Un entierro con mucho estilo
31 de octubre. La paleta se funde a negro. Un color intrínseco a la noche de Halloween y al día de Todos los Santos que hace de la muerte algo siniestro. El negocio funerario es uno de los más exitosos del mundo. Todos nos morimos, y en general, todos queremos ser enterrados, de una u otra forma. Los servicios funerarios son un negocio.
En el momento de mayor dolor de la familia, las funerarias hacen su agosto. El ataúd, las flores, las velas, la sala… "Tener una funeraria es como tener un bono del tesoro", me dijo una vez el máximo ejecutivo de una de Burgos. Y de hecho las empresas funerarias que cotizan en bolsa, Funespaña por ejemplo, suelen tener un comportamiento muy positivo.
En la muerte no hay crisis. De hecho es un negocio de ingresos tan recurrentes que la aseguradora Mapfre controla Funespaña tras comprar en varias operaciones los derechos de voto, hasta alcanzar más del 95%; y el Ayuntamiento de Madrid quiere quedarse con la concesión de la Funeraria de Madrid para controlar los ingresos, aunque tendría que abonar a Mapfre unos 50 millones de euros.
Para intentar hacer de la muerte un negocio, pero algo más asequible, y sobre todo más moderno, una start up española que se llama Omneo Group está aplicando por primera vez la tecnología para transformar los restos de los seres queridos en una pieza de cuidado diseño conectada a Internet. Todo un lujo tecnológico. Se cambia el jarrón de las cenizas por una escultura personalizada hecha a partir de esas cenizas.
Es un diseño de autor gracias al escultor Bruno Mezcúa, que tras trabajar durante algunos años en el Cementerio de la Almudena pensó en fórmulas para optimizar su proceso creativo, y además hacer una escultura que pudiera permanecer en la familia sin necesidad de tener que ocupar espacio en un cementerio.
La incineración forma parte de nuestras tradiciones y costumbres hoy en día y, cada vez más, los españoles nos llevamos las cenizas de nuestros seres queridos a casa. Pues después de décadas sin contemplar ninguna innovación en el sector funerario, desde esta empresa se rompen los estereotipos funestos asociados a la muerte y acerca esta realidad al universo 2.0.
La nueva fórmula de "estar presente" se llama Omneo, un nuevo concepto de diseño mortuorio creado a partir de la solidificación de las cenizas del fallecido. La urna está fabricada a partir de dichas cenizas. Es una pieza de tacto suave y delicado, que se presenta en un estuche protector que transmite la misma sensación de pureza.
Mezcúa y su socio Iñigo Zurita introducen una tecnología específica gracias a la cual, con solo pasar el teléfono móvil ante la pequeña caja, es posible acceder al obituario de la persona fallecida en una red social creada en paralelo. Esta red se llama Omlime, y reúne la biografía del fallecido, recuerdos, fotografías, vídeos in memoriam e incluso mensajes que la persona haya dejado grabados. Los familiares y amigos pueden tener de esta manera presente a su familiar querido. ¿Es o no morirse con estilo?
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