas exitosa. Zara es un estilo de vida, es un signo de recuperación económica. !Allá donde se abre un Zara, se abre una oportunidad de negocio", es la frase más extendida en el mundo inmobiliario de Nueva York. La estrategia de la multinacional española de presentar tiendas revestidas de mármol, con espectaculares escaparates para ropa de precio asequible es de sobra conocida. Entrar en Zara en la Quinta Avenida es como hacerlo en Chanel o Valentino. De hecho, hasta comparten dirección en la famosa calle. Esta es una fórmula que se inició en 2013 con el "lavado de cara" de todas las tiendas y cuyo éxito es evidente.
El secreto del éxito aún lo buscan Gap y H&M que, pese a tener colecciones cápsula con diseñadores superconocidos, están a años luz en ventas. La última estrategia de Inditex se centra en la tecnología, porque Inditex es moda, distribución, eficiencia y futuro. Su marca Bershka (el 10% de las ventas de Inditex) ha llegado a un acuerdo con Reebok (de Adidas) para diseñar su última zapatilla deportiva, City Maps, cuyos materiales son tecnológicamente avanzados, transpirables y ultraligeros. Es una deportiva que completa la colección Start Moving de Bershka y la apuesta de la marca por la vida sana en la ciudad.
Amancio Ortega no concede entrevistas, no cuenta su historia. El todopoderoso hombre de la moda mundial no se publicita. Y no hay medio en el mundo que no quiera una entrevista con él. La falta de visibilidad del hombre más rico del mundo sorprende pero, como dice el profesor del IE Marcos Mosteiro, "si por Amancio Ortega fuera, no aparecería en lista o ránking alguno, ya que es un hombre más bien discreto y totalmente centrado en su empresa y su núcleo familiar. De hecho, sólo durante la salida a bolsa de Inditex, apareció una de sus primeras imágenes".
A Inditex, la que suscribe solo le ve un problema: su (no) apuesta por Internet. Hay una tienda on line porque no queda más remedio. Punto. Y el futuro está en la combinación de las tiendas físicas y las digitales. Sería maravillosa una apuesta real de Inditex por una plaforma on line donde poder adquirir desde la ropa de mujer hasta los complementos para el hogar. ¿Será una verdadera plataforma de venta online la penúltima tienda de Zara?
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